Antonio Rudiger llegó al Real Madrid a ganarse un puesto. No renovó contrato con el Chelsea y se presentó en el Santiago Bernabeu con su carta de libertad. Florentino Pérez quería darle a Carlo Ancelotti un hombre con carisma para el centro de la zaga, pero el técnico italiano tenía su pareja de centrales titulares: Eder Militao y David Alaba. Con ellos había ganado la UEFA Champions League y no quería tocar su formación.
El alemán, con orígenes en Sierra Leona, fue bienvenido en el vestuario. Cayó bien desde el primer día, pero el entrenador le dejó claro desde el primer momento que para el centro de la zaga están el austriaco y el brasileño. El internacional germano se lo tomó como un reto más: espero sus oportunidades, alguna lesión de un lateral, tarjetas para Alaba y Militao, alguna fecha de descanso y fue ganando en importancia.
A la ida de las semifinales de la Champions League de la temporada anterior, Militao, la gran estrella de la defensa blanca, llegó con las tarjetas suficientes para no poder saltar al césped, y Ancelotti le dio a Rudiger la tarea de marcar a la gran estrella del Manchester City, Erling Haaland. Rudiger se pegó al noruego como una sanguijuela, que vio como pasaron los 90 minutos sin poder conseguir un gol. El partido terminó 1-1.
LLEGAN LOS GALONES
Para el choque de vuelta, Carletto podía contar ya con el brasileño y le devolvió la titularidad, a pesar de que el final de la campaña no había sido lo mejor de su carrera. Pero le tenía mucha confianza y lo devolvió al campo. Cierto que Haaland tampoco marcó pero el City lo hizo en cuatro ocasiones y se ganó un puesto en el partido por el título, que finalmente ganó por 1-0 ante el Inter de Milán.
Para el Real Madrid no fue una temporada de escándalo, porque ganaron el Mundial de Clubes y la Copa del Rey. La directiva le dio algunos retoques a la plantilla pero el centro de la zaga quedó tal cual: Militao, Alaba, el capitán nacho Fernández y Rudiger. Pero Militao sufrió una lesión de larga duración, que llevó pasar por el quirófano, y el italiano volvió a confiar en Rudiger, y mejor no lo pudo hacer el carismático zaguero.
Ahora mismo el Real Madrid es el equipo menos goleado en la Liga Española y en gran medida depende del trabajo de Rudiger, que se ha convertido en todo un líder entre los defensores. Atrás va al seguro, lo mismo al corte que por arriba, y es una garantía en las jugadas a balón parado del equipo rival. Hasta ahora solo se ha perdido un partido, por acumulación de tarjetas amarillas, pero ha jugado todo lo otro.
A la solvencia en La Liga hay que agregar que siempre estuvo disponible en Champions y ha sido puntal en el pleno de triunfos del equipo blanco por su grupo. Cuando el alemán juega, los arqueros blancos: ya sean Kepa Arrizabalaga o Andriy Lunin sienten un poco más de tranquilidad, porque saben que los delanteros rivales tendrán que pasar por el muro que monta siempre su mejor defensor.
El gran año de Rudiger ha coincido con el gran momento de Dani Carvajal, quien salió a mitad de partido ante el Granada este domingo, además de la seguridad de Ferland Mendy, cuando ocupa el carril izquierdo, o a la solvencia de Eduardo Camavinga, ahora lesionado, cuando le ha tocado jugar por la izquierda, donde siempre lo hace muy bien, como si hubiera nacido para jugar en aquella demarcación, por más que diga que es centrocampista.
¿Y CUANDO VUELVA MILITAO?
Rüdiger sabía que iba a tener un puesto de importancia en el equipo. Solo necesitaba tiempo y continuidad para ganárselo. Tenía claro que si le daban minutos, el entrenador no tendría más remedio que contar siempre con él y la lesión del brasileño ha sido el momento oportuno. Las desgracias de uno, suelen ser bendiciones para otros, y el alemán lo está aprovechando, en espera de que el suramericano se recupere y vuelva.
De los dos lesionados de gravedad de la plantilla -Militao y Thubaut Courtois- el brasileño va más acelerado en la recuperación y los medios de prensa cercanos al club dicen que es probable que esté de vuelta para marzo, justo cuando la temporada entra en su parte crítica, y cuando el equipo blanco tiene que jugar partidos decisivos en Copa del Rey, Champions y la competición doméstica, y entonces el técnico tendrá que decidir.
Si el alemán sigue como hasta ahora, y no tiene por qué ser diferente, y Militao regresa en su mejor versión, lo más probable será que Alaba pierda su condición de titularísimo en favor de Rudiger. El austriaco no ha tenido su mejor año, es más propenso a lesionarse y es menos contundente que los otros dos. Y aunque tanto Militao como Rudiger son mejores por la derecha, el germano puede hacerlo en la izquierda.
Una pareja formada por el brasileño y el alemán le daría garantías adicionales a la zaga, en velocidad, contundencia, habilidad al corte, aunque sin Alaba el equipo perdería en la salida del balón, en el acierto en los balones largos, incluso en las jugadas a balón parado para los de perfil zurdo, unas atribuciones que se toma el capitán de Austria, aunque sin mucho acierto en los últimos partidos.
De cualquier manera, lo de Rudiger no es una sorpresa para Ancelotti, la directiva o el resto de sus compañeros. Todos saben de qué va el zaguero, incluso en los entrenamientos, donde va siempre a tope y se desfonda desde el primero al último minuto con la intención de dejar claro que se ha convertido en el macho alfa de la zaga y no está dispuesto a ceder su condición, por más que regrese Militao en los próximos meses.