El Lobo Mexicano vivió el que podría ser su último encuentro en el Molineux con los Wolves y la afición lo despidió con ovaciones.
A falta de una jornada para que finalice la temporada, Wolverhampton jugó su último partido en casa, empatando a un gol con el Everton; Raúl Jiménez no tuvo minutos, al finalizar el encuentro dió una vuelta en el campo y en medio de aplausos y lágrimas agradeció a la afición que, con el mismo cariño, lo ovacionó con el canto "¡Sí, señor!".
El futbolista mexicano se encontraba en su mejor momento, siendo figura de los Wolves, cuando la fractura de cráneo lo alejó de las canchas y en su regreso no logró recuperar su nivel. Aunque su contrato con el equipo termina en 2024, todo indica que será vendido en el mercado de verano.