Hay una alta dósis de subjetividad en los premios. Ocurrió siempre y seguirá ocurriendo por los tiempos de los tiempos, porque nadie podrá jamás poner de acuerdo a candidatos y votantes, a simpatizantes y fanáticos, y no solo ocurrirá en el deporte en general o el fútbol en particular, sino en todas las esferas de la vida, en cada actividad en la que se escoja a alguien por encima del resto.
¿Debería haber ganado el balón de oro Erling el pasado curso? Sí. ¿Messi debería haberlo ganado? Sí. ¿Vinicius debería haberlo ganado? Puede ser. Pero esto es lo que pasó. Xavi e Iniesta también lo merecían pero estuvieron en la época de Cristiano Ronaldo, que era un monstruo, y el padre del monstruo era Leo Messi
Recuerdo una crónica, o más bien un comentario, que leí hace muchos años del colombiano Gabriel García Márquez, titulada "Otra vez el Premio Nobel" en la que disertaba sobre los ganadores del Premio Nobel de Literatura, sus consideraciones sobre quién mereció ganarlo antes, o quien, incluso, no lo merecía. Los motivos por los que se lo entregaron a uno sí y a otro no.
La subjetividad estaba presente en las líneas del después ganador del prestigioso galardón por su novela Cien Años de Soledad, una de las tantas que salieron de su pródiga imaginación. Incluso, puede que alguno, cuando lo premiaron a él, hubiera cuestionado a los votantes, porque pensaron que antes lo merecía el peruano Mario Vargas Llosa, por mencionar un nombre, que tal vez no viene a cuento.
Es una noche increíble para mí hoy. Hoy tengo muchas cosas que agradecer a mucha gente. Primero dar las gracias a France Football y a la UEFA por el galardón. Dar las gracias a los que me han votado. Es un día muy especial para mi familia y para mi país. Quería dar las gracias a la persona más importante de mi vida, Laura. Hoy es nuestro aniversario, hacemos ocho años, y sin ti este camino no habría sido el mismo. A mi familia, por supuesto, por todos los valores que me ha dado, por lo que me ha ayudado desde el principio y a dar los pasos correctos, a ser un hombre que juega al fútbol por amor. También a mi agente Pablo, quién nos diría que estaríamos aquí cuando me ibas a buscar y me llevabas a los partidos con un amor incondicional que no he visto nunca.
EL BALÓN DE ORO 2024 TIENE TUFO
Con el fútbol y el Balón de Oro sucede otro tanto. Y la gala de 2024 y la entrega del premio, que corre a cargo de France Football y esta vez la Unión Europea de Fútbol (UEFA), fue la muestra ideal de que la subjetividad sirve para inclinar las balanzas a un lado o a otro, sin importar mucho lo que piense la afición, todo porque un jugador puede caer mal siendo muy bueno, y otro bien, sin ser tan especial.
Rodrigo Hernández, Rodri, del Manchester City se llevó a casa la pelota dorada y entrará en los libros como el segundo español en 60 años que recibe el más grande premio individual que entrega el mundo del fútbol- ¿Se lo merece, o no? No lo sé, pero se lo dieron, y cuando te premian entras en los libros y lo demás se olvida. En la historia del fútbol muchas cosas han sido inmerecidas, y han perdurado.
Personalmente, solo veo a Vinicius en el tercer lugar de mi ranking de futbolistas mundiales este año. Para mí, Rodri merece el Balón de Oro más que Vinicius. Fue el pensador y líder de la España campeona de la Eurocopa y también gano la Premier League con el Manchester City. Es el jugador más destacado del año
Por lo tanto, Rodri es el Balón de oro 2024, aunque algunos, entre los que me incluyo, no le guste nada. Pero no tengo más remedio que aceptarlo, porque como periodista o aficionado, nada puedo hacer para cambiar la situación. Y tampoco pueden hacer nada jugadores o periodistas en todo el mundo que tampoco creen que el español haya sido un digno merecedor del referido premio.
