Luis Enrique es un gran entrenador. Es mejor como técnico que lo que fue como jugador. A sus órdenes, los futbolistas rinden al máximo, explotan en la cancha, lo dan todo en cada partido, y llegan, incluso, a conseguir trofeos, o al menos avanzan hacia el objetivo. NO se puede decir que un equipo entrenador por Luis Enrique no hay competido. Puede que haya caído, pero no sin intentar hacer los deberes desde el minuto uno.
Y el otrora jugador del Real Madrid y el Barcelona será el encargado de regir los destinos de España en la Copa del Mundo de Qatar 2022. Hasta ahora, la selección española no ha jugado mal, pero tampoco tan bien que obligue a decir que será una de las grandes favoritas para ganar la Copa Mundial, sobre todo porque, para mi gusto, le falta esa gran estrella que debe tener una escuadra que sueña con ganar.
En España hay jugadores con liderazgo, pero esos no les gustan a Luis Enrique, que prefiere ser él la gran estrella, del único que se hable, el centro de todas las polémicas, el personaje -malo o bueno- siempre controvertido que desvía toda la atención mediática del resto y permite que se descargue sobre él. Para algunos está bien, pero otros creen que apela demasiado a los colores y eso afecta a la campeona mundial de Suráfrica 2010.
En el mundo del fútbol es normal. Jamás habrá consenso en nada relacionado con el más universal, y mucho menos en España, donde los colores de los clubes lo superan todo y llegan tan allá que uno pudiera pensar que el seleccionador nacional apuesta por los jugadores de su club favorito en detrimento del eterno rival. Puede tener razón o no, pero es lo que hay y con eso habrá que lidiar.
Sin embargo, a medida que se acerca el silbatazo inicial de la Copa Mundial, y la hora de conocer los 25 o 26 jugadores que el entrenador se llevará a Qatar, vale la pena analizar algunas de sus posiciones, determinaciones que ha tomado, incluso hacer algunas conjeturas, para tener mayor claridad sobre lo que puede ser la España de Luis Enrique, para bien o para mal, en dependencia de cómo le vaya en el torneo.
TODO DECIDIDO EN EL ARCO
Las últimas temporadas fueron malas para el Manchester United y esa situación terminó por pasarle factura en la selección al arquero titular de los Diablos Rojos, David de Gea. El otrora cancerbero del Atlético de Madrid perdió primero la titularidad con la selección, y un buen día dejó de entrar en la convocatoria. Con ese paso, Luis Enrique lo desterró para siempre y decidió su terna de porteros.
Para el Mundial, salvo lesión de última hora, está decidido que bajo palos estará Unai Simón (Athletic de Bilbao), acompañado por Robert Sánchez (Brighton & Hove Albion F. C.), y David Raya (Brentford F. C). Los tres han estado en las últimas convocatorias del entrenador, han logrado mantener un ecosistema de tranquilidad, y parece que así será para el Mundial de Qatar.
Hay otros arqueros en muy buen momento, como Kepa Arrizabalaga, que luego de perder la titularidad en el Chelsea con Edouard Mendy lo ha vuelto a hacer muy bien, pero es muy poco posible que Luis Rnrique se vaya a meter a hacer cambios en una posición donde todo está tranquilo, garantizado, a no ser que quiera abrir otro frente con la prensa y generar polémica.
Así las cosas, Simón estará bajo palos, con Sánchez y Raya para hacer la competencia. España no tendrá el mejor portero del mundo, porque esos honores pertenecen a otros guardavallas de más nivel y acierto, pero si uno -cualquiera de los tres que juegue- que puede dar el nivel en la Copa del Mundo. Y con eso le basta al entrenador, que tendrá los mayores dolores de cabeza en otras posiciones.
LA ZAGA DE LAS POLÉMICAS
Luis Enrique y Sergio Ramos parecían llevarse de maravillas. El técnico confiaba en el liderazgo de su otrora capitán, y al zaguero central, otrora del Real Madrid y ahora del PSG, le iba bien a las órdenes del polémico adiestrador. Incluso, alguna concesión hizo este último con el defensor, con aquello de que necesitaba partidos para romper récords a nivel de selecciones y esas cosas secundarias que no les importan mucho a los que entrenan o dirigen.
