Rafa Nadal se prepara para volver al ruedo. Quiere estar de nuevo en el circuito profesional e intentar disfrutar del tenis, el deporte que lo encumbró. Sabe que su carrera casi termina y exprimir los últimos torneos, tal vez algún título, no esté mal. Sin embargo, no quiere hacerlo como un convidado de piedra en sus venideras presentaciones. Quiere volver con posibilidades y su primera meta será el Abierto de Australia.
En las últimas semanas ha dado señales. El tenista oriundo de Manacor se entrena cada día y se pone fino para regresar. Sabe que solo si vuelve al mejor nivel posible, tendrá opciones, porque hay una camada de grandes jugadores que no le perdonarán nada en la pista. Por eso no se precipita, se ejercita y aguarda. La meta inmediata está en Melbourne Park, pero su entrenador y los allegados saben que mira un poco más lejos, al Abierto de Francia.
El tenis español ha tenido problemas físicos constantes en su carrera. Su forma de jugar le ha pasado factura a sus tobillos, a las rodillas, a la muñeca, y al abdomen, la última de las lesiones. Incluso, él mismo admitió que el dolor no lo iba a abandonar nunca más y que tendría que convivir con las molestias si quería regresar al tenis de máxima competición. Es el peaje del alto rendimiento.
ROLAND GARROS EN LA MIRADA
Aunque diga que la meta inmediata está en el primer Grand Slam del año, Nadal, que ya tiene 37 años de edad, solo ha ganado en dos ocasiones en tierras australianas. La primera de ella en el lejano 2009, y la última, de manera sorpresiva ante Daniil Medvedev, en 2022. El sabe que la superficie sintética (látex, goma y partículas de plástico) de las pistas de Melbourne Park no es su favorita.
Sin embargo, la gira por tierras oceánicas, que tendrá algún partido de preparación y alguna incursión oficial, le servirá para ir agarrando ritmo de competencia, para verse las caras con algunos de los ubicados en la parte de arriba del escalafón de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y para pensar en la gira sobre arcilla, que será el preámbulo de Roland Garros, a donde espera llegar en perfecta forma
Nadal sabe que tiene rivales temibles, jugadores con una sed de triunfos enormes y que ganar por decimoquinta vez en la Phillipe Chartier será una tarea de gigantes, pero no es de esos que se deja vencer antes de intentarlo todo, y sabe también que, en dependencia de lo que haga en Francia, dependerá el futuro de su carrera, por más que sepa que el final se acerca a pasos agigantados.
¿Puede ganar algún título de Roland Garros más? Claro que puede. Tiene 22 en sus vitrinas. Y quien ha ganado 22 veces, si está activo, siempre va a tener opciones de volver a hacerlo, pero no podrá arrastrarse sobre las pistas para conseguirlo, ni es lo que él quiere. Tiene que volver a su mejor forma, luego del parón más largo de toda su carrera, pero no hay nada que sea imposible para Nadal, al menos por lo que ha demostrado hasta ahora.
Sus seguidores, y los seguidores del buen tenis, querrán verlo otra vez, pero ya sabemos que será el propio jugador el que decida si sigue o no. Por eso es importante lo que suceda en Australia, en los días previos, y en la gira sobre tierra batida previa al segundo Grand Slam del año. Ahí será donde se decida el futuro de la carrera del mejor deportista español de todos los tiempos y de uno de los tres más grandes tenistas de la historia.
RAFA NO MIRA A DJOKOVIC
El español sabe que Novak Djokovic lo adelantó definitivamente. Las marcas del serbio son inalcanzables, no solo para él, sino, posiblemente, para cualquier jugador en el futuro. Al final, el día que Nole decida retirarse, habrá dejado unos récords impresionantes y tendrán que pasar años, décadas, para que algún otro tenista logre alcanzarlo y superarlo, algo que ahora mismo se me antoja casi imposible.
Sus títulos de Grand Slam serán una quimera para cada nueva camada de jugadores que aparezcan en el circuito. Ahora mismo no hay ninguno que parezca que puede llegar ni a la mitad de sus títulos. Incluso, ni Carlos Alcaráz, que parecía que tendría más opciones y que pelearía con el serbio, parece que será la competencia. Con 36 años, Nole sigue dominando con mano de hierro el circuito y despide 2023 otra vez como número uno de la ATP.
Tal vez solo dos marcas de Nadal sean inalcanzables para el serbio: más semanas consecutivas en el top ten y más títulos en un mismo torneo de Grand Slam, con los 14 que ha ganado en Roland Garros. Nadal estuvo entre los 10 primeros del mundo desde abril de 2005 hasta que se cayó de ese grupo de 10 mejores, al lesionarse el año anterior. Superó las 900 semanas, muy lejos de cualquier otro retirado o en activo, entre ellos Djokovic, que tiene poco más de 600.
Nole, por su parte, ha ganado en 10 ocasiones en Melbourne Park, que es su feudo, y para alcanzar a Rafa, en caso de que este no se imponga nunca más en Roland Garros, tendrá que hacerlo con 40 años, sin perder nunca más un partidos en tierras australianas. Superarlo parece más difícil, tanto como que el cuarto jugador con más Grand Slam, tras el llamado Big Three, apenas llegó a 14. Y hablamos de una leyenda como Pete Sampras.
Nadal tiene un puesto reservado en el Olimpo del tenis mundial por los tiempos de los tiempos, pero el sitial cimero será de Djokovic, quien, de no haber sido por la presencia del español y del suizo Roger Federer en su misma época, tal vez hubiera ganado en 40 ocasiones. Aunque los otros dos pudieran decir lo mismo en referencia a los otros dos miembros del Big Three.