El culebrón más largo de la historia del fútbol, el del fichaje del astro francés Kylian Mbappé por el Real Madrid, vivirá este miércoles un capítulo muy especial; el del debut del jugador en un partido oficial con la camiseta blanca del campeón de Europa, en un partido de esos que les gustan a todos los jugadores, porque habrá un título de por medio, el de la Supercopa de Europa.
El otrora jugador del Paris Saint-Germain saldrá con el nueve a la espalda, un número nuevo para él, que después de convertirse en crack y referencia mundial, solo llevó el siete o el 10, pero, como el mismo dijo, el jugador, cuando salta al césped, solo mira hacia adelante, al arco contrario y no se acuerda ya de si en la espalda lleva un 10, un siete o un nueve, porque son cosas secundarias.
Lo cierto, siete años después de rechazar la oferta más grande que había hecho el Real Madrid hasta entonces por un jugador, porque tenía miedo de no ser titular en aquel tridente que integraban Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema, llega el momento de Mbappé en el Real Madrid. A partir de este momento cada cosa que haga, cada gol que anote, y también cada jornada en blanco, serán observados con lupa.
Hace muchos años, desde que soy un niño, tengo este sueño de jugar para el Madrid. Después fue un objetivo, porque cuando era profesional tenía siempre el objetivo de llegar aquí. Y ahora tengo otro sueño: estar a la altura de la historia de este club, el mejor del mundo
LOS SUEÑOS SE CUMPLEN
Hace un mes el capitán de Francia fue presentado como jugador del Real Madrid en un Santiago Bernabeu lleno. Casi 80 mil personas corearon su nombre cuando el campeón del Mundial de Rusia 2018 emergió de los vestuarios y saltó al césped vestido de blanco impoluto, la casaca que llevará durante las próximas cinco temporadas y con la que tiene la obligación de ganar cosas grandes.
Mbappé es un ganador. En su palmarés hay una Copa Mundial, varios títulos de Francia, de Copa y Liga, pero no hay ninguno europeo, porque el PSG nunca pudo ganar la más importante competición de clubes, aunque para conseguirlo fichara a varios de los mejores jugadores del mundo como sus compañeros, entre ellos Lionel Messi, Neymar jr. y Sergio Ramos.
Como jugador tiene más presión que su nuevo club, sobre todo porque después de que él prefiriera al PSG en 2017, cuando estaba en el Mónaco, el equipo blanco ha ganado tres veces la UEFA Champions League, y en los últimos 11 años tiene más títulos europeos que el resto de los competidores juntos, porque ha ganado en seis ocasiones, una cifra escandalosa, teniendo en cuenta el nivel del fútbol actual.
A ese club, que tiene más títulos europeos que los dos más cercanos perseguidores juntos, llega Mbappé. El estreno ante el Atalanta será apenas el aperitivo para una temporada de Liga que comienza el fin de semana, y en la cual también tiene la obligación de ayudar a defender la corona conseguida el año anterior. Encima de eso, tiene que acallar los rumores sobre una supuesta ruptura del vestuario con su llegada.
Buenos días a todos. Voy a intentar hablar en español. Guau, es increíble estar aquí. He dormido muchos años con el sueño de jugar con el Real Madrid, hoy se realiza mi sueño y soy un chico muy feliz hoy. Muy feliz
Sí, porque medios de prensa afines a los equipos rivales del Madrid, sobre todo en España, han especulado sobre la posibilidad de que el arribo de un jugador con un ego desmedido, con el del galo, pueda enrarecer el buen ambiente que ha creado Carlo Ancelotti en el vestuario, a pesar de contar con varias de las más grandes estrellas del fútbol mundial como Vinicius, Bellingham y Rodrigo.
FLORENTINO, EL GRAN ARTÍFICE
Para que Mbappé llegara al Real Madrid, lo más importante fue su voluntad expresa. Sin sus deseos, sin esa insistencia por jugar en el mismo equipo que sus ídolos, Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane, pero el gran artífice del fichaje fue Florentino Pérez, quien siempre le mantuvo la puerta abierta, a pesar de que hubo momentos de incertidumbres y dudas.
Cuando a finales de mayo de 2022, cuando se daba por hecho de que jugaría en el Real Madrid, el crack se echó para atrás y renovó con el PSG, una ola de desilusión golpeó a los seguidores del equipo blanco, y muchos medios dijeron que era hora de pasar la página y pensar en otro jugador, pero Florentino sabía más y siempre le dejó la puerta abierta. Incluso lo justificó.
En aquel momento, dijo que él, como presidente, entendía todas las presiones a las que estaba expuesto el jugador, con llamadas del Emir de Qatar, del presidente actual de Francia, de exmandatarios, además de la estratosférica suma que puso Nasser AL-Khelaifi sobre la mesa para convencerlo de que siguiera por lo menos dos años más, con una opción a un tercero.
Según cuentan los que han seguido el caso, dos semanas después de haber renovado con el PSG, ya el jugador estaba arrepentido. Por eso, al terminar la primera campaña le comunicó al equipo parisino que solo estaría la temporada siguiente y que luego se iría. No le importaba más al delantero la enorme cantidad de dinero que iba a perder por cumplir su sueño.
Me siento un privilegiado de poder decir que soy jugador del Real Madrid. Ha sido mi sueño desde pequeño y ahora es una realidad... Los sueños no se pagan. Es una gran satisfacción para mí. Solo quiero pensar en el presente, soy muy, muy feliz y ya tengo ganas de jugar mi primer partido...He tenido muchas ofertas de otros clubes, pero sí salía de París era solo para ir al Madrid
Entonces apareció de nuevo Florentino Pérez. Volvieron a abrirse las negociaciones. No hubo reproches, porque uno y otro sabían que estaban para entenderse algún día, más temprano que tarde. Entonces fijaron las bases del nuevo contrato, lo firmaron, y todo quedó listo para el debut oficial en Varsovia, por la Supercopa de España, en el que puede ser el aperitivo de la carrera del francés en el Real Madrid.