Vuelve el fútbol a Italia y España

Una semana después del arranque de la Premier, la Liga 1 y la Bundesliga, le toca el turno a los campeonatos de Italia y España, las otras dos lides que involucran a los otros clubes donde juegan muchos de los mejores jugadores del mundo. Esta vez con la ilusión de ver de regreso al FC Barcelona y a la Juventus de Turín, dos de los equipos más ganadores de los últimos años y que en la temporada 2021-2022 estuvieron lejos de la pelea por los títulos.

En Italia y España sucede como en Inglaterra, donde no hay un único equipo favorito al título, como pasa en Alemania o Francia, donde Bayern de Múnich y PSG, por ese orden, son los candidatos de más fuerza a ganar. En el caso de los bávaros por el dominio que han mantenido por los últimos 10 años, y en el de los parisinos por la constelación de estrellas que han logrado reunir en busca de una Champions y que les sirve para repetir en la Liga 1.

En España, sin embargo, parece solo cosas de dos, los de siempre: Real Madrid y Barcelona, con alguna opción también para el Atlético de Madrid, pero en el Calcio hay más equipos involucrados, entre ellos el campeón Milán AC, Inter de Milán, Roma, Nápoles y Juventus. Todos tienen opciones de ganar, que sería el primer objetivo, y luego hacerse de una de las cuatro plazas que dan boletos para jugar la siguiente Liga de Campeones.

HASTA LA ROMA DE MOURINHO TIENE OPCIONES EN ITALIA

En Italia hay varios candidatos al título. Cualquiera de ellos puede llevarse el Scudetto, porque el nivel entre los aspirantes es muy parejo. Y aunque algunos se han reforzado, ninguno logró, al menos hasta ahora, tomar una diferencia notable en cuanto a plantilla como para considerarlo el gran favorito, por encima del resto, aunque el equipo a vencer, por su condición de campeón, es el Milán AC.

En el Calcio todos los equipos con posibilidades de competir por el título perdieron jugadores importantes. Y todos, también, incorporaron piezas de nivel, pero muchas veces no basta con los refuerzos para hacer una plantilla ganadora, porque los recién llegados no terminan por integrarse al engranaje que propone el técnico, o al grupo, y a la postre en lugar de un acierto, los recién llegados se convierten en un lastre.

Uno de los candidatos de más fuerza, el Inter de Milán, perdió a coste cero a dos de sus principales atacantes, el croata Ivan Perisic y el chileno Alexis Sánchez, dos veteranos cuyos mejores tiempos ya forman parte del pasado y que se fueron al Tottenham y al Olympique de Marsella, por ese orden, pero a cambio trajeron al belga Romelu Lukaku, un goleador de raza, por una cesión de 8 millones de euros.

También se gastaron más de 23 millones de euros en el delantero argentino Joaquín Correa, que jugaba para la Lazio, con la cual marcó 6 goles en 26 partidos durante la pasada temporada. Mientras, la Vecchia Signora vendió por 67 millones de euros al Bayern Múnich al zaguero nerlandés Matthijs de Ligt, y por 23 al también defensor turco Merih Demiral al Atalanta, además de que perdió, porque se le acabó la cesión, al delantero español Alvaro Morata.

Por si fuera poco, el argentino Paulo Dybala se fue gratis a la Roma y el veterano zaguero Giorgio Chiellini finalizó su contrato y se mudó a Estados Unidos para jugar con Los Angeles Galaxy. A cambio llegó el defensor brasileño Bremer, por 41 millones de euros desde el Torino, el argentino Ángel Di Maria libre desde el PSG, el francés Paul Pogba desde el Manchester United también a coste cero, y Federico Chiesa por otros 40 millones de euros desde la Fiorentina.

Para muchos, sobre todo por la lesión de larga data de Pogba, la Juventus perdió más de lo que ganó, pero aún así lo consideran un contendiente de fuerza, lo mismo que el Milán AC, que solo ingresó dinero hasta ahora por el delantero noruego Jens Petter Hauge, quien se mudó al Eintracht de Frankfurt, en tanto solo pagó una suma elevada por el centrocampista belga Charles de Ketelaere.

La Roma, por su parte, le abrió los brazos gratis a dos jugadores de clase, el neerlandés Georginio Wijnaldum y el argentino Paulo Dybala, además de comprar por 26.5 millones al defensor albanés Marash Kumbulla, además de algún otro veterano ilustre sin contrato para creer en sus opciones de volver a ganar un Sudetto en la Serie A, algo que ya el portugués logró con el Inter.

REAL MADRID Y BARCELONA, O AL REVÉS

Mientras en Italia hay varios candidatos -hasta cinco- para pujar por el Scudetto, en la Liga todo parece cosa de dos, el actual campeón Real Madrid, y el subcampeón Barcelona, con alguna opción para el Atlético de Madrid, pero muy escasa, sobre todo por la forma en que se reforzaron los dos primeros en el presente mercado, con la intención no solo de competir en España, sino de hacerlo en Europa con opciones.

El Madrid, que acaba de ganar la Supercopa de Europa al vencer por 2-0 en Helsinki al Eintracht de Frankfurt, solo incorporó hasta ahora al zaguero central Antonio Rudiger, que llegó libre desde el Chelsea, y al centrocampista Aurelién Tchouaméni, del AS Mónaco francés, por una cifra cercana a los 100 millones de euros, si se cuentan además las variables establecidas en el contrato.

El equipo blanco, ganó la pasada Liga con una diferencia notable sobre el Barça y, además, se impuso en una Liga de Campeones espectacular, con remontadas tremendas desde octavos a semifinales ante PSG, Chelsea y Manchester City. El triunfo en ambas competiciones le da tranquilidad al presidente Florentino Pérez, pero no al máximo rival, que tuvo que mover la billetera -léase las famosas palancas- para recuperar terreno e intentar estar a la altura.

El Barça trajo a coste cero desde el Chelsea al zaguero central Andreas Christensen, y al centrocampista Frank Kessié desde el Milán AC, y, pese a las deudas de más de mil 200 millones de euros, y el déficit salarial de 144 millones, compró al atacante polaco Robert Lewandowski, al brasileño Raphinha, al francés Jules Koundé, renovó a Dembelé y aún quiere fichar al lateral izquierdo español Marcos Alonso y al centrocampista portugués Bernardo Silva.

Hasta ahora se ha gastado el Barça cerca de 200 millones de dólares en fichajes, entre fijos y variables, pero la cifra podría ir hasta cerca de 300 si llegan Alonso y Silva, en un accionar que han criticado directivos, entrenadores y futbolistas de media Europa, pero a lo cual no han hecho mucho caso desde Can Barça. Para lograrlo han vendido una buena parte de sus activos, como Barça Studios, los derechos de tv, y el merchandise del club.

Si con esos pasos logran ganar la Liga o la Champions, todo estará bien, pero si la temporada vuelve a ser un fracaso, el futuro del club estará en veremos, y ni hablar del entrenador Xavi Hernández ni del presidente Joan Laporta, que dejarán de ser los nuevos mesías del mundo culé para convertirse en los peores villanos, peores incluso que el expresidente Josep María Bartomeu y alguno de los últimos técnicos, como Quique Setién o Ronald Koeman.

El Atlético, por su parte, intentará volver a ser competitivo, aunque al entrenador Diego Simeone le hubiera gustado un jugador que le aportara una buena cantidad de goles, Alguien al estilo Cristiano Ronaldo, pero aunque al Cholo le gustaba la llegada del otrora atacante del Real Madrid, a la afición no, y la directiva, al parecer, terminó por pasar de su contratación desde el Manchester United, al menos por el momento.