Lección a los Suns, no siempre gana el mejor

Los Suns de Phoenix hicieron una temporada regular 2021-2022 espectacular en la NBA. Ganaron 64 partidos, la cifra más alta de su historia, y solo perdieron 18. Eso dio un porcentaje de .780, casi 100 puntos por encima del segundo máximo ganador del campeonato, incluyendo ambas conferencias. Pero esas cifras de campaña regular no bastan para garantizar un puesto en la final. Y mucho menos para convertirse en campeón.

Eso sí, jugadores y seguidores pensaron que era el año, el mejor momento, la oportunidad ideal, porque nunca antes se alcanzó la postemporada con tanta solvencia. Y cuando arrancaron las rondas extras contra los Pelicans de New Orleans, nadie podía presagiar que el favoritismo cambiaría poco más adelante.

Los Suns se impusieron en seis partidos, a pesar de que muchos pensaron que el equipo más ganador de la Conferencia Oeste pudo haber vencido al octavo clasificado de manera más contundente. Chris Paul jugó 35 minutos en el encuentro inaugural y marcó 30 puntos, con 7 rebotes y 10 asistencias. Y Devin Booker marcó 25 puntos en 41 minutos. Las dos principales piezas del quinteto llegaban a tope a la postemporada. Todo iba según lo previsto. Fue un 110-99 que garantizó tranquilidad.

En 25 minutos del segundo partido, Booker marcó 31 puntos y Paul atrapó 14 rebotes. Pero los Pelicans ganaron por 125-114, en un choque, como el primero, jugador en el Talking Stick Resort Arena, que le metió el miedo en el cuerpo al equipo de Arizona.

El tercer enfrentamiento, en el New Orleans Arena, marcó un apretado 111-114, con Booker fuera y 28 puntos de Paul, y una cantidad similar de Deandre Ayton. En el cuarto, en el mismo escenario y otra vez sin Booker, y casi sin Paul, que solo anotó cuatro puntos, los Pelicans empataron la serie a dos puntos por bando. Pero lo que pareció una gran sorpresa terminó ahí.

Los de Phoenix ganaron los dos siguientes y pasaron de ronda. Iban a enfrentar a los Mavericks de Dallas, que se sobrepusieron a una lesión de su estrella, Luka Doncic para superar a los Jazz de Utah, también en seis partidos.

En Phoenix confiaban. El año antes los Suns perdieron por 4-2 la final de la NBA ante los Bucks de Milwaukee, una instancia a la que llegaron por tercera vez desde su estreno en la competición, en la temporada de 1968-1969. Antes habían perdido en rondas por el título antes los Boston Celtics por 4-2 en 1976, y por la misma diferencia ante los Chicago Bulls del mítico Michael Jordan en 1993.

Al iniciarse la segunda ronda de play off, en casa, los Suns combinaron el trabajo de sus mejores hombres, Paul, Booker y Ayton para dejar sin valor el partidazo de Doncic, que anotó 45 puntos, atrapó 12 rebotes y dio 8 asistencias. Al final, el 114-121 dejó las cosas en su lugar, y seguirían así en el segundo partido, también en el Talking Stick Resort Arena, que terminó con marcador de 109-129, otra vez con gran partido de Paul y Booker, en tanto Doncic marcaba 35 para los derrotados.

Dallas ganó por 103-94 en su regresó al American Airlines Center, en un choque en el que los cinco abridores de los Suns sumaron dobles dígitos. Doncic y sus compañeros, sin embargo, lograron descontar. Y en el cuarto, pese a los 35 puntos de Booker, Dallas igualó la serie 2-2 al ganar 101-111. Ser local era sinónimo de triunfo hasta entonces y seguiría así al menos en los dos próximos partidos.

En casa, Los Suns volvieron a ser los mismos y ganaron por 30 puntos de ventaja: 80-110 y ya se veían en la final de Conferencia, pero Dallas tenía un plan y lo cumplió. Ganó en su pabellón por 86-113 con un imperial Luka Doncic y dejó todo listo para la vuelta a Phoenix.

Lleno estaba el Talking Stick Resort Arena para el partido decisivo, pero el 123-90 final lo vieron pocos, porque la mayoría abandonó sus asientos en el tercer cuarto, cuando los Mavericks llegaron a tener más de 40 puntos de ventaja sobre unos rivales que aún no se explicaban cómo podían perder, y menos en casa.

Con la derrota, los Suns dicen adiós a un sueño que acariciaron en su mejor temporada regular. Y los Mavericks van contra los Warriors de Golden State en busca de un puesto en la final ante el ganador de la Conferencia Este, entre el Heat de Miami y los Celtics de Boston.

Tal como van las cosas, no hay un claro favorito en el Oeste, donde los Warriors jugaron para 53-29 y los Mavericks para 52-30, y ocuparon los puestos segundo y tercero, por ese orden. En el Este, Miami hizo 53-29 y Boston 52-31, y entre otras cosas, eliminó a los actuales campeones, los Bucks de Milwaukee.

Por historia, los Celtics suman 17 títulos de NBA, los mismos que los Lakers de Los Angeles, mientras el Heat apenas tres. Los Warriors ganaron en seis ocasiones y Dallas solo una, pero tal cual van las cosas es muy probable que sucedan cosas emocionantes en el transcurso de cada pareo en el camino a la final.

Por si acaso, no me atrevería a predecir un ganador, porque cualquier cosa podría ocurrir en una ronda que comienza este 16 de mayo por la Conferencia Este.