El Real Madrid y el Manchester City juegan este miércoles el, tal vez, más importante partido del año a nivel de clubes. Ambos equipos buscan un boleto para la final de la UEFA Champions League, y el ganador lo hará con muchas opciones de levantar La Orejona, como llaman al trofeo que otorga la lid. Será un choque entre dos formas de ver el fútbol, entre un histórico de la competición continental y un advenedizo.
El estadio Santiago Bernabeu será el escenario del pareo en el que dos colosos de los banquillos, como Pep Guardiola y Carlo Ancelotti, estarán frente a frente. Y en el que dos de los mejores jugadores del mundo en el presente se verán las caras: Vinicius Junior y Erling Haaland. Y también donde dos formas de manejar el fútbol chocarán entre sí para demostrar la hegemonía de una sobre la otra.
Por un lado, el City invierte millones y millones provenientes del petróleo cada año, con la intención de ganar por primera vez en Europa, luego de un férreo dominio en la última década en la Liga Premier. Del otro, el actual campeón de Europa intentará demostrar que se puede llegar lejos si gestionas bien los propios recursos del fútbol, sin más ayuda que la generada por el propio club en su labor de cada día.
EL EQUIPO DE PEP GUARDIOLA Y HAALAND
El Manchester City fue hecho a la imagen y semejanza de Pep Guardiola, un técnico al cual sus colegas veneran, lo mismo que todos aquellos jugadores que alguna vez han trabajado con él. Hizo historia con el Barcelona de Lionel Messi y Ronaldinho Gaúcho, con los cuales mostró un fútbol de posesión y elegancia pocas veces visto con anterioridad. Aunque después se fue porque la presión en Cataluña lo aplastó.
Pasó luego por el Bayern Múnich y dominó en Alemania, pero no pudo en Europa, y al final decidió salir también y asumir como dirigente del City, cuyos dueños lo han complacido siempre con cuanto jugador ha querido. Si Guardiola pide a un crack, el club paga y se lo pone en las manos, y si no quiere a alguno, por cualquier motivo, la directiva se encarga, de la misma forma, de quitárselo de encima al técnico.
Con esas condiciones el entrenador español desplazó a las más grades potencias del fútbol en Inglaterra: Manchester United, Liverpool y Chelsea, y se abrió poco a poco camino en Europa, aunque sin poder alzar, hasta ahora, el trofeo máximo. El descalabro del año anterior, precisamente frente al Real Madrid, hizo que los dueños hicieran un esfuerzo más para complacer al gurú de los banquillos y le dieron a Erling Haaland.
Con la llegada del noruego se fueron Gabriel Jesús y Raheem Sterling, como para evitarle al entrenador problemas con la competencia en la delantera. Y luego se marchó, en calidad de cedido al Bayern, Joao Cancelo. Así, Pep se quedó con los hombres que quería, para jugar a su manera e implicar al mejor goleador del momento en sus esquemas y en su juego. Y Haaland no lo ha hecho quedar mal, al menos hasta ahora.
En unas horas, el entrenador volverá a depender de su crack para sacar un resultado positivo del Santiago Bernabeu. Como positivo se entendería un triunfo, un empate, o incluso una derrota por la mínima diferencia. Pero Pep no se conformará con eso y querrá más, porque sabe que tiene en sus manos una de las mejores escuadras jamás entrenadas por alguien, y con ella querrá ganar.
ANCELOTTI Y 11 MÁS
El técnico italiano del Real Madrid es un tipo cauto, más bien humilde, de esas personas que no presumen de nada, aunque sea el entrenador con más títulos de Champions, y el único que ha podido ganar en cada una de las cinco principales ligas de Europa: Con Milán AC, Chelsea, PSG, Bayern de Múnich y Real Madrid. Con este último logró en las dos últimas temporadas todos los títulos posibles.
En la temporada anterior, Carletto ganó Liga, Champions y Supercopa de España. En la presente, Supercopa de Europa, Mundialito de Clubes y Copa del Rey. Nada mal ese palmarés para alguien a quien se le da muy bien la competición continental, y que deja a los medios hablar porque entiende que el protagonismo verdadero debe corresponder a sus hombres cuando salten al campo. Y así quiere que sea esta vez.
El italiano saldrá con el mejor once posible. Y en ese equipo suelen no faltar Tony Kroos, Luka Modric y Karim Benzema, más algunos jóvenes promisorios que han vuelto a hacer al Real Madrid un equipo ganador, como Vinicius Junior, Federico Valverde, Eduardo Camavinga o Rodrigo Goes. Esta vez le faltará el mejor de sus centrales, Eder Militao, pero formará el centro de la defensa con dos experimentados, Antonio Rudiger y David Alaba.
Para Ancelotti, que también necesita un resultado positivo, ganar en casa puede ser la única opción para enfrentar después el partido de vuelta. Y buscará la victoria desde la experiencia de esos incondicionales veteranos y la pujanza de los jóvenes que ya aprendieron a abrirse paso y a levantar trofeos y que tan importante fueron durante todo el año anterior.
La exigente afición del fútbol tendrá la opción de ver, frente a frente, al impetuoso pretendiente al trono, contra el monarca establecido. Ganar o no, para ambos, dependerá de lo que suceda en la cancha. Los analistas creen que el City es el gran favorito, pero cuando el Real Madrid juega en Champions, predecir que será derrotado -o aplastado, como dijo Wayne Rooney- puede ser una locura.
