Resultados del partido entre Carlos Alcaraz y Jan-Lennard Struff Wimbledon 2022: victoria para el español

Alcaraz sufre pero gana en su estreno en Wimbledon

El español Carlos Alcaraz tuvo que remontar un partido muy complicado ante el alemán Jan-Lennard Struff en su estreno en la edición de Wmbledon 2022 para conseguir el pase a segunda ronda con marcadores de 6-4, 7-5, 6-4, 7-6 (7/3) y 6-4, luego de horas de sufrimiento y de intentar una y otra vez quebrar el servicio de un teutón cuyos saques superaron con facilidad los 200 kilómetros por hora.

Ser favorito le hizo daño

El jovencito jugador español, de solo 19 años de edad, llegó a All England Club con el cartel de favorito, junto al serbio Novak Djokovic, su compatriota Rafael Nadal y el griego Stefanos Tsitsipas y esa condición jugó en su contra en su estreno en la Pista 1, sobre todo en los tres primeros sets. Al final se rencontró con su juego y pudo ganar las mangas cuatro y cinco, no sin sufrir ante un rival de 32 años que plantó cara desde el mismo punto inicial.

Cinco sets de sufrimiento

Nada más arrancar el partido, el germano quebró el saque de Alcaraz, con quien se veía por segunda vez en su carrera, porque ya habían chocado una vez, en el Roland Garros de 2021, con victoria para el alemán, quien a partir de entonces vio como el español crecía en el escalafón mundial hasta entrar al selecto top ten.

Struff, por su parte, ocupa el puesto 155 y solo acumulaba dos victorias en 2022, pero demostró muy buen tenis en los minutos iniciales y mantuvo la ventaja sobre el murciano, quien no pudo devolverle el quiebre, y el set terminó favorable al alemán por 6-4.

El español estaba obligado a mejorar y casi consigue el quiebre en el segundo juego del segundo set, pero con todo a su favor dejó escapar la oportunidad, aunque su juego mostró una mejoría significativa, y sobre todo comenzó a ganar confianza con su saque y a apretar en el resto.

Sin embargo, con el partido igualado 3-3, el alemán tuvo oportunidad de rotura, que al final el español solventó para el 4-3 momentáneo, porque tener que remontar a esas alturas hubiera sido demasiado difícil, sobre todo para alguien que venía de caer en el set inicial.

Al final, el set terminó por 7-5 favorable a Alcaraz. Las acciones se igualaban y parecía que todo empezaría de nuevo, haciendo ver el favoritismo del español, pero otra vez el germano aprovecho una oportunidad de rotura, con el set 3-3, se fue delante y su rival no pudo remontar.

Alcaraz mantuvo su saque en el inicio del cuarto set, y estuvo 40-40 en varias ocasiones, en un intento de quiebre que al final no cristalizó, porque Struff no lo dejó jamás tomar ventaja para el 1-1, amparado, sobre todo, en su saque potentísimo que llegó hasta los 212 kilómetros por hora, ante el cual su rival apenas podía hacer nada.

El germano sacaba partido de sus 1.96 metros para dominar con el servicio y apretó todo cuanto pudo en el cuarto set para terminar las acciones, en tanto Alcaraz sufría pero defendía sus saques e intentaba quebrar, como en el octavo juego, cuando tuvo tres opciones de quiebre y varias veces 40-40, pero sin poder conseguir la ruptura. Al final tuvo que ir a tie break y el español lo ganó por cómodo 7-3.

Y en el último set, después de muchos intentos, logró el quiebre en el noveno juego y con él sentenció un partido extenso y agotador, tal vez uno de los más difíciles de su corta carrera, pero del cual debe sacar muchas experiencias para el futuro, sobre todo si quiere ser número uno del mundo y ganar Grand Slam.

Un triunfo vital y arrobas de experiencia

Alcaraz no subestimó nunca a Struff. Solo que le costó mucho acomodarse a la superficie, al bote de la pelota, a la fuerza del servicio rival, situaciones que lo llevaron al límite por momentos, y entonces dejó de ser -o no pudo- el jugador agresivo de siempre, el que siempre encuentra una salida por muy complicado que vaya el partido.

Fue apenas el estreno en Wimbledon, la posibilidad de seguir su camino, pero más que eso le da mucha experiencia sobre cómo enfrentar a rivales más experimentados, tal vez alejados de los puestos de avanzada en el escalafón mundial, pero siempre peligrosos. Struff fue una muestra y Alcaraz puede estar feliz por haber pasado de ronda.