En un mundo tan competitivo como el actual, los medios de prensa, las redes y la afición siempre hablan del mejor. El mejor del mundo puede ser un título simbólico que se otorgan unos o que otros le dan al que ellos consideren en la cúspide de cualquier función, pero sobre todo en el deporte. Y a veces, según los medios o los colores que sigas, puede haber hasta tres y cuatro 'mejores del mundo', como ocurre en el fútbol, el tenis, o en el béisbol.
Así, para unos, el mejor tenista de la historia es el serbio Novak Djokovic, porque ha ganado más dinero que nadie en torneos del circuito profesional, o porque ha estado más semanas como número uno de la ATP. Para otros es el español Rafael Nadal, porque ganó más torneos de Grand Slam a lo largo de su carrera. Y para terceros es el suizo Roger Federer, el más elegante de cuantos jugadores salieron a una pista de tenis.
En el fútbol sucede otro tanto. Para unos, Cristiano Ronaldo es el mejor. Anotó más goles que nadie con su selección, y es el máximo artillero histórico del más universal, pero eso no basta a otros, que creen que es el argentino Lionel Messi, ganador de siete balones de oro, dos más que el portugués. Incluso, hay quienes dicen ahora mismo que el mejor del mundo es el francés Karím Benzema.
El galo ganó todo lo que pudo durante la temporada anterior con el Real Madrid. Pero no solo ganó sino que tuvo gran protagonismo en las rondas decisivas de la UEFA Champions League, razón por la cual será casi seguro ganador del Balón de Oro de 2022, que se entregará el venidero 27 de octubre. Pero ni eso basta, porque el arranque demoledor de Erling Haaland con el Manchester City y de Robert Lewandowski con el Barcelona, también les da galones.
Y cómo pasa con los jugadores, también sucede con los árbitros y con los técnicos. Eso de ser el mejor del mundo desde los banquillos va de un lado a otro años tras año. Ora se habla de Jurgen Klopp, de Pep Guardiola, de Thomas Tuchel, Zinedine Zidane, Carlo Ancelotti, José Mourinho, incluso hasta de Xavi Hernández, a quien desde algunos lugares ya consideran un grande, a pesar de que no ha ganado nada.
GUARDIOLA y MOURINHO SIEMPRE EN LAS QUINIELAS
Desde que Pep Guardiola llevó al Barcelona a ganar todos los títulos posibles de una temporada, el mundo culé -léase cercano al once catalán- reservó para él la condición de mejor entrenador del mundo. Según los defensores a ultranza del fútbol de toque que propuso el técnico con Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Lionel Messi, era lo último a lo que se podía aspirar.
Para esos, no hubo antes ni habrá después un entrenador tan bueno ni tan ganador como Guardiola. Era y seguirá siendo el número uno del mundo. Por eso, tal vez, lo llamó el Bayern Múnich con la intención de dominar a Europa, pero le salió el tiro por la culata. El equipo bávaro, que venía de ganar la Champions con Jupp Heynkes, no pudo conseguirlo con Pep, que hizo sus maletas y se fue al Manchester City.
Por esos tiempos, el nombre de José Mourinho también estaba siempre en las quinielas. Había ganado una Champions con el modesto Oporto portugués, llevó al Inter de Milán a un triplete glamoroso y le devolvió la ilusión al Real Madrid, aunque solo ganó una Liga y alcanzó tres veces las semifinales de Champions, sin poder ir más allá, a la final que tanto esperaba la afición.
A Mou le achacaban un juego menos vistoso, pero sus equipos suelen ser muy efectivos, ganadores siempre, y, a fin de cuentas, a los generales no se les exige que sus fuerzas se muevan mejor sobre el terreno, sino que lo aprovechen mejor y ganen las guerras. Y en eso el portugués era un genio, además de un motivador como pocos. Lástima que ahora entrene a la Roma, un equipo que ha perdido fuelle en Italia y en Europa.
KLOPP Y ZIDANE
Jurgen Klopp es uno de los entrenadores más respetados del mundo. Sus equipos atacan en oleadas y sus delanteros tienen las porterías contrarias entre ceja y ceja, razón por la cual el fútbol que hacen enamora más allá del Liverpool y la Liga Premier, por ese motivo, en alguna ocasión, alguno de los grandes clubes de Europa pensó en él para darle vuelta a una situación determinada, entre ellos el Real Madrid.
Otro germano, como Klopp, que tiene seguidores en muchas partes es el ex del Chelsea Thomas Tuchel, quien ha sido cesado en menos de dos años de dos clubes grandes, el PSG francés y el Chelsea, pero que tiene mucho cartel en la Europa de clase alta, si de fútbol hablamos. Entre sus logros hay una Champions, y eso es suficiente para incluirlo en el top then de los mejores del mundo.
En esta lista no puede faltar otro que está en paro: el francés Zinedine Zidane, quien ganó todo con el Real Madrid y consiguió la proeza de tres Champions seguidas con los blancos, algo que nunca logró nadie desde que el torneo dejó de llamarse Copa de Europa. Zizou es famoso por su forma de manejar los vestuarios y aunque sus detractores le achacan más solidez defensiva que juego vistoso, lo cierto es que se convirtió en un ganador.
En esta lista pueden incluirse otros técnicos con emolumentos enormes, como el italiano Antonio Conte (Tottenham), el argentino Diego Simeone (Atlético de Madrid) o el también italiano Massimiliano Allegri (Juventus de Turín), incluso el también argentino Mauricio Pochettino, ahora en paro, pero de destacadas actuaciones en varios clubes, con alguna final de Champions en su haber.
ANCELOTTI, LO QUE NADIE
Del italiano Carlo Ancelotti dijo hace poco el también entrenador Fabio Capello que era el mejor de todos los técnicos italianos de la historia. Y esas palabras significan mucho, porque en el Calcio hubo grandes adiestradores, entre ellos Enzo Bearzot, el propio Capello, Arrigo Sacchi y Marcello Lippi. Pero lo de Carletto no tiene comparación, por todo lo que ha conseguido.
El ahora mandamás del Real Madrid ha ganado allá donde ha ido. Lo hizo en Italia, en Inglaterra con el Chelsea, en Francia con el PSG, además de en Alemania con el Bayern Múnich, y en España con el equipo blanco, pero su destaque principal está en Europa, donde ha ganado hasta cuatro veces la Champions, dos de ellas como entrenador de su actual equipo.
Y aún así, con el premio a mejor entrenador del año casi en sus manos, a algunos medios y personalidades vinculadas al fútbol, se les ocurre compararlo con Xavi Hernández, quien aún no ganó nada desde un banquillo en Europa, y cuyo discurso no va más allá de la importancia de jugar bien, sobre todo. Pero el fútbol y el deporte en general suelen ser así, y a veces cerramos los ojos para no ver lo que no queremos.
Sin embargo, eso es solo lo que yo pienso. Usted puede pensar lo que quiera, y decir que el mejor entrenador del mundo es Gerardo Tata Martino, Marcelo Gallardo, Javier Aguirre, Erik Ten Hag o Julian Nagelsmann. Incluso, el ingeniero Pellegrini o Marcelo Bielsa. No pasa nada porque pensemos diferentes, porque el fútbol permite que tengamos criterios diferentes, aunque a veces no es bueno exagerar. ¿No creen?