El golfista español Jon Rahm puso su firma a un contrato enorme para irse a la superliga saudita. Recibirá 520 millones de dólares, que lo convierten en el deportista con el pacto más alto de la historia. Sin embargo, aunque esa cifra parezca muy alta, tanto como descomunal, puede ser que la marca sea superada en las próximas semanas y pase a manos de un japonés que juega béisbol y que se llama Shohei Ohtani.
Incluso, puede que otro beisbolista entre en escena, el dominicano de los Yankees de Nueva York Juan Soto, quien rechazó cifras escandalosas en el pasado, en espera de ser agente libre y poder sentarse a pedir, pero ahora pasó a los Yankees y estos buscarán un acuerdo antes de que finalice a temporada para no llegar a extremos y no perder a un pelotero por el que dieron hasta cinco jugadores, incluidos varios prospectos.
Hay quien dice que el acuerdo del llamado León de Barrika, el apodo del golfista, no es el más alto de la historia, porque, aducen, Lionel Messi le sacó unos 674 al Barcelona, solo que el argentino lo hizo tras continuas renovaciones y muchos pactos, y ahora solo toca hablar de una cantidad en un solo momento, en un solo acuerdo, algo que nunca nadie consiguió antes y que coloca a Rahm por delante de los más grandes deportistas de siempre.
MÁS DE 100 DÓLARES POR AÑO
Rahm, que tiene 29 años de edad, superará los 130 millones de dólares en cada uno de los próximos cuatro años, el precio que paga el circuito Arabia Saudita LIV Golf, cantidades solo equivalentes, por temporadas, a las que ganan alguno futbolistas en el mismo país, entre ellos el fenomenal portugués Cristiano Ronaldo, bandera de un proyecto para hacer que los ojos del mundo del fútbol se vuelvan hacia el país.
El gobierno saudita, que navega en un mar de dinero, respaldó a muchos de los clubes para que se lanzaran a Europa en busca de las grandes estrellas del fútbol con la intención de elevar el nivel de la liga, hacerla competitiva y darle visibilidad con el objetivo de acoger una Copa del Mundo, y no tuvieron que esperar mucho, tras los enormes desembolsos, la Federación Internacional (FIFA) decidió que en 2034 se jugaría allí.
No hizo falta votaciones ni rejuegos. O sí: la Copa Mundial de 2030, a la que aspiraban varias candidaturas conjuntas, será compartida hasta por cinco países, con lo cual quedó libre todo para complacer al reino saudita, que ya dijo que no necesariamente se tendría que jugar el torneo en invierno, porque ellos podrían crear las condiciones para jugar en verano, pese a las tórridas temperaturas del país en junio y julio.
Con Rahm pasa otro tanto: la bolsa pudo más y el vasco lo tuvo claro. Según sus propias declaraciones, lo pensó un poco, pero no mucho. Incluso, admitió que le gustan los avances del LIV en el golf, pero admite que el dinero tuvo un peso super importante y lo ayudó a decidirse con más rapidez. A fin de cuentas, dirá, no todos los días le ponen a uno un cheque delante con 520 millones de dólares por hacer lo que le gusta.
El golfista sabe que hay seguidores a los cuales no les gustó mucho su decisión, pero a esos les aseguró que seguirá siendo el mismo, que trabajará con la misma intensidad, que perseguirá los mismos objetivos con la intención de seguir haciendo historia. Incluso, se vanaglorió de poder jugar el Masters de por vida, el US Open hasta 2031, y cinco años más, al menos, los otros dos grandes torneos del circuito PGA, y hasta piensa en hacerlo en el Open de España cuando no coincida con el LIV.
OHTANI Y JUAN SOTO
Cuando Juan Soto ayudó a los Nacionales de Washington a ganar la Serie Mundial de las Grandes Ligas, la gerencia del club de la capital estadounidense le ofreció 440 millones por 15 años. Los 440 parecían mucha plata, pero si los dividías en 15 temporadas, las cuentas saldrían a menos de 30 en cada curso, y el dominicano dijo que no. Su equipo no tuvo más opción que traspasarlo a los Padres de San Diego.
Ahora, el equipo californiano lo involucró en un cambio múltiple y lo mandó a los Yankees de Nueva York, los cuales intentarán retenerlo, pero, casi seguro, tendrán que pasar de los 40 millones por año, y ofrecerle más de 10 campañas, que no está mal para un jugador de apenas 25 años recién cumplidos. El pacto podría acercar a Soto a la cifra de Rahm, aunque no creo que pueda superarla Si ocurre, me parecería descabellado.
Sin embargo, el que casi seguro sobrepasará esa cifra será el fenomenal japonés Shohei Ohtani, un coloso con el bate en la mano y desde el montículo, aunque en contra de su nuevo contrato estará aquello de que no puede lanzar en todo 2024, con la intención de recuperarse de una lesión en su brazo de lanzar a finales de la última temporada con los Angelinos de Anaheim, con los que ha jugado siempre en las Grandes Ligas.
Por ahora no se sabe en qué equipo recalará Ohtani, pero una vez que los Yankees se hicieron con Juan Soto, quedaron descartados y los principales candidatos son los Dodgers de Los Ángeles, los Gigantes de San Francisco y tal vez los Azulejos de Toronto. Cualquiera de ellos tendrá que rascarse duro la billetera para llevar al nipón a sus filas y tenerlo en su alineación en 2024 y también como lanzador en los años siguientes.
De haber llegado sano a la actual agencia libre, Ohtani hubiera estado cerca de los 600 millones de dólares, en un acuerdo por 10 años, que terminaría con 39 primaveras cumplidas, pero su brazo lastimado reducirá esa cifra y tal vez la cantidad de plata que le ofrecerán. De todas formas, se acercará mucho a lo que aparecía en el contrato de Jon Rahm, aunque solo en el total, porque por temporadas saldrá mucho mejor el español.
