Defender los colores de España al máximo nivel en el fútbol se ha vuelto una tarea dura para algunos jugadores, en tanto a otros le han regalado la condición de internacional, solo por vestir los colores de un club u otro. Y en los últimos años, jugar para el Real Madrid no ha sido una buena credencial para que los seleccionadores de turno llamen a uno u otro, en dependencia de las situaciones.
No voy a referirme a Pedri, Gavi, Lamine Yamal o incluso Alejandro Balde, que llegaron a La Roja sin haber cumplido una decena de partidos con sus respectivos equipos en primera división. A estos se les veía clase para jugar por España, aunque tal vez no tanto como quieren hacer ver algunos, que les han dado balones de oro a diestra y siniestra, tal como hicieron en su momento con Ricky Puig y no sé cuantos más.
En la época de Luis Enrique, si no eras Marco Asensio o Dani Carvajal, podrías hacer lo que quisieras con el Real Madrid, que no te iba a llamar el seleccionador por nada del mundo. El exjugador blanco y blaugrana cortó a Sergio Ramos de un hachazo, por lesiones y mala forma física, pero cuando este se recuperó, en el PSG, jamás lo tuvo en cuenta. Y con Nacho hizo lo mismo.
LA NACIONALIZACIÓN DE CENTRALES
Al pasado Mundial acudió España con un central nacionalizado, Amerique Laporte, para que Luis Enrique no llevara a Sergio Ramos. Se encaprichó el entrenador en apostar por Eric García, un descarte del Manchester City que en Barcelona tenían como poco menos que un Franz Beckenbauer, que al final, muchos meses antes de Qatar 2022 ya había perdido el puesto hasta en su club.
Pero los caprichos de Luis Enrique terminaron con García en la Copa Mundial, aunque sin jugar un minuto, porque en la zaga alineó a Laporte e improvisó con Rodri, tal vez el centrocampista más en forma del mundo, a quien desaprovechó en su puesto natural, para reconvertirlo en un central convencional, sin nada del otro mundo, tal vez una de las causas de la tempranera eliminación de España.
El revés de La Roja y la salida de Luis Enrique tampoco cambió las cosas para Ramos, porque su sustituto, Luis de la Fuente, también pasó de Ramos, un veterano, cierto, pero mejor central que todos los demás que juegan para España. De la Fuente, incluso, apoyó la nacionalización de otro zaguero galo, sin opciones de ser internacional con su país, Robin Le Normand.
Parecería que España no dé centrales y no es así. El Athletic Club de Bilbao tiene buenos jugadores en esa demarcación, Ramos estaba para volver a la selección, incluso para la próxima Eurocopa, porque lo ha hecho muy bien, con liderazgo incluido, desde que firmó por el Sevilla, a principios de la presente temporada, y a pesar de su edad, mucho más cercana al retiro definitivo.
Sin embargo, y no hay que descartarlo, a la Eurocopa tiene casi boleto y medio asegurado Pau Cubarsí, un chico que no juega mal, pero que nada más apareció lo convirtieron medios y agoreros del Barcelona "en el mejor central del mundo", a pesar de que ha jugado bien, muy bien para los 17 años que tiene, pero lejos de lo que tiene que ser un defensor sólido o de clase mundial.
LA MALA SUERTE DE NACHO
Nacho Fernández, el actual capitán del Real Madrid, ha llevado la peor parte en todo este tiempo. Más de una década lleva en las filas del Real Madrid. Siempre por detrás de alguien, pero cada temporada en muy buena forma, con muchos minutos, infinidad de títulos y una solidez y polivalencia probadas como defensor, que le ha hecho ganarse la confianza de distintos entrenadores.
Nacho ha tenido oportunidad de marcharse del Madrid a otros clubes que le ofrecieron la titularidad y prefirió quedarse, y eso no solo le restó opciones de jugar más, tal vez, sino que le coartó cualquier opción de jugar para España en algún gran torneo, porque los entrenadores nunca lo llamaron y cuando Luis Enrique lo hizo, un error que cometió lo enterró para siempre.
Con De la Fuente es lo mismo. Ya tiene el técnico a sus dos nacionalizados, a Cubarsí y tal vez Vivian, el del Athletic Club de Bilbao, para completar su cuadro de zagueros, sin embargo, Nacho ha tenido mejor campaña que todos ellos, a pesar de que en algún momento Ancelotti no le tuvo mucha confianza en algún momento y prefirió hasta Aurélien Tchouaméni para el puesto de zaguero central por encima suyo.
Sin embargo, cuando la Champios y La Liga entraron en su etapa crítica, Nacho volvió a ser el jugador de siempre. Ante el Manchester City secó a Erling Haaland, que no es poca cosa, y ante el Bayern Múnich fue fundamental para conseguir el pase a la final. Puede que juegue, o no, el partido definitivo, porque Éder Militao ya pelea por recuperar su puesto, pero sigue siendo un sello de garantía.
Nacho no lo ha dicho, pero todos los medios dicen que se va del Real Madrid, tal vez a Estados Unidos, al finalizar la temporada, Para el capitán del Madrid, el mismo que acaba de levantar el título de Liga y que puede hacer lo mismo con la Champions en dos semanas, sería un premio tremendo defender los colores de España en la Eurocopa, pero eso no va a ocurrir, porque a los últimos seleccionadores no le gusta lo blanco.