Hay futbolistas que no parecen tener fecha de caducidad. De esos que te imaginas que los verás para siempre en las canchas, porque su físico no envejece. O sí, pero se las arreglan para reinventarse una y otra vez, y poner en dificultades a los entrenadores, que no tienen más opción que mandarlos al césped por otros más jóvenes, pero a los que les tienen menos confianza. Porque la experiencia pesa en el fútbol, y mucho.
Hay muchos casos de esos que no quieren dejar el fútbol. Siempre que pienso en esos que se negaron siempre a dejar la cancha porque su físico iba de maravillas más allá de los 40 años, pienso en el argentino Javier Zanetti, aquel lateral del Inter de Milán que exprimió hasta la última gota de su carrera y que no paró hasta ganar una UEFA Champions League a las órdenes de José Mourinho. Solo entonces pensó en irse.
Igual me pasa con Cristiano Ronaldo, que sigue marcando goles en cualquier liga, a pesar de unos 38 años, casi 39, que no le impiden ser internacional, titular y capitán con la Portugal de Roberto Martínez, que tiene asegurado su boleto a la próxima Eurocopa. O con Luka Modric, el genio croata, también de 38 abriles, que se niega a sentirse viejo y reclama jugar cada día, lo mismo con el Real Madrid de las altas exigencias, que con su selección.
PEPE, RÉCORD EN CHAMPIONS
Allá por 2013, cuando José Mourinho era entrenador del Real Madrid, dijo un día en una rueda de prensa que Pepe, el nombre de 'guerra' del brasileño nacionalizado portugués Képler Laverán Lima Ferreira, estaba molesto porque un chico de 20 años de nombre Raphael Varanne, un bisoño en el mundo del fútbol lo había aventajado y le había robado el puesto y la titularidad.
Tras las palabras de The Special One, algunos creyeron que la vida como futbolista de primer nivel del internacional portugués había llegado al final. Tenía 30 años y ya no había puesto fijo para él en un Real Madrid donde la dupla Sergio Ramos-Varanne se había adueñado del centro de la defensa. pero Pepe no se dio por vencido entonces ni en los 10 años siguientes y la víspera lo confirmó.
Pepe alineó contra el Amberes belga por la tercera fecha de la UEFA Champions League, con la casaca del Oporto, y dejó un registro para la historia: convirtió en el jugador más veterano en participar en un partido en la principal competición continental de clubes, con 40 años y 242 días, para superar al italiano Alessandro Costacurta, quien también jugó con 40 años, pero con menos días.
Y no vaya a pensar alguien que Pepe estaba en el banquillo y el técnico del Oporto, Sergio Conceicao, lo mandó al verde para que inscribiera su nombre en la lista de los récords. Nada de eso, el luso es pieza fundamental de su equipo, un mariscal a la hora de defender y pieza importante para el entrenador, que lo considera como su mano derecha dentro de la cancha, por su liderazgo y lo que representa para el resto.
El Oporto suma seis puntos en tres partidos, producto de triunfos ante el Shakhtar y el Amberes, por el Grupo H, el mismo que encabeza el FC Barcelona, y de llegar a octavos podría convertirse en el primer futbolista con 41 años en un partido de Champions, porque la ida de los octavos se jugará en febrero y la vuelta en marzo, en tanto el zaguero llegará a la referida edad el 26 de febrero.
UNA LARGA Y FRUCTÍFERA CARRERA
Pepe nació en Brasil, en Maceio, pero solo se convirtió en profesional en Portugal, donde debutó en 2002, jugando para el Club Sport Marítimo, con sede en Funchal, Madeira, el mismo lugar donde nació el más grande jugador luso de la historia, Cristiano Ronaldo, con quien le tocó compartir en el Real Madrid y en la selección que se proclamó campeona de Europa en la edición de 2016.
Con el Marítimo jugó hasta 2004, porque ya se había convertido en un central de peso, imponente por arriba, bueno al corte, con jerarquía y liderazgo en la cancha, y el Oporto se lo llevó a O Dragao, donde también estuvo tres temporadas. Entonces aparecieron los grandes del fútbol a pujar por él, y fue el Real Madrid el que se hizo con sus servicios en el veranos de 2007, para vivir en la capital española los mejores años de su carrera.
Durante una década defendió los colores del Madrid, en los cuales ganó tres UEFA Champions League, todo eso en una época de fútbol convulso en España, con crispaciones exageradas en la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona, y en momentos en los cuales los blancos no querían perder, de ninguna manera, la hegemonía en el país y en Europa. En ese entorno, a veces duro, triunfó Pepe en la capital española.
Pero como todo lo que comienza, tiene que terminar, una década después, el central no aceptó la oferta de renovación por un año que le ofreció el Madrid, y después de finalizar la Champions 2016-2017, hizo sus maletas y abandonó el club, con destino al Besiktas turco, donde estuvo poco tiempo, solo un año y medio, hasta volver de nuevo al Porto, en cuyo ecosistema se desenvuelve mejor.
En todo este tiempo, su nivel se ha mantenido alto. Siguió vistiendo la casaca de la selección nacional, no ya por su velocidad en la cancha o la potencia en el juego aéreo, sino por su habilidad para colocarse en la cancha. Todo eso sin excluir su fama de duro, con acciones duras, que le llevaron a recibir duras sanciones, entre ellas una de 10 partidos por doble agresión, cuando defendía los colores del Real Madrid.