En las últimas horas algunos medios de prensa se hicieron eco de unas declaraciones del argentino Oscar Ruggieri, en la que recuerda una conversación con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, en la cual el campeón mundial de México 1986 le pregunta al mandatario blanco las razones por las cuales no hay compatriotas suyos en las filas del primer equipo, a pesar del nivel de los jugadores de la nación suramericana.
A Ruggeri, quien vistió durante una temporada la casaca del Real Madrid, con el cual ganó una Liga, le extraña la situación, pero lo cierto es que desde la salida de Ángel di María del club, luego de ganar la Champions en la temporada 2013-2014, ningún otro compatriota de Diego Armando Maradona y Lionel Messi ha vuelto a vestir la elástica del club más poderoso del mundo, a pesar de que por años fueron habituales en la plantilla.
Di Maria desembarcó en 2010 y se puso a las órdenes de José Mourinho, con el cual llegó a tres semifinales de Champions y, cuando se fue el portugués, fue un pilar para Ancelotti en la conquista de la décima. Suyo fue el slalom en Lisboa, con disparo que repelió Thibaut Courtois y que remató después Gareth Bale para el 2-1 de aquella final que terminó con marcador de 4-1 y que el Madrid estuvo a punto de perder.
Ya cuando salís y decis: esta es la cancha del entrenamiento del Real Madrid, te hacen tan chiquitito. ¡Qué monstruo es ese club! Es el mejor club del mundo, pero lejos, lejos de todos.
UNA HISTORIA LLENA DE GRANDES FIGURAS
Antes de la marcha de Di María, un año antes, el Madrid se deshizo de Gonzalo Higuaín, quien había llegado al club en 2007, cuando el equipo andaba a la búsqueda de un delantero para suplir la marcha de Ronaldo Nazario, quien no terminó de encajar con Fabio Capello, quien lo señaló como un despreocupado, que no estaba nunca en peso, aunque después se supo que padecía de una enfermedad que favorecía el aumento del peso corporal.
Higuaín, que llegó en tiempos de Ramón Calderón, tuvo como hándicap la presencia de otro nueve de nivel en Karim Benzema, un fichaje de Florentino Pérez, que terminó por hacer historia en la plantilla y dejó el equipo en el mercado de verano de 2023, rumbo a la Liga de Arabia Saudita y cuando ya había ganado cinco veces la UEFA Champions League, se había convertido en uno de los mejores goleadores históricos y ganado un Balón de Oro.
La historia de los argentinos en la plantilla del Real Madrid la marcó con letras doradas Alfredo Di Stéfano, el hombre que cambio para siempre al club, junto al presidente histórico Santiago Bernabeu. El que fue también jugador de River Plate no solo dejó su impronta y su legado con muchos goles, títulos y balones de oro sobre el césped, sino que fue entrenador del primer equipo, incluso presidente de honor del club.
También hizo historia de blanco el excelso centrocampista Fernando Redondo, cuya salida del equipo muchos aficionados aún lamentan. A Redondo, un crack en el mediocampo, lo adoraban en el Paseo de La Castellana y había aficionados que iban al estadio solo a verlo jugar, por la clase que desprendía en el campo y su poderío físico, cuando las lesiones no lo maltrataban.
Otro que dejó un grato recuerdo y que dejó una estela notable fue Jorge Valdano, compañero de Ruggeri en aquella aventura junto a Diego Armando Maradona en México 1986. Valdano fue delantero del equipo, luego estuvo como entrenador y terminó siendo director deportivo, a las órdenes de Florentino Pérez, pero la aventura se truncó con la llegada de Mourinho, que reclamó poderes absolutos y puso al presidente a decidir entre él y el argentino.
ALGUNOS FIASCOS Y UNA DÉCADA EN BLANCO
Todos los mencionados lo hicieron bien en el Madrid. También tuvieron algún tipo de protagonismo Fernando Gago, Juan Eduardo Schneider, Santiago Solai, Esteban Cambiasso, Javier Saviola o Gabriel Heinze, aunque hubo alguno que no dejó un buen recuerdo y me viene a la mente Walter Samuel, a quien Capello quiso traer de todas formas, luego de un par de campañas espectaculares con la Roma, pero que nunca se adaptó al Bernabeu ni a su afición.
En Italia, Samuel era un valladar en la defensa y se ganó el nombre de El Muro, pero en el Calcio estaba más protegido y en un Madrid con mucho atacante y poco trabajo de equipo, siempre estaba entregado ante los delanteros rivales y los goles del equipo terminaron por pasarle la cuenta. Un día se encaró con la grada y firmó su sentencia definitiva: tuvo que regresar a Italia luego de haber perdido mucho de su pedigrí.
Sin embargo, la experiencia de los argentinos en el Real Madrid no fue la de Samuel. Desde el club se ve con buenos ojos a los jugadores de aquel país, aunque es cierto que los cañones están enfocados a Brasil, desde donde han sacado varias perlas en los últimos años, algunas llevadas directamente a España, como Vinicius Junior y Rodrigo Goles, y otras a través de terceros equipos, como el caso de Eder Militao, quien fue fichado del Porto, a donde llegó desde el Sao Paulo.
¿Eso quiere decir que no hay jugadores argentinos con clase como para jugar en el Madrid? Nada de eso. Hay mucha calidad. El Madrid coqueteó alguna vez en los últimos años con Paulo Dybala, pero nunca se dio la posibilidad real de fichar a La Joya, lo mismo que a Lautaro Martínez, de quien se hablado durante mucho tiempo, sin que cristalice nunca una cuerdo, aunque no se sabe a ciencias ciertas si hubo contactos reales entre directivas o agentes.
En el Real Madrid gustaba Julián Álvarez pero se lo llevó el Manchester City. También Ezo Fernández, pero se fue al Chelsea, y luego no hay otro jugador en Argentina como para mejorar lo que tiene el Real Madrid, en cuya cantera hay un centrocampista, Nico Paz, que ya es internacional con la albiceleste, a pesar de haber nacido en Canarias, que pudiera ser la próxima joya argentina en el primer equipo del Real Madrid. No hay que desesperar.
