LeBron James anotó 48 puntos ante los Rockets de Houston en 36 minutos sobre la cancha, en los que estuvo cerca de conseguir un triple doble (nueve rebotes y ocho asistencias), y continuó su camino en busca del récord absoluto como máximo anotar en la historia de la NBA, que está en poder de Kareem Abdul-Jabbar, quien sumó 38.387 en temporada regular, antes de terminar su carrera en 1989.
Para la estrella de los Lakers fue un partido redondo y una demostración más de que está a un gran nivel, a pesar de sus 38 años de edad y 20 temporadas en sus espaldas en el mejor baloncesto del mundo. Con el triunfo ante los Rockets manda un mensaje claro sobre sus intenciones, porque no pretende demorar mucho en convertirse en líder en puntos de todos los tiempos.
El ya veterano alero, que también puede jugar como base y ala-pivot, está cuajando una buena temporada, en la que marcha sexto entre los anotadores con 29.7 puntos como promedio por partido, vigesimooctavo entre los reboteadores con 8.2 y decimotercero en asistencias con 7.0, en una clara señal de que sigue estando a un altísimo nivel, con mucha polivalencia en la cancha.
LA CONSAGRACIÓN DE KING JAMES
A LeBron James no lo llaman The King o King James por gusto, o por caerle bien a los fanáticos del baloncesto, sino por una espectacular carrera que para muchos lo ha llevado al podio entre las estrellas de siempre de la NBA, en un ranking en el que pudieran estar también el mítico Magic Johnson, el propio Abdul-Jabbar y Michael Jordan o Kobe Bryant, entre no muchos otros.
Con 2.06 metros de estatura y 113 kilogramos de peso en la actualidad, el ahora astro de los Lakers tuvo modales de estrella aún antes de estrenarse en el mejor baloncesto del mundo. Su debut se produjo en 2003, luego de ser escogido como número uno en el draft por los Cavaliers de Cleveland, a los cuales les demostró muy pronto que no se habían equivocado al apostar por él.
El día de su estreno, ante los Kings de Sacramento, marcó 25 puntos, dio nueve asistencias, consiguió seis rebotes y se robó cuatro balones. Era la eclosión de una futura estrella, lo que necesitaba la NBA para paliar el retiro definitivo de su gran estrella, Michael Jordan, de quien James se declaró admirador, y con quien lo han comparado infinidad de veces desde entonces para buscarle explicaciones a su juego excelso.
Por más de una década no solo llovieron las comparaciones con Jordan, sino también con Bryant, hasta el retiro de este último en 2016, mientras LeBron James pasaba de un equipo a otro y dejaba su huella por cuanto ciudad o cancha pasó, con varios anillos y muchas finales, hasta que llegó a los Lakers, uno de los dos grandes de siempre de la NBA junto s los Celtics de Boston.
Su carrera ha estado marcada por los anillos, los premios individuales y la constancia, algo muy importante en el deporte, sobre todo para aquellos que quieren dejar su huella. Si James se retirara ahora, ya estaría en el Olimpo de los basquetbolistas, pero él tiene en mente convertirse en el máximo anotador y parece que pretende hacerlo no más allá de febrero, a juzgar por sus últimas actuaciones.
DE LOS CAVALIERS A LOS LAKERS
En su primera temporada en la NBA, LeBron fue votado como el Novato del Año. Era apenas su primer premio individual importante, para alguien que muy pronto se dio cuenta de que en el deporte, a ese nivel, tienes que llevar a tu equipo a ganar para que empiecen a considerarte como alguien grande, y para que te lleguen jugosos contratos también, por qué no.
En sus primeras temporadas le costó encaminar al equipo de Cleveland a la postemporada, a pesar de que sus actuaciones lo ponían al nivel de las grandes estrellas de siempre. Cada semana aparecía en los medios por haber igualado a Bryant o a Jordan en algún indicador y su promedio de puntos por partido era un indicador de que todo iba bien, pero su equipo aún no ganaba.
Al final, en la temporada 2005-2006 alcanzó los play off, en los cuales debutó con un triple doble ante los Wizards de Washington, el mismo equipo en el que había dicho adiós Jordan. Fue apenas el tercer jugador en la historia de la NBA en conseguirlo, luego de Johnny McCarthy (1960) y Magic Johnson (1980). Los Cavaliers pasaron esa ronda, pero en semifinales de conferencia les tocó ante los Pistons de Detroit, quienes dominaron la serie por 4-3 y acabaron con el sueño del primer anillo.
Para ganar sus dos primeros anillos se tuvo que mudar a Miami y jugar con el Heat, campeones de 2012 y 2013, aunque regresó a Cleveland para saldar una deuda con esa franquicia e imponerse en 2016. Por última vez ganó con los Lakers, su actual equipo, en 2020.
Hasta ahora suma cuatro anillos y ha sido elegido en 18 ocasiones consecutivas para el All Star Game de la NBA, una cifra que puede aumentar, porque ahora mismo encabeza las votaciones para el partido del presente año, y ha estado en 13 ocasiones en el Mejor Quinteto del campeonato. Además de todo eso, es líder en puntos anotados en la suma de la temporada regular y los play off.
¿Hasta dónde puede llegar la carrera de King James? Ahora mismo nadie sabe, pero lo que si tienen claro todos es que peleará por dejar el listón lo más alto posible, como ha sido todo en su carrera hasta ahora.