El ucraniano Andriy Lunin es de esas personas a las que todo le cuesta más que al resto, La última temporada dio muestras de eso, aunque el arquero, de 25 años de edad, se ha encargado siempre de demostrar que no es de los que se deja vencer con facilidad y que pelea hasta el final por conseguir los objetivos, aunque a muchos crean que le resultará imposible.
El guardavallas, con unas condiciones tremendas, por físico, explosividad, condiciones innatas, estuvo siempre llamado a ser un gran portero y lo intentó al fichar por un club grande como el Real Madrid, pero se encontró allí con el mejor del mundo en esa posición, el belga Thibaut Courtois y ante esa posibilidad solo le quedó agachar la cabeza, trabajar y esperar su oportunidad.
Con la selección iba convocado, pero al no jugar en su club, perdió la titularidad. Sabía que una cosa tenía que ver con la otra y que solo a medida que fuera importante en el día a día, que tuviera protagonismo, iba a volver a contar para el seleccionador, y el último año, luego de una serie de condicionantes, se perfilaba como el mejor de su carrera, aunque no exenta de malos momentos.
Mi primer error cambió el curso del partido. Pedí disculpas a mi equipo... No acabó en gol, hoy sí. Es una pequeña diferencia de un error de portero. Sí se equivoca un portero es prácticamente gol, con un poco de suerte se puede evitar, pero la mayoría de las veces es gol, así que es un error que se nota más. Yo lo acepto, lo entiendo, lo sé... Ya me ha pasado antes, lo único es que me da mucha pena por mis compañeros que han hecho un gran esfuerzo y trabajo y mi error les ha complicado el partido
LA LESIÓN DE COURTOIS, LA LLEGADA DE KEPA ARRIZABALAGA
Thibaut Courtois se lesionó antes de arrancar la temporada. El Madrid se quedó entonces con un solo portero con experiencia, Andriy Lunin, pero el entrenador y la directiva decidieron que había que buscar otro, y mientras miraban en varios equipos de España, el ucraniano daba la cara en esas primeras presentaciones y lo hacía muy bien. Saldaba con nota cada salida a la cancha, pero eso no bastó.
El Real Madrid trajo a Kepa Arrizabalaga cedido desde el Chelsea inglés, y aunque Ancelotti le dio un tiempo de aclimatación antes de colocarlo de titular, dejó claro que su arquero principal iba a ser el vasco y así fue. Luego de un par de semanas, Lunin fue al banquillo. Volvió al mismo sitio en el que había estado durante los últimos años, pero trabajó duro para que Carletto lo tuviera en cuenta.
Un día se lesionó Kepa y Lunin estaba listo. Lo volvió a hacer bien. Tan bien estuvo que las dudas comenzaron a comerle la cabeza al entrenador, que se planteó una alternancia en la defensa en el arco que no era buena ni para uno ni para el otro, hasta que, finalmente, tras un gran partido del ucraniano y una actuación dudosa del español, el entrenador decidió que el primero sería el dueño de la portería.
Desde entonces no perdió más el puesto, y tuvo momentos importantes a lo largo de toda la temporada, aunque el colofón se produjo en el partido de vuelta de los cuartos de final, en el Etihad Stadium, cuando llegó al Real Madrid hasta la prórroga y luego a la tanda de penales frente a un Manchester City que parecía gran favorito. Fue el momento culminante del año para él.
Debate para mí no hay, la duda la tienen vosotros (periodistas). Lunin ha hecho una temporada fantástica, nos ha ayudado mucho para llegar a la final, y Courtois está volviendo a lo que era antes, el mejor del mundo
El City tiró primero y se adelantó. La situación empeoró cuando Luka modric erró el primer penal para los blancos, pero ahí apareció Lunin, que se quedó parado en el centro del arco para atrapar fácilmente el penal de un sorprendido Bernardo Silva. Unos segundos después se estiró cuando pudo y detuvo el tiro de Mateo Kovacic. El resto es historia, el Madrid pasó a semis y fue campeón.
LA GRIPE EN CHAMPIONS, UN MAL DEBUT EN LA EUROCOPA
Lunin también fue importante en semifinales ante el Bayern Múnich. Estuvo a las gran altura en ambos partidos ante el once bávaro y le abrió las puertas de la final a su equipo, pero le salió un gran rival. No fue Kepa, que se convenció de que estaba por detrás. Fue Courtois, que había vuelto de sus lesiones y lo hacía con mucho acierto, tanto que Ancelotti comenzó a dudar.
El entrenador comenzó a darle partidos al belga, para que encontrara la forma ideal. Y lo hizo tan bien Thibaut que ya nadie tenía dudas de que la final de la Champions sería para él, pero los medios y la afición se preguntaban qué pasaría con Lunin, cómo lo encajaría. A todas luces era injusto, aunque en el fútbol juega el mejor y las injusticias solo salen a la luz si pierdes.
Ahora mismo estoy centrado al 100% en la Eurocopa con mi país y no pienso en otra cosa que no sea eso. Para los temas de fuera está mi representante... En la vida sabes que puede pasar cualquier cosa pero obviamente sí, me gustaría seguir
Unos días antes del partido por el título, previsto para el 1 de junio en Wembley, se enfermó el ucraniano. No viajó con el equipo en primera instancia, para no contagiar a nadie, aunque lo hizo después. Y Ancelotti tuvo el problema resuelto. El Madrid ganó 2-0 con goles de Dani Carvajal y Vinicius Junior, pero a Lunin se le quedó una espinita clavada, aunque, como siempre, guardó silencio.
Su actuación durante toda la temporada le valió para abrir como titular el primer partido de la Eurocopa, pero encajó tres goles, en dos de los cuales tuvo responsabilidad. Fue un debut aciago ante Rumanía y aunque pidió disculpas, el seleccionador, Serhii Rebrov, lo pasó por alto y regresó a su arquero habitual, Anatoli Trubin, para el choque ante Eslovaquia, que ganaron por 1-2.
Lunin vuelve a estar en desventaja, en marcada desventaja, pero volverá a esperar su turno, como ha hecho hasta ahora. Y mientras, espera que su futuro de cara a la próxima temporada quede resuelto, porque todo hace indicar que no seguirá en el Real Madrid, que quiere un equipo para ser titular, para demostrar que no es segundo de nadie y que si triunfo en el Real Madrid, lo puede hacer en cualquier otro lugar.
