El fĂștbol es de momentos, lo cual quiere decir que no todos los jugadores pueden rendir a un mismo nivel por muchos años. Aunque los que hemos disfrutado del mĂĄs universal desde el mismo comienzo de este siglo, coincidimos con dos colosos que estuvieron siempre, con goles decisivos un dĂa sĂ y otro tambiĂ©n, y mientras unos se convertĂan en estrellas fugaces, ellos se eternizaron en el firmamento mundial.

Hay ejemplos de grandes jugadores cuyas carreras no duraron mucho al nivel mĂĄs alto. Entre esos, en el presente siglo, se me ocurre mencionar al inglĂ©s Micahel Owen, al brasileño KakĂĄ, ambos ganadores del BalĂłn de Oro. Pero hay mĂĄs, como los colombianos Radamel Falcao o James RodrĂguez, a los cuales todos les auguraban largas y portentosas carreras y, aunque jugaron mucho, no lo hicieron al nivel de sus mejores años.
Grandes de verdad, desde el mismo inicio hasta sus dĂas finales, que aĂșn disfrutan, fueron el argentino Lionel Messi y el portuguĂ©s Cristiano Ronaldo. Cierto es que la salud los ha acompañado siempre, o casi, pero en eso tambiĂ©n tuvo que ver su profesionalidad y su empeño, el dedicar horas extras a prepararse, a cuidarse como nadie, con alimentaciĂłn de astronautas, para mantener el fĂsico al ciento por ciento.
MBAPPĂ Y HAALAND COMO HEREDEROS
Las salidas de Messi y CR7 de Europa, con destino a las ligas de Estados Unidos y Arabia Saudita, dejĂł sin reyes el trono europeo. Y aquello de que 'el rey ha muerto, viva el rey', significa que cuando un monarca no estĂĄ, tiene que haber otro que asuma al momento su puesto. Y los agoreros del fĂștbol apostaron por dos de los mĂĄs grandes talentos de los Ășltimos años: el noruego Erling Haaland y el francĂ©s Kylian MbappĂ©.
Eso estaba decidido, casi por decreto. El implacable goleador nĂłrdico y el ambicioso -nunca mejor dicho- futbolista galo tenĂan todas las papeletas para comenzar a agregar tĂtulos individuales a sus carreras, partiendo desde la base de que los premios personales solo llegan despuĂ©s de haber ganado algo con clubes y selecciones. Sin embargo, las primeras rondas de la presente UEFA Champions League han cambiado la tendencia.
Haaland no ha tenido, ni en la Liga Premier de Inglaterra, ni en la Champions, el poder de definir del año anterior, y hasta el propio entrenador, Pep Guardiola, comienza a mirar de reojo a su goleador. Incluso, como en el Ășltimo partido ante el RB Leipzig, tuvo que apelar al argentino JuliĂĄn Ălvarez para intentar controlar un partido que se le habĂa complicado. "La Haraña", como llaman al argentino hizo el trabajo, pero Haaland no estuvo bien.
Tampoco estuvo bien el noruego en las rondas finales de la pasada Champions. En los dos partidos de semifinales ante el Real Madrid no anotĂł y tampoco en la final ante el Inter de MilĂĄn. Fue como si de pronto la porterĂa contraria se le achicara y le costara mĂĄs, mucho mĂĄs, hacer lo que mejor se le da, que es marcar goles. Todos esperamos que Haaland le dĂ© la vuelta a la situaciĂłn en Europa, mĂĄs temprano que tarde.
Mbappé se frustró la temporada anterior. Fue eliminado en Champions temprano y aunque anotó tres goles en la final de la Copa Mundial ante Argentina y fue måximo artillero del torneo, perdió en penales el partido decisivo frente a la Lionel Messi. Para colmo, el PSG marcha quinto ahora mismo en la Ligue 1, con tres triunfos, tres empates y una derrota, en una situación coyuntural, que no deja de ser llamativa.
NUEVAS ESTRELLAS A ESCENA
Sin todas las grandes estrellas de los Ășltimos años, el PSG tiene al capitĂĄn de Francia como gran referencia y cĂłmo el hombre al que todos buscan cuando de resolver los partidos se trata, solo que en la Ășltima fecha de la Champions fue goleado por el Newcastle Unied, por 4-1, en un partido en el que la estrella gala no apareciĂł, y su aficiĂłn se lo reprochĂł, porque le exige que sea en esos momentos en los que tire del equipo.
MbappĂ© agota el Ășltimo año de su contrato con el Paris Saint-Germain, supuestamente. A partir del 1 de enero quedarĂĄ libre para negociar con el equipo que quiera, si es que no llega a un acuerdo para seguir en el Parque de los PrĂncipes, algo que nadie se atreve aĂșn a asegurar, pero tampoco a desmentir, teniendo en cuenta las situaciones que se han dado con Ă©l en el pasado.
Mientras, en el Real Madrid se sale el Ășltimo fichaje del equipo blanco, el inglĂ©s Jude Bellingham, adquirido en el mercado pasado por mĂĄs de 100 millones de euros, quien no solo sale a gol por partido en la Liga Española, sino que revoluciona en Champions en cada apariciĂłn de su club, y poco a poco los medios y los especialistas lo comienzan a comparar con Cristiano Ronaldo y su espectacular bebut de blanco, hace ya unos años.
Bellingham destrabĂł el debut del Real Madrid en Champions ante el Union Berlin, con un gol en el minuto 94, tras aprovechar un rebote que dio el arquero rival. Y hace dos dĂas, en en el Diego Armando Maradona, de NĂĄpoles, anotĂł un golazo en la victoria por 3-2 del once de la capital española ante el actual campeĂłn de Italia. Era todo lo que necesitaban los aficionados para terminar de emcumbrarlo y colocarlo como referencia del equipo.
La erupciĂłn del centrocampista britĂĄnico en Europa coincide con la vuelta de Vinicius Junior, recuperado ya de sus problemas fĂsicos, y listo para formar una dupla letal entre ambos, que ahora mismo mantiene a los blancos en la cima de la competiciĂłn domĂ©stica y tambiĂ©n en Europa, donde el Madrid tiene un compromiso siempre, so pena de quedar mal ante una aficiĂłn que no entiende de descalabros en Champions.