La boxeadora Citlalli Ortiz calificó a Juegos Olímpicos en el 2do Torneo Preolímpico Clasificatorio en Bangkok, Tailandia, y lo hizo con su particular estilo, ir hacia enfrente y buscar el contragolpe.
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Ahora buscará en París subir al podio, “la pelea de mi vida es por una medalla olímpica”, sentenció Vanessa Ortiz. Empezó en el boxeo a los 13 años de edad y ahora a sus 24 años, a unos días de su debut olímpico, recuerda que todas las peleas que ha enfrentado han tenido un alto grado de dificultad, “mi primera pelea fue un acuerdo, no me querían dejar pelear y fue contra una campeona nacional. Eso me ayudó mucho en mis inicios, pelear contra rivales que ya tenían un buen recorrido como una campeona mundial, una nacional o contra medallistas olímpicas”, compartió Vanessa Ortiz en una entrevista con el la pugilista.
El pelear con boxeadoras de alto nivel le ayudó a adquirir esa experiencia en sus inicios en el ring, y que también ha permeado en tener un estilo de boxeo muy definido, “la razón por la que peleo hacia enfrente y sin parar es porque casi siempre me tocan peleadoras más altas, es raro que me toque alguien de mi estatura; mi estilo natural fue el contragolpe, por eso agarre ese estilo, pero no me conviene el contragolpe sí siempre me van a mantener a la distancia. Mi estatura la ven como una desventaja, pero para mí es una ventaja. Es una de las razones que ayudaron a mi clasificación, porque a las peleadoras altas se les complicaba tirar golpes hacia abajo”, afirmó la boxeadora.
Ese estilo de ir hacia enfrente lo que la ha caracterizado y que ahora la tiene con el boleto olímpico, un sueño que empezó unos años atrás, “el sueño olímpico inició en el 2018, fue muy a fuerza al principio. Todo empezó con mi papá, él se dio cuenta de Juegos Olímpicos cuando Claressa Shields, la campeona olímpica de mi categoría en Rio 2016, fue al gimnasio donde entrenaba en Estados Unidos”, aseguro la atleta.
Su papá fue el artífice de ese sueño olímpico que ahora se ha cristalizado, ya que Cipriano Ortiz, ha sido su primer y único entrenador en sus poco más de diez años de carrera deportiva.
“Es mi primer y único entrenador. Cuando empecé nadie me quería entrenar, y como nadie lo hacía, el me enseñó, con sus conocimientos de fanático. Los resultados que doy son el reflejo de sus conocimientos e ideas”, compartió la boxeadora.
Su padre ha estado en la mayoría de sus combates alentándola, y es precisamente en la parte mental donde el apoyo familiar y deportivo ha tenido que salir a flote para seguir en este camino, “hay veces que pierdes esa confianza en ti misma, pero mi papá siempre me ayuda para no dejarme caer y recuperar rápido esa fe, me dice: yo sé que puedes, por eso te lo digo y soy terco con eso. Y si él lo cree, porque yo no”.
El recorrido que ha hecho Citlalli en el deporte solo tiene una ruta y siempre pasa por estar cerca del ring, ya que la joven boxeadora vive para ello, un camino que eligió hace varios años, “todo lo que hago alrededor es para el box, hasta mi trabajo que empecé en 2018, fue para invertirlo en el box, box o box, nada más”, finalizó Citlalli Ortiz.
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