El Real Madrid arrancó mal la Liga Española. No pierde, pero tampoco gana y un equipo de su nivel, con sus jugadores, tiene que considerar como derrota cada resultado en el que no pueda sumar los tres puntos, sobre todo si, después de tres fechas, su archirrival, el Barcelona, suma por victorias cada una de sus salidas a la cancha. Y ya le saca unos nada despreciables cuatro puntos.
En el debut, en Son Moix ante el Mallorca, el equipo de Ancelotti arrancó bien, logró un gol temprano, pero luego sesteó, como si le faltaran chispas y fuerzas y permitió que el equipo bermellón le empatara el partido y se llevara dos puntos, una cantidad que puede ser muy importante al final, cuando suelen sacarse las cuentas y lamentar esta situación o aquella, porque pesa para el título.
Luego tuvo un primer parcial espeso en casa. Hasta la afición del Bernabeu lanzó algún pitido. Por suerte, en el segundo tiempo todo cambió y con tres goles sentenciaron la suerte del encuentro en la segunda parte, ante un Real Valladolid que también tuvo opciones. Algunos creyeron que el técnico había encontrado la solución, pero la visita al Estadio de Gran Canaria volvió a destapar problemas.
No son buenas las sensaciones. El Madrid está desconocido. El año pasado era muy regular. Este año le veo espeso en todas las fases del juego, no terminan de conectar, lentos, con pocas ideas, demasiado individualistas los de arriba. Todo lo que hace que haya muy malas sensaciones
TERCER EMPATE Y TEMORES
Ancelotti hizo hasta tres cambios para enfrentar a Las Palmas. Brahin salió por Rodrigo, Modric lo hizo por Arda Guller, que parecía el relevo natural de Jude Bellingham, Lucas Vázquez alineó por Dani Carvajal, pero a los cuatro minutos de partido ya perdían por 1-0, por un descuido de Aurelién Tchouaméni y Eder Militao, y toco remar cuesta arriba ante un rival que no se metió atrás.
El gol fue como un puñetazo en el mentón. Los jugadores no sabían que hacer, no había coordinación en las acciones ofensivas y los minutos comenzaron a escurrirse aceleradamente, al extremo de que parecía que los locales se llevarían la victoria, porque, incluso, cuando había una gran oportunidad de gol, el arquero contrario la resolvía. Y así fue hasta el minuto 65.
No hemos hablado del físico. No es que vea fatal al Madrid de físico, pero hay jugadores que son muy superiores a otros rivales como los de Las Palmas hoy. Mbappé va mejorando, Fede Valverde está como un toro siempre, no cambia. Pero Vinicius... ha marcado el penalti, pero su partido es otra vez muy flojo. No me parece una casualidad que Ancelotti lo cambie. Es uno de los futbolistas que más marca diferencia con su físico y no le veo
Para entonces, en una jugada embrollada, frente al arco rival, un semiremate de Arda Guller tropezó con la mano se un zaguero, el árbitro decretó penal y Vinicius Junior, que ha estado desconocido, puso el 1-1 definitivo, porque de ahí en adelante el marcador no se movió más y llovieron las críticas a entrenador y jugadores, entre ellos al propio crack brasileño y al reciente gran fichaje del club, el francés Kylian Mbappé.
¿Es tan complicada la situación como para alarmarse? Dejarse puntos a estas alturas siempre es preocupante, porque el rival con el que competirás por el título va invicto. Cierto que tiene que remontar, que sufre, que gana por la mínima, pero suma de a tres y en tres fechas ya le saca cuatro puntos al Real Madrid, pero más allá no es como para lanzar campanas al vuelo aún.
Es temprano, la lid acaba de comenzar, el tono físico de los jugadores no es, ni por mucho, el óptimo, y eso se nota y se paga, Ante Las Palmas se veía que faltaba un toque de finura en los movimientos, de precisión en los pases, de fuerza a la hora de ir a por la pelota, y aunque algunos digan que es parejo, tal vez no sea tan así, porque el Madrid hace una preparación diferente, pensando en más torneos y más partidos.
¿PASA ALGO CON MBAPPÉ Y VINICIUS?
Los dos empates de los blancos sirven de caldo de cultivo para los medios, los influencers y la afición, y al momento comienzan las especulaciones sobre mala relación en la cancha, problemas de vestuario, nula compenetración y tal vez hasta incompatibilidad. Cosas que se dicen en el fútbol cuando las cosas no salen bien, y de las que nadie hablaría ahora si una de las muchas ocasiones falladas en Gran Canaria hubiera ido a las redes.
El fútbol es así, los medios funcionan de esa manera. Y todo eso pasará a un segundo plano el día que el Madrid se imponga con autoridad, dé el primer gran golpe sobre la mesa, y Mbappé suelte la presión de andar en busca de su primer gol en Liga, porque ya tendrá varios en su cuenta. Para entonces solo se hablará de sintonía perfecta, de pareja de atacantes nunca vistos, de clase, y mil cosas más.
A estas alturas de temporada sacar conclusiones no sirve de nada. Mbappé no está siendo ese jugador que cada vez que se echa el balón hacia delante se va. Y aun así le veo con muy buenos movimientos e ideas porque tiene el fútbol en la cabeza. Hay que darle tiempo. Es determinar también qué me ofrecía Kroos en el juego. Sin su magia hay que intentar que el colectivo pueda suplir lo que hacía él a nivel de ideas en la construcción, que le ha faltado en la primera mitad. El Real Madrid tiene un banquillo que puede marcar las diferencias. La duda para mí es si el Real Madrid en construcción en partidos gordos va a tener que contar con Modric, que juega a dos toques y rompe líneas de presión, cosa que a los otros centrocampistas les cuesta. Destaco a Militão, que le veo incluso mejor que antes que la lesión. Le veo impresionante. Y Valverde, que es el único jugador que parece que está en abril. Este chico no entiende de picos de forma. Va dando unas exhibiciones brutales como las de hoy.
Antes, el entrenador tiene trabajo. Primero, tiene que conseguir que la defensa no dé margen a los rivales, que no encaje goles su arquero, que es una condición de la que siempre habló Carletto. Si no encajamos, habrá muchas posibilidades de ganar, porque este equipo siempre genera muchas ocasiones, dice una y otra vez el técnico, o dijo en años anteriores.
Todos los equipos pasan siempre por momentos malos, y si el del Madrid llegó a principios de temporada, tal vez sea mejor, para que cada uno de los miembros de la plantilla sepa que tiene que apretar y hacer lo que corresponde con la intención de revertir la situación y salir del bache. Por suerte -o mala suerte, hay un partido este domingo, y luego casi dos semanas de parón para enfrentamientos internacionales.
Cuando regresen de los partidos con sus selecciones, los jugadores del Real Madrid serán otros. La carga física habrá bajado, estarán más ligeros, más finos, y ya se habrán sacado de encima todas esas presiones de inicio de campeonato. El Real Madrid es el favorito para ganar la Liga y todo lo demás que suceda entra en el capítulo de las grandes sorpresas, incluso de las decepciones.
