Luis Suárez dejó el fútbol de primer nivel hace tiempo. Su carrera terminó cuando dejó el Atlético de Madrid y tomó el camino de los torneos de Suramérica, en los que él no quería jugar, pero le parecía insuficiente el dinero que había ganado en Europa y necesitaba un poco más. Y, de paso, quería seguir como internacional con la celeste, hasta que se dio cuenta de que ya no podía más.
El propio jugador, famoso por su calidad, por su habilidad para marcar goles, y para fingir en la cancha, entre otras cosas, anunció hace unas horas que el partido del próximo viernes ante Paraguay, por la séptima ronda de las eliminatorias suramericanas para la Copa Mundial de 2026, que tendrá su sede en México, Canadá y Estados Unidos, será la última vez que defienda los colores de su país.
El anuncio, emocionado, de Suárez marca el fin como internacional de uno de los mejores jugadores que han vestido la casaca uruguaya, quien, sin embargo, sigue activo en la Major League Soccer (MLS) con el Inter de Miami, donde ha ido a unirse con los mejores socios que ha tenido: Sergio Busquets, Jordi Alba y Lionel Messi, con quienes compartió glorias y títulos cuando todos eran jugadores del FC Barcelona.
Apuestas en el Fútbol con Bet365Me voy con la tranquilidad de que hasta el viernes di todo por la selección. Lo máximo. No tengo nada que reprocharme... Espero una linda fiesta, que gane Uruguay, porque no deja de ser un partido de eliminatorias por tres puntos y hay que tomárselo en serio
UN CRACK AL QUE SE LE CAÍAN LOS GOLES
Si tienes un niño al que le gusta el fútbol y quieres ponerle vídeos de grandes jugadores, de futbolistas con capacidad para anotar, que viven del gol y que son implacables en el área, puedes poner a Ronaldo Nazario, Thierry Henry, Ruud Van Nilstelrooy, Marco van Basten, Miroslav Klose, o cualquiera de esos otros que se cansaron de anotar goles con sus equipos o selecciones, pero no debes olvidar a Luis Suárez.
So sí, si al mismo niño quieres mostrarle lo que no debe hacer un delantero en el campo, si pretendes que sea una persona honesta, debes tener cuidado con el vídeo, porque pueden aparecer esas cosas que hacía el uruguayo y de las cuales hasta él debe sentirse arrepentido, como el fingir todo el tiempo, ser un camorrero en el campo, incluso hasta morder a algún compañero de profesión, solo porque la marca era dura.
Lo último no quita que Suárez sea un gran jugador, que haya dejado una gran herencia y que haya defendido los colores de dos de los más grandes clubes del mundo, el Liverpool y el FC Barcelona, además de otros con un poco menos de pedrigrí, como el Atlético de Madrid, a donde fue a parar luego de que Ronald Koeman le dijera que no lo quería más en el Barcelona, poco antes de que Joan Laporta echara también al entrenador.
Suárez hizo una pareja tremenda en el ataque con Lionel Messi. Ambos se beneficiaron de las artes del otro. Muchas de las asistencias de Messi en esos años en los que coincidió con el uruguayo, fueron para él. Cuando jugaba con el celeste, Messi no era egoísta, y tampoco lo era Lucho cuando de soltar un balón se trataba, en lugar de disparar a puerta, como hubiera hecho en cualquier otro momento.
Estoy contento de lo bueno que se viene haciendo en la selección; tenemos un amor propio que nos obliga a jugar después de unos días duros, difíciles. A nadie le gusta jugar por el tercer puesto, pero Uruguay te obliga a esto. Nuestra exigencia como grupo, lo habíamos hablado, que Uruguay nos exige seguir jugando. Hay que disfrutar como si fuera la última... La vez pasada me llevé un pedazo de red en las Eliminatorias pensando también que podía ser la última vez
Ahora, recluido en su refugio dorado de Miami, amparado por excompañeros con los cuales siempre el fútbol le fue bien, decide colgar sus botines como internacional, tal vez porque sabe que de ninguna manera llegará a la Copa Mundial de 2026, y no quiere llegar a ese momento arrastrándose por el campo, algo que tampoco le permitiría el cuerpo técnico ni la exigente afición charrúa.
DE NACIONAL A MIAMI
Luis Alberto Suárez Díaz se inició como futbolista profesional con el Nacional, y cuentan que se esforzó en cada partido, en cada fecha, porque su novia, la de toda la vida, se había ido a Europa con sus padres y él no pretendía dejar escapar al amor de su vida. Sabía que solo siendo grande como futbolista podía conseguirlo y se esmero en cada entrenamiento, en cada partido.
Con 19 años dejó Uruguay para jugar con el Groningen de la Eredivisie, pero allí se le cayeron los goles, y el Ajax, el más grande de los clubes de la competición neerlandesa se lo llevó. Era 2007 y su festín de goles no se detuvo, tanto fue así que cuatro años después el Liverpool lo contrató para que hiciera haciendo goles, y tan bien lo hizo que hasta una Bota de oro se llevó con los de Anfield Road.
No sé si soy el pibe de 37, pero la verdad que me siento mucho mejor de lo que fue en mi época buena... Porque a medida que pasa el tiempo uno se va cuidando más y se van viendo esos detalles, que hoy en día va evolucionando todo. Ese trabajo físico que en mi época no había. Yo cuando empecé en la selección, o más tiempo, hasta la hora de empezar el entrenamiento era tomando mate... Sí tenías algún caso específico de algún compañero que estuviera haciendo gimnasio. Pero trabajo preventivo de lesiones o para uno querer mejorar en detalles, no había
Luego de ganar la Bota de Oro, compartida con Cristiano Ronaldo, fichó por el Barcelona para formar un tridente de ensueño con Neymar Junior y Messi y la intención expresa de dominar Europa, sin embargo solo consiguieron la UEFA Champions League de 2015, luego el tridente se rompió con la partida del brasileño al Paris Saint-Germain, y al equipo catalán se le acabaron los títulos europeos.
En el Camp Nou se cansó de anotar, de asistir, y también de ganar. Con Messi formó una dupla tremenda, hasta que llegó al banquillo Ronald Koeman y le dijo que lo mejor que hacía era irse, porque no contaba para su equipo. Entonces apareció el argentino Diego Pablo Simeone y le dio la continuidad que necesitaba, y el uruguayo se lo compensó con un título de Liga Española y muchos goles.
Dos años después dejó la capital española. Volvió a Nacional una temporada, y de ahí se fue al Gremio brasileño. En Brasil comenzó a quejarse de problemas en las rodillas, pero quedó libre y se fue a Miami. En ese tiempo siguió como internacional, hasta que ahora decidió que ya era el momento de despedirse de la celeste y terminar su carrera como internacional. Se va un gran goleador, pero un futbolista que no fue ejemplo para nadie.
