Otra temporada dura para Marc Márquez en MotoGP

Marc Márquez iba para leyenda. Por momentos, digamos que por años, el mundo de la MotoGP, incluidos los corredores, creyó que el español era poco menos que invencible. Algunos hasta se conformaban con ser parte de su escolta o con un lugar cualquiera en el podio.

Algunos, entre ellos Valentino Rossi, no perdían la oportunidad para criticarlo o para censurar su manera temeraria de pilotar, la cual, muchas veces, puso en riesgo a los otros participantes en el mundial de la categoría.

Ocho títulos en el motociclismo de pista, uno en 125cc, otro en 250cc y seis en la categoría máxima lo colocaron a uno de Rossi, entre el grupo de tres pilotos que alguna vez ganaron en nueve ocasiones, pero el deporte de alto rendimiento muchas veces está marcado por situaciones que no dependen exactamente de los competidores, o sí, pero no logran controlarlas.

Márquez, quien suele caerse mucho por su forma de pilotar, sufrió una lesión inoportuna tras una caída en la temporada de 2020, justo en el circuito de Jerez de la Frontera, en España.

El piloto se fracturó el húmero y se perdió la segunda carrera y por más que intentó forzar las cosas no salieron bien y poco después su escudería, Honda, no tuvo más opciones que anunciar que el regreso del fenomenal corredor quedaba aplazado para la temporada siguiente.

Había sido un golpe demoledor. Márquez no estaba adaptado a ver los toros desde la barrera. Su vida y su mundo estaban en la pista, sobre su moto, y ahora las opciones se alejaban una y otra vez, mientras otros pilotos ocupaban en los podios sitios que habían sido suyos por seis años.

Tocaba esperar. La campaña de 2020 había durado apenas un tercio de año por la pandemia de coronavirus y el de Cervera pensaba que todo estaría listo para 2021.

Sin embargo, en el deporte de alto rendimiento hay que respetar los plazos y las secuelas del accidente de Jerez se extendieron y el líder de Honda no volvió a escena hasta abril de 2021, en el Gran Premio de Portugal.

Había expectativas, pero él sabía que no estaba aún para intentar pelear por los primeros lugares de una competición que había dominado a sus antojos por más de un lustro. Pese a todo logró subir al podio en varias ocasiones y ganar en Sachsenring, donde se corrió el Gran Premio de Alemania. Habían pasado casi 600 días desde su última victoria y medios de prensa de todo el mundo gritaron que el campeón había vuelto, pero no fue tan así.

Sin embargo, ganó el Gran Premio de las Américas, en el circuito de la ciudad estadounidense de Austin, el 3 de octubre, y 21 días después hizo lo mismo en el circuito de la ciudad italiana de Misano, que lleva el nombre del malogrado piloto Marco Simoncelli, muerto en un lamentable accidente años antes.

Ese día, sin embargo, Fabio Quartararo se proclamó campeón del mundo, pero para él no estaba mal. Cinco podios y tres títulos, después de mucho tiempo de inactividad era suficiente para volver a soñar en grande, aunque quedaban cosas pendientes: como consecuencia de una caída sufrió afectaciones en un ojo y los fantasmas volvieron a aparecer a su alrededor, sobre todo con la mirada puesta en la temporada de 2022.

Aun así, a finales de año, mientras practicaba motocross, tuvo otro accidente y esto evitó que se presentara en los circuitos del Algarve, en Portugal, y en el de Valencia, España.

En 2020, luego de cuatro carreras, sin triunfos, sin podios y con apenas 44 puntos, que solo le dan para un noveno puesto en la clasificación, Márquez se resigna a otra temporada en blanco.

Por momentos culpa a la moto, piensa que está en un segundo grupo de corredores que apenas tienen alguna aspiración, y admite que Francesco Bagnaia, Quartararo y Aleix Espargaró, los tres que coparon el podio en Jerez, a principios de mayo, son los grandes favoritos al título mundial.

El gran campeón se ve un año más con dudas y aunque admite que será un año difícil, se niega a dejar de intentarlo, pero siempre con los pies sobre la tierra. Incluso, ha llegado a decir que la lluvia podía beneficiarlo, algo muy diferente a lo que siempre demostró sobre la pista.

Sin embargo, Márquez, quien tiene a su hermano Alex como compañero de escudería, solo tiene 29 años y ha demostrado siempre ser un gran competidor, uno de esos que nunca se da por vencido y a nadie debe extrañarle que en algún momento vuelva a hilar podios y títulos y ponerse a tiro de un título mundial.

Los grandes ases del deporte tienen ese don y el español ha demostrado por años que tiene gen ganador, que no se amilana jamás, pero tendrá que controlar en alguna ocasión su manera temeraria de llevar las carreras, porque ese afán por remontar siempre, por sobrepasar a los adversarios en cada gran premio, le ha provocado más de un dolor de cabeza, en forma de lesión.

A mí jamás se me ocurriría apostar en contra suya en ninguna competición, por más que venga de lesiones, que su cabeza no esté como en sus mejores momentos, que a su físico le falte ese plus necesario para ponerlo delante y permitirle luchar por ganar.

Incluso, aunque su moto no esté a la altura de las mejores y él considere a otros como grandes favoritos, siempre creeré que sacará fuerzas para destapar la champaña y levantar los brazos, porque Marc es un grande y a los grandes nunca se les puede dar por muertos.