A pocos meses que el All England Club reciba el tercer Grand Slam de la temporada, las cosas entre el torneo, la ATP y la WTA, están tensas nuevamente.
El año pasado, las máximas autoridades en el circuito del tenis (ATP y WTA) multaron al torneo británico con un millón de dólares por no haber permitido la participación de tenistas rusos ni bielorrusos. Ahora parece que las autoridades del deporte blanco planean impedir cualquier tipo de actividad previa al torneo, si el veto persiste.
El año pasado cuando Wimbledon no dejó participar a los eslavos, ni siquiera bajo bandera neutral como sí ocurrió en otras competiciones, la ATP y WTA decidieron no repartir puntos en el Grand Slam, dejando la competencia como un evento de exhibición.
Para el 2023, la ATP y WTA pretenden cancelar todos los eventos previos a Wimbledon en suelo británico, con el fin de presionar al torneo para que deje participar a los rusos y bielorrusos, adicional proponen reducir las multas del año pasado en un 50%, por su parte el torneo de Wimbledon es un campeonato independiente, por lo cual no puede ser cancelado por los entes.
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