Marc Márquez la lío en el Gran Premio de Moto GP de Portugal. Apenas había arrancado la carrera y el español provocó un accidente que llevó al suelo a dos competidores, además de provocarse una fractura en una mano, que le impedirá participar en la etapa de Argentina, donde debería pagar una sanción, que ahora se extenderá al circuito de Austin, Estados Unidos.
Al ocho veces campeón del mundo las cosas siguen sin salirle bien, y el estrés que le provoca no verse como ganador o posible triunfador, lo hace cometer errores que ya ha pagado caro y que sigue pagando, en tanto se gana la enemistad o las críticas de muchos de sus compañeros, quienes le piden para de una vez con esa forma de actuar, la cual puede llevar en algún momento a un accidente con consecuencias mayores.
En Portugal, en el estreno del Campeonato Mundial de Moto GP, Márquez intentó una de esas acciones arriesgadas que lo caracterizan, y en la tercera curva de la tercera vuelta, tocó a Jorge Martín y se llevó por delante al ídolo local Miguel Oliveira. A pesar de disculparse en vivo y pedir perdón poco después, se encontró con las críticas de sus compañeros de profesión.
UN REGRESO AMARGO Y CASTIGO
Portugal estaba marcado en rojo en los planes del mayor de los hermanos Márquez. Era la oportunidad para demostrar que estaba de vuelta, que iba a ir a por el título, a pesar de no tener certeza absoluta -más bien dudas- de la Honda, y aunque estuvo bien en los libres, nada más iniciarse la carrera todo saltó por los aires como un castillo de naipes, y ahora a empezar de cero, con el handicap de la sanción y tres pruebas sin puntuar.
Sin embargo, Márquez y su equipo pensaron que el castigo solo incluiría al Gran Premio de Argentina, previsto para el circuito del Autódromo Internacional de Termas de Río Hondo, en el que no iba a poder estar porque fue sometido a una operación para solucionar una fractura en el primer metacarpiano de su mano derecha. El mal parecía menor: se recuperaba sin ir a Argentina y pagaba la sanción.
Sin embargo, no solo se tendrá que perder la ronda argentina, sino que tendrá que pagar en Estados Unidos la sanción, por decisión de los comisarios de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), quienes hicieron público un comunicado para aclarar lo que pasará con el mejor piloto español de la historia y uno de los más grandes del motociclismo mundial.
Los comisarios dejaron claro que la sanción de Márquez se cumplirá en la próxima prueba en la que pueda participar, que, por supuesto, no será en Argentina, y sí en el circuito de Austin, Texas, Estados Unidos, en la tercera cita del Campeonato Mundial, prevista para correrse del 14 al 16 de abril próximos. Para entonces, ojalá Márquez haya sopesado su forma de actuar en la pista y se quite de encima el calificativo de peligroso.
Aunque, eso sí, quitarle de la cabeza las ansias -y la necesidad- de ganar es casi imposible a un piloto que se caracteriza por la búsqueda constante de posiciones de avanzada, que arriesga por sobrepasar a los rivales y que es poco probable que no pare hasta conseguir su noveno título mundial. Eso sí, ya se le ha puesto demasiado cuesta arriba en 2023, no solo por la moto, sino por los puntos que se dejará en las tres primeras pruebas.
UNA CRÍTICA TRAS OTRA
El actuar de Marc Márquez le genera una crítica tras otra. Tras el Gran Premio de Portugal, el primero en criticarlo fue uno de los damnificados directos, Jorge Martín, piloto de Pramac Ducati, quien tuvo una rotura en un dedo en la caída, y que debió abandonar a seis vueltas del final, luego de arrancar muy bien y de haber estado muy bien en las pruebas previas a la carrera.
Martín recordó que no es la primera vez que Márquez lo tira y agregó que pedir perdón ya no fuinciona en el caso de Márquez, en tanto lo incitó a ser respetuoso con los que van delante, incluso los exhortó a irse por fuera en caso de que quiera adelantar, algo que, según dijo, este no hace. Además, dijo que había protestado en la reunión, en una franca señal de que tenía pensado liarla en la carrera.
A Martín se sumó el ya retirado Valentino Rossi, una gloria del Moto GP, que aún no le perdona al piloto de Cervera cosas que sucedieron tan atrás como en 2015, y rememora una conversación que tuvo con el en Malasia, por entonces, en la que le dijo que se estaba creando una mala imagen y que sería recordado para siempre por eso. Márquez, dice Valentino, no le hizo mucho caso.
Sin embargo, a pesar de alguna que otra maniobra arriesgada, tampoco se le puede estigmatizar al español como un piloto problemático o como alguien que vaya directamente a hacer daño, en un deporte sumamente peligroso, en el cual cumplir con las normas establecidas es garantía de seguridad y ayuda a preservar la vida de los corredores, sin tener que lamentar accidentes fatales.
El mundo de las motos, sobre todo de la Moto GP, espera que con lo sucedido en el Gran Premio de Portugal, su lesión y la sanción correspondiente, el ocho veces campeón del mundo haya aprendido la lección y no arriesgue tanto en la carrera ni ponga en peligro la integridad física de sus compañeros en la pista. Pero no podemos olvidarnos de que se trata de Marc Márquez.
