Lo más normal en el mundo del fútbol es que los entrenadores sean cesados. Hay clubes que en un año pueden tener tres o cuatro hombres al frente del banquillo. Esos cambios, en un por ciento alto de los casos, están motivados por los resultados deportivos. Si el equipo no gana, si los objetivos que se propuso la institución para algún momento del año no se cumplen, puede pagar el entrenador.
Ese es el pan nuestro de cada día. Solo que siempre hay finiquitos que suelen llamar más la atención, en dependencia, sobre todo, de quién sea el protagonista. Porque, aunque Carlo Ancelotti, uno de los técnicos más exitosos de la historia del fútbol, diga que los técnicos siempre están en el aire, uno nunca se imagina que algunos de ellos puedan ser cesados.
Entre esos que cuesta imaginar que su pacto sea cerrado por decisión de las juntas directivas están el propio Ancelotti, Pep Guardiola, Diego Pablo Simeone, entre algunos otros, sin embargo, de ellos algunos ya fueron echados, aunque sin tanto ruido como lo ocurrido con José Mourinho hace unas horas, cuando el AS Roma italiano lo dejó libre, a pesar de que la afición romanista lo adora.
El potencial del TOP-4 italiano no es comparable al nuestro. La afición de la Roma es la más increíble que he visto nunca, el entrenador se llama José Harry Mourinho Potter y genera expectativas, estamos peleando contra algo que es muy difícil
¿POR QUÉ ECHARON A MOURINHO?
José Mourinho llevaba dos años y medio en la Roma, un equipo de media tabla en la Serie A, con una afición muy exigente, que soñaba con volver a puestos de Europa y ganar trofeos, algo que no conseguían desde hacía muchos años. Nada más aterrizar en el Estadio Olímpico, The Special One, como él mismo se puso, le dio al equipo capitalino un título de Conference League que supo a gloria a la afición.
No era la Champions, que había ganado dos veces, una con el Porto y otra con el Inter de Milán, pero ver a sus jugadores levantar una copa fue un hecho grandioso en Roma, sobre todo para una afición que comenzó a idolatrar a Mou, a pesar de algún exabrupto o alguna posición extrema con sus jugadores, de esas que no suelen caer bien a los aficionados. Pero a Mourinho se le perdonó todo.
Antes que nada quiero pedir disculpas. Llevo aquí dos años y cinco meses y en todo ese tiempo he sido la única persona que nunca ha faltado a un solo entrenamiento
Al año siguiente, el de Setúbal estuvo a punto de superarse y plantó a la Roma en la final de la UEFA Europa League. Allí cayó contra un Sevilla que salvó la temporada por el título conseguido en un partido en el cual el arbitraje perjudicó al once romano. Y Mourinho, como es habitual en él, no se cortó a la hora de hablar de los encargados de impartir justicia en el campo. Sin embargo, la relación con la directiva no estuvo a su mejor nivel.
En Liga, sin embargo, al entrenador portugués no le fue tan bien. En el primer año terminó en el sexto puesto, con todos los grandes de Italia por delante. Eso le sirvió solo para entrar en UEFA Europa League el año anterior. Y en su segunda temporada, apenas pudo repetir el mismo resultado. Este año, con la mitad del calendario por delante, la Roma marcha noveno, con 29 puntos en 20 fechas.
Esas 29 unidades lo ubicaban noveno, pero el ocupante del cuarto puesto, La Fiorentina, está apenas a cinco unidades por delante, por lo cual no se puede decir que Mou habría quedado apartado de su sueño de entrar en Champions, a pesar de contar con una plantilla muy distante de lo que se necesita para acabar con la hegemonía de Juventus de Turín, Inter de Milán o Milán AC, por mencionar a los más fuertes.
A BUSCAR TRABAJO
Los resultados deportivos pueden aparentar ser la causa real de la rescisión del contrato del laureado técnico portugués. Es lo que ocurre siempre que no consigues tus metas o las que te pone el club, pero detrás de ese comunicado anunciando su salida fulminante, puede haber algo más, como que el técnico estaba ganando mucha ascendencia entre la afición y a los dueños no les gustó mucho.
Para mantener a la afición contenta, a pesar de la salida de Mourinho, la directiva trajo a Danielle de Rossi, una gloria del equipo gialorossi, quien defendió los colores del club durante 18 años, pero que tiene muy poca experiencia como entrenador, porque solo entreno al Spal, un pequeño equipo que pertenece a la ciudad italiana de ferrara y que compite en la Serie C. Eso sí, la afición lo adora y lo considera uno de sus ídolos eternos.
Siempre tendremos grandes recuerdos de su paso por la Roma, pero creemos que un cambio inmediato es lo mejor para el club... La AS Roma puede confirmar que José Mourinho y su cuerpo técnico dejarán el club con efecto inmediato
La directiva de Friedkin Group, encabezada por Dan Friedkin, sabe que la afición no pitará a Danielle ni se pondrá en contra de este como represalia por la salida del luso, Aunque el técnico saliente recibió las primeras muestras de cariño nada más abandonar la ciudad deportiva romanista unas horas después de haber sido cesado. Decenas de aficionados acudieron a despedirlo y lo obligaron a detener el vehículo en el que viajaba para saludarlo.
Mou pasará ahora a formar parte de ese grupo de técnicos que no tienen trabajo y que estarán disponibles para cualquiera que necesite a alguien con títulos en el puesto de mando. Con dos Champions en su palmarés, es ahora mismo, el segundo con más glamour entre todos los desempleados, solo por detrás de Zinedine Zidane, con quien tiene en común haber entrenado al Real Madrid, aunque hay diferencias notables entre uno y otro.
Siempre tendremos grandes recuerdos de su paso por la Roma, pero creemos que un cambio inmediato es lo mejor para el club. Le deseamos a José y sus asistentes todo lo mejor en sus proyectos futuros
La diferencia, en cuanto a su paso por el Real Madrid, es que Mourinho estuvo tres años y llevó al equipo a tres semifinales de Champions, mientras Zizou, en su primera etapa, solo entrenó dos años y medio en el Santiago Bernabeu y en ese tiempo ganó en tres ocasiones la URFA Champions League. Esos tres títulos consecutivos constituyen un récord para cualquier entrenador en la competición continental.
