Lionel Messi forma parte del Inter de Miami, de la Major League Soccer de Estados Unidos, desde hace más de un mes, pero la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) lo tiene en cuenta aún como una de sus grandes estrellas, a pesar de que el argentino no destacó en los torneos donde jugó en el continente y su brillo estuvo solo en la Copa Mundial de Qatar 2022.
Al argentino, uno de los jugadores más laureados en la historia del más universal, fue uno más con el Paris Saint-Germain. Ganó la Ligue 1, pero más allá no fue nadie en las competiciones europeas, porque, de hecho, su equipo apenas llegó a octavos de finales en la UEFA Champions League, donde lo mandó a casa el Bayern Múnich alemán, ante el cual ninguno de los cracks parisinos brilló.
Meterlo ahora en el grupo de candidatos a mejor jugador de la UEFA suena un poco raro, sobre todo porque lo colocan por delante de otros que sí lucieron en las lides de sus respectivos países, y en las continentales, entre ellos varios jugadores del Manchester City que pudieron ser tenidos en cuenta. Incluso del Sevilla español, campeón de la Europa League una vez más.
¿TIENE MÉRITOS MESSI?
Messi es el mejor jugador que cualquiera de las últimas generaciones ha visto, por más que a alguno le guste más Cristiano Ronaldo. Están en su derecho, pero no se puede demeritar al argentino, que ha sido un coloso en el césped, y que ha ganado todos los títulos posibles con sus respectivos clubes, y también a modo individual, y una muestra de eso son los siete balones de oro que atesora en sus vitrinas.
Hasta ahí es incuestionable, pero la UEFA debe premiar a los mejores jugadores de sus torneos y ahí no fue nadie el otrora jugador del FC Barcelona. Como decía, su actuación durante la última temporada en el PSG no da para incluirlo en la terna de grandes candidatos para llevarse el premio a su mejor jugador. Sin embargo aparece ahí, en tanto la UEFA se olvida, por ejemplo, de Rodri, un pilar del Manchester City.
Pero el fútbol funciona así, y lo de los premios individuales es muy subjetivo, tanto que en 2010, después del descalabro argentino en la Copa Mundial de Sudáfrica, fue Messi el ganador del Balón de Oro, porque había ganado la Champions con el Barcelona, el mismo equipo donde jugaron Andrés Iniesta o Xavi Hernández, más merecedores del premio de France Football que el argentino.
Esta vez, salvo un giro de última hora, lo más probable es que Messi sea el ganador del referido premio de la UEFA, a pesar de que en la terna principal hay dos cracks de destacada actuación durante la temporada, como el noruego Erling Haaland, ganador de la Premier y la UEFA Champions League con el City, y, además, líder de los goleadores en ambas competiciones con diferencia.
De cualquier manera, no es que Messi haya sido un cero a la izquierda en el fútbol, sin influencia alguna. Solo que es difícil pensar en un premio europeo para un jugador que tuvo una actuación normal en la liga donde jugó y no ganó nada en competiciones continentales. Por más que haya ganado la Copa Mundial de Qatar, un torneo en el que fue elegido el mejor jugador, un espaldarazo grande camino a su octavo Balón de Oro.
HAY JUSTICIA CON HAAALAND Y DE BRUYNE
A los seguidores del fútbol les cuesta imaginar que el mejor jugador europeo no sea uno que no haya tenido una actuación destacada en sus competiciones, sobre todo en la UEFA Champions League. Y si es así, inobjetablemente hay que mirar a Haaland, quien, en su primer año con el City, luego de salir del Borussia Dortmund, tuvo una temporada fenomenal y hasta obligó a Pep Guardiola a cambiar su forma de jugar.
El noruego fue un coloso en la delantera. Cualquier balón de pasó por allí la mandó a las redes, tanto en Inglaterra como en Europa, además de condicionar los sistemas defensivos y de juego de los contrarios, quienes se cuidaron de él en todo momento. En su contra solo se puede decir que a pesar de que se le cayeron los goles durante el año, no marcó en ninguna de las finales disputadas por su equipo.
ncluso, en la disputa de la Supercopa de Europa, jugada este miércoles, Haaland solo vio redes en la tanda de penalties, que no es algo menor, y estuvo desaparecido durante casi todo el partido. Pero eso no le resta mucho a su actuación, como tampoco la ausencia por lesión de Kevin De Bruyne, quien se perderá, por problemas físicos, una buena parte de la temporada que recién se inicia.
El belga fue el cerebro del centro del campo de Guardiola. Cada pelota que pasó por sus pies salió mejorada, la mayoría de las acciones ofensivas las comandó él, con una clase superlativa, y su juego pesó desde el inicio hasta la final de la temporada, con títulos en la más dura de las ligas nacionales y en el más fuerte de los torneos europeos. A él o a Haaland correspondería el premio, pero decidirá la UEFA.
Ahora mismo, no me preocupa si la inclusión de Messi en la terna de favoritos sienta un precedente o no. Eso no es lo importante, porque el precedente ya está creado, y es muy probable que el argentino no solo gane el Balón de Oro de 2023, sino que lo haga igual el año próximo. Para eso, solo tendrá que seguir anotando goles en el Inter de Miami y la MLS, una liga de quinta categoría.
