El partido entre el Real Madrid y el Barcelona puede ser el emparejamiento de cualquier deporte más seguido del mundo, sin importar el torneo al que corresponda, la fecha, la posición de cada uno en ese momento, incluso la necesidad de uno u otro de ganar. Cualquiera sea la situación, cientos de millones de personas tendrán sus ojos puestos en lo que ocurra entre los dos grandes de España.
Esta vez, en la ida de la temporada 2024-2025 de la Liga. ambos llegan en situación muy similar: el Barça es líder absoluto, con 27 puntos de 30 posibles, con nueve victorias y una sola derrota hasta el momento, encajada ante el Osasuna en El Sadar, y con un técnico que ha cambiado el fútbol de poseción y toque por uno más rápido, más potente y mucho más efectivo.
El Real Madrid va tres puntos por detrás. Aún no ha perdido su primer partido, pero ha empatado en tres ocasiones, siempre lejos del Santiago Bernabéu, y esos seis puntos que se ha dejado ante Mallorca, Rayo Vallecano y Las Palmas, dispararon las alarmas entre la afición que no termina de enamorarse del juego del equipo, por más que haya llegado el jugador con el que soñaron desde hace muchos años, Kylian Mbappé.
Lamine Yamal parece tener 26 o 28 años. [...] Tiene un talento que muy pocos tienen. Tiene una visión diferente a la de un chico de su edad. [...] En términos de juego, hablando de talento, Lamine tiene mucho más material que Vinicius, aunque él tiene más experiencia y es más jugador con los títulos ganados con el Madrid. Vinicius es uno de los 3 mejores del mundo pero por edad y talento, yo prefiero a Lamine
LA OBLIGACIÓN DE GANAR
Un clásico siempre es un gran partido, y no importan las bajas que haya en uno u otro elenco. Ambos siempre tienen la obligación de ganar, aunque el último que lo hizo tiene menos presión, y lo cierto es que los tiempos recientes no han sido nada buenos para el equipo blaugrana, envuelto en una crisis de credibilidad (Casi Negreira), otra económica y una tercera de resultados.
La temporada anterior, el Barcelona se fue en blanco: no solo perdió los dos clásicos, sino que no logró levantar ningún título, mientras el rival ganaba Supercopa de España, Liga y Champions, a lo cual agregó la Supercopa de Europa hace poco más de un mes. Eso le da tranquilidad al equipo blanco, que puede hacer las cosas con más calma, aunque en estos equipos todo lo que no sea ganar es un fracaso.
En un partido así, no hay favorito. Es el mejor partido que se puede jugar en la Liga y en Europa. Les podemos ganar con nuestras ideas y eso queremos demostrar
Sin embargo, a pesar de los títulos, el Real Madrid tiene la misma presión por sacar un buen resultado que el Barcelona. En primer lugar, si pierde, se iría seis puntos por detrás del rival, algo así como que comenzaría a descolgarse de la pelea por la Liga, además de que dejaría tocado a Carlo Ancelotti, quien ha sido objeto de críticas en los medios y en las redes por el revés ante el Lille en Champions y los empates en La Liga.
Carletto, sin embargo, es un viejo zorro, un entrenador que siempre encuentra la forma de salir airoso, aún en las situaciones más complejas, y mientras menos opciones le dan, mejor se maneja. Además, tiene una plantilla cuajada de estrellas a su mando, que aún no terminó de explotar, sobre todo, porque le está costando muchísimo iniciar el juego de ataque y llevar la pelota al arco rival.
La salida de Toni Kroos le creó un problema al entrenador del Madrid, mientras el Barcelona se las ha apañado en estos primeros dos meses de competición con un grupo de jóvenes canteranos, unidos a veteranos determinantes, como Robert Lewandowski o Raphinha, que han sido cruciales en el desempeño del club, al menos hasta el momento, y en Champions inclusive.
¿QUIÉN GANARÁ EL CLÁSICO?
Sería bueno tener una especie de oráculo para saber qué pasará, pero el fútbol es tan imprevisible que solo podemos hacer conjeturas sobre lo que puede ocurrir en el campo, y ni aún así, porque el juego puede estar condicionado, incluso, por otros factores, como el papel del árbitro, un error puntual de un jugador, lo mismo en una acción puntual que por falta de concentración.
Si me preguntan si puede ganar el Barça, respondería que sí. Claro que puede ganar. Es un partido de once contra once, al menos al inicio, y en esas condiciones cualquiera de los dos puede llevarse la victoria, los tres puntos, y continuar con su buen paso en este arranque de temporada, porque a ambos les ha ido muy en estos comienzos de Liga, incluso en Europa.
Habitualmente en este estilo de partidos no hay que hablar mucho. La idea es recordar una estrategia muy clara, muy sencilla...y nada más. No es un tipo de partido en el que haya que decir mucho. Cuando jugaba me preocupaba mucho y Van Basten me decía: "Tranquilo, la estrategia es muy clara. Dame el balón". Y funcionó muchas veces.
El Barça parece más trabajado, con más juego de equipo, con más entendimiento, pero solo puede ser una ilusión óptica. Y el Madrid parece depender más de sus individualidades, como ocurrió el martes en Champions ante el Borussia Dortmund, cuando Vinicius Junior se echó encima el equipo y logró remontar dos goles para terminar ganando por goleada amplia de 5-2.
Ese resultado representó un espaldarazo para Ancelotti y su equipo ante una afición que volverá a llenar este sábado el Santiago Bernabéu, pero no menos importante fue el triunfo del Barcelona por 4-1, en el Olímpico de Montjuic, ante un Bayern de Múnich que tenían atragantado desde hacía mucho tiempo. En Champions, ambos salieron fortalecidos, pero esto es la Liga.
Es la Liga y aunque creo que el Barça puede tener más motivación, como equipo, las estrellas del Madrid van a ser determinantes. Vinicius, que le tiene la medida tomada al rival, querrá tener otro gran partido ante el eterno rival; Mbappé irá a dar el golpe definitivo ante su público para que sepan que aún es el mejor del mundo, y Bellingham llegará con hambre de goles después de un año anterior prolífero y un inicio de temporada a la baja en el apartado anotador. ¿Qué tal un 3-1)