Un día, hace ya más de dos años, Sergio se lesionó. Comenzó a arrastrar problemas en una de sus rodillas, apenas jugó con el Real Madrid, que no le renovó el contrato, y luego se fue al PSG, donde tuvo un primer año muy malo. El entrenador pasó de él y llamó a otros zagueros, sobre todo a Eric García, quien llegó al Barcelona con el cartel de gran central y que apenas ha mostrado nada.
García fue una de las causas de la pésima temporada pasada del equipo culé, y estuvo en la foto de casi todas las derrotas como protagonista. Aún así, Luis Enrique siempre contó con él, le dio la titularidad y lo defendió públicamente, incluso cuando ya no jugaba en el Barcelona que reforzó la zaga y dejó al Kaiser García como uno más. Está claro, es uno de sus hombre y el seleccionador nacional no trabaja con presiones.
Hubo presiones para incluir a Nacho, que tampoco es titular en el Madrid, pero que suele defender mejor. O a algún lateral izquierdo por Jordi Alba, otro que tampoco juega en el Barcelona, pero está decidido que será de la partida del Mundial, y no importa que la afición y los medios lo pidan. Ahí serán Alba, Americ Laporte, Eric García y Dani Carvajal los titulares, al menos por lo visto en mucho tiempo.
UN CENTRO DEL CAMPO CONTROVERTIDO
Para el mediocampo, el seleccionador tiene una prelista en la que aparecen Sergio Busquets, Rodri, Carlos Soler, Gavi, Pedri, Mikel Merino, Brais Méndez, Sancet, Marcos Llorente Koke, Mikel Oyarzabal. Los tres últimos, con los cuales ha contado siempre, o casi siempre, están lesionados y nadie sabe si llegarán a tiempo o no para la lid mundialista, pero tampoco es cosa que le preocupe mucho al entrenador.
En esa prelista faltan jugadores importantes, que se están luciendo con sus respectivos clubes, como Fabián Ruiz, con el PSG francés, o Sergio Canales con el Real Betis, pero ya la prensa pasó de eso, porque no entran en los planes de Luis Enrique, que siempre ha apostado por Busquets -relevo de Sergio Ramos como capitán-, Pedri y Koke, incluso Gavi y poco más. Sin importar otras consideraciones.
A Gavi lo convocó cuando aún no había jugado un partido completo con el FC Barcelona, en una abierta preferencia por jugadores con los colores blaugranas, lo cual puede ser bueno, pero también malo. Y ahora mismo, Gavi perdió la titularidad con Xavi Hernández en el equipo catalán y Busquets se arrastra por el campo la mayor parte de los partidos, porque el físico ya no le da para ser el jugador de antes.
¿Irá Gavi al Mundial? ¿Estará Busquets? Pues casi seguro que estarán ambos, que el segundo llevará la cinta de capitán y que por ahí se le puede escapar el torneo, porque ahora mismo no son lo mejor del país para jugar una Copa del Mundo, pero eso no parece importarle mucho al seleccionador, que sigue con su idea y la defenderá hasta el final, aunque eso signifique volver si el segundo título de la historia de España.
LA DELANTERA TIENE NOMBRE
Delante, Luis Enrique tiene claro que su hombre es Álvaro MOrata, ahora mismo lesionado, y que pueden acompañarlo otros jugadores, entre ellos el recién llamado Borja Iglesias, Ansu Fati, Dani Olmo, Ferran Torres, Rodrigo Moreno, Marco Asensio, Gerard Moreno, Yeremi Pino, Nico Williams, Ferran Jutglá o Pablo Sarabia. Cualquiera de esos, algunos lesionados, podría estar, porque no hay mucho más.
En el ataque unas veces fueron unos y otras, otros. Algunos, como Nico Williams, apenas jugaron unos minutos, se lucieron y son candidatos a estar. Otros, como Fati o Olmo, pueden tenerlo más complicado, pero tienen opciones, que son las que no tienen Nacho Fernández, Canales o Fabián Ruiz. Son cosas de Luis Enrique, que nadie le hará cambiar. Y aún así irá al Mundial con opciones de ser campeón, aunque yo no creo que muchas. ¿Y usted que opina?