Xabi Alonso es ahora mismo el entrenador de moda en Europa. El paso que lleva con el Bayer Leverkusen y la ventaja que le saca en la Bundesliga al Bayern de Múnich parecen indicar que la hegemonía bávara sobre la competición, que data de más de una década, llegará a su final, y todo gracias a un entrenador que jugó en el Alliance Arena por pedido expreso de Pep Guardiola cuando entrenaba allí.
Si el mundo del fútbol funcionara con normalidad, Alonso que va a meter al Bayer en la próxima edición de la UEFA Champions League, debería estar con los suyos, para ver hasta dónde los lleva en la principal competición continental, incluso los pudiera guiar en la defensa de un hipotético trofeo en la competición germana, en la que todo hace indicar que ganará esta vez, salvo milagros, esas cosas que a veces ocurren en el más universal.
Pero nada de eso está garantizado. Solo se sabe que Alonso está ahora mismo en el Bayer Leverkusen, que terminará la temporada allí, y que está en el punto de mira de varios de los principales clubes europeos, sobre todo en aquellos en los cuales jugó alguna vez. Y eso que el Real Madrid, con la renovación de Carlo Ancelotti, al parecer desistió en sus intentos de colocarlo al frente del banquillo para la próxima campaña.
TRES GRANDES CLUBES SIN ENTRENADORES
Las sorpresas en el mundo del fútbol están a la orden del día. A estas alturas, por ejemplo, nadie podía imaginar que tres de los más poderosos clubes europeos iban a tener entrenadores con fecha de finiquito anunciada, unas veces por voluntad propia y otras por determinación de sus juntas directivas. Me refiero al Barcelona español, al Liverpool inglés y al Bayern Múnich alemán. Todos esos anuncios hechos en un casi un mes.
El germano Jurgen Klopp, que tiene al Liverpool como líder de la Liga Premier de Inglaterra, dijo hace algunas semanas que esta será su última temporada en Anfield Road, suceda lo que suceda con los Reds hasta junio. Adujo cansancio físico y psicológico, el agotamiento típico de una década de trabajo en un puesto con demasiada exposición. Al menos, advirtió, se tomará un año sabático, un tiempo para descansar y repensar las cosas.
Xabi Alonso jugó en el Liverpool y con Rafa Benítez en el puesto de mando, fue campeón de Europa. En Anfield se frotan las manos con la posibilidad de que el hijo pródigo regrese a casa para hacerse cargo del equipo en la próxima temporada. Y aunque Alonso no lo haya dicho, la idea lo apasiona. En la Premier League los entrenadores tienen todos los poderes, o casi todos. Y el Liverpool es uno de esos en los cuales se deja trabajar al técnico.
También anunció que no seguiría Xavi Hernández, el aún técnico del Barcelona. El otrora internacional con Alonso en la selección española atravesó meses complicados con el equipo catalán y encajó un par de eliminaciones consecutivas en la Supercopa de España y en la Copa del Rey, además de alejarse en la pelea por el título de Liga y terminó por abdicar, con la condicionante de que se irá cuando termine la temporada.
El Barcelona no es un lugar para Xabi Alonso. Aunque de allí se levantaron algunas voces pidiendo que fueran a por él, enseguida se apagaron. El estilo de Alonso no encaja con lo que normalmente quieren los aficionados culés y la directiva del club. Además de que ahora mismo todo lo que rodea al mundo blaugrana es un polvorín y eso es lo menos que querría un entrenador que gana aceleradamente puestos en el escalafón de los mejores técnicos.
EL BAYERN MÚNICH SERÍA EL SITIO IDEAL, PERO...
Comoquiera que el contrato de Carlo Ancelotti finalizaba en junio y que el entrenador del equipo blanco coqueteó con la selección brasileña para ejercer como timonel, en algún momento se manejó el nombre de Alonso para hacerse cargo del equipo blanco. La idea le gustaba a todas las partes. El tolosarra se inició como técnico en las categorías inferiores del Real Madrid, para irse de ahí a la Real Sociedad B, y luego al Leverkusen.
Pero el pacto hasta 2026 con Ancelotti zanja cualquier duda. El italiano estará al menos una temporada más en el Santiago Bernabeu y eso impedirá que Alonso haga las maletas, deje al Bayer y se ponga al frente de Vinicius, Rodrigo, Bellingham, Camavinga y tal vez hasta Kylian Mbappé, si por fin termina fichando para Florentino Pérez en los p´roximos meses. Pero esa opción no se puede abandonar jamás. No lo hace el club y tampoco Xabi.
Aunque Carletto tiene un acuerdo hasta 2026, eso no quiere decir que vaya a llegar hasta allá. Y A Alonso le quedarían dos opciones: seguir en el Bayer Leverkusen, jugar la Champions de 2024-2025 y defender el hipotético título en la Bundesliga, o rescindir su contrato e irse al Bayern de Múnich, donde también tiene pasado. Trabajo tendrá el técnico, solo tiene que organizar bien su agenda para no equivocarse.
Ahora mismo, todas las ofertas parecen buenas. Quedarse en su actual equipo es una buena opción. Puede ganar la Bundesliga y la UEFA Europa League, y en la siguiente campaña jugar la Champions y defender el trofeo doméstico. Puede irse al Liverpool, un equipo al que lleva en su corazón, pero también podría cambiar de aires en la Bundesliga y entrenar al Bayern de Múnich.
En última instancia, si tuviera un poco de paciencia, en algún momento el Real Madrid tocará a su puerta y le ofrecerá trabajo. Cualquiera de esas opciones lo catapultarían al top three de los mejores entrenadores del mundo. Solo tiene que pensar bien cada paso, tomar la mejor decisión y hacer que el equipo donde esté juegue como el actual Leverkusen. Lo otro será más un poco de plantilla y suerte, y a los grandes esas cosas no suelen faltarle.