Rodri ganó la Premier con el City y no fue el mejor jugador de los citizens, ni el más determinante, un honor que correspondió a otros. Y en la Champions, cayó en cuartos de final ante el Real Madrid, sin que su juego pudiera cambiar nada. Y luego ganó la Eurocopa con España, como parte de un equipo coral, del que tampoco fue él la gran estrella y mucho menos el jugador decisivo.
Parece que hay algo entre el Real Madrid y la UEFA que parece no resolverse... Los problemas entre el Real Madrid y la UEFA deberían mantenerse al margen de estos asuntos. Es una pena.
Es un gran jugador, ganó títulos, pero fue uno más, y si había que dárselo a uno que funciona como uno más de cualquier engranaje, nadie mejor que Dani Carvajal, quien lo ganó todo, y fue protagonista de la final de la Champions con el Real Madrid, al marcar el gol que sentenció el partido ante el Borussia Dortmundo, en Wembley. Pero no fue Carvajal y tampoco Bellingham, campeón de la Champions y finalista de la Eurocopa. Son del Madrid.
Me quería acordar también de mis compañeros que ganaron la Eurocopa y de uno en especial, (Dani) Carvajal, que ha sufrido la misma lesión que he sufrido yo y que perfectamente merecería estar aquí, en este atril, ganando el Balón de Oro. Y a uno que creo que lo ganará dentro no mucho, que eres tú, Lamine. Sigue trabajando duro, como ya te dije en la final, tienes todo por delante
EL ROBO DEL SIGLO
El Balón de Oro siempre se ha prestado para los atracos y ha ido, como una veleta, de un lado a otro y no solo el Balón de Oro de France Football, sino el que entregó la FIFA en la Copa del Mundo. En Japón y Surcorea 2002, por ejemplo, la FIFA decidió que el Balón de Oro de la Copa del Mundo era para Oliver Khan, el arquero de Alemania, que perdió la final ante Brasil 2-0, y cometió un error tremendo en uno de ellos.
Ronaldo Nazario lo mereció más. Marcó ocho goles, entre ellos los dos de la final. Dos más que los que se habían anotado en muchos mundiales anteriormente, y volvió a casa con la Copa pero no con el premio al mejor jugador. En 2010, el Balón de Oro de France Football lo ganó Messi, cuyo desempeño en la Copa Mundial de Suráfrica dejó que desear. Andrés Iniesta, ganador de todo con el Barcelona y decisivo en el Mundial, sobre todo en la final, solo estuvo en la terna finalista.
Quiero dar las gracias a mi familia, a mi presidente, a mi club, a mis jugadores y, sobre todo, a Vini y Carvajal
El año pasado volvió a ganar Messi, luego de un año pésimo, matizado por un título en la Copa Mundial de Qatar, donde hizo hasta cinco goles de penal. Rodri lo había ganado todo con el Manchester City, incluyendo la Champions, en cuya final marcó el gol de la victoria ante el Inter de Milán, pero Messi es Messi, y el Mundial pesó más. El argentino tiene más tirón mediático, llega más lejos.
Y esta vez, le tocó perder a Vinicius. Hay quien dice que le hizo daño su campaña a favor del racismo, todo lo que ocurre alrededor de él en la cancha, en lo cual tiene mucho que ver la prensa española y los medios de ese país, con campañas a veces vergonzosas en su contra, o tal vez que su piel es demasiado oscura como para premiarlo, pero lo cierto es que lo excluyeron.
POLÍTICA DEL FÚTBOL X. Hermano, eres el mejor jugador del mundo y ningún premio puede decir lo contrario. Te quiero, mi bro
En favor suyo voy a decir que no hizo un partido Rodri mejor que los 10 mejores de Vinicius. El fútbol eléctrico del brasileño, su habilidad para desequilibrar, hicieron que el Madrid venciera ronda tras ronda en la Champions, ganará la final, con gol suyo por segunda edición, se impusiera en la Liga, aplastara al Barcelona en la Supercopa. No estuvo bien con Brasil, solamente. Lo de Vinicius no lo entiende la mayoría, pero de eso hablaremos en otro momento.
Nunca se me ha asado por la mente que Vinícius Júnior no gane el premio porque en mi opinión ya es el mejor, debería haberlo ganado. No entiendo los criterios utilizados por las personas que votaron