La temporada de 2023-2024 ha sido, por mucho, la peor en la carrera del arquero belga, hasta hace unos meses considerado entre los tres mejores del mundo en su puesto. Y no ha sido mala por errores en su desempeño bajos los palos o por esas cantadas que dejan mal parados a los arqueros durante los partidos, sino por las lesiones, porque el belga no ha salido de una para entrar en otra.
Courtois se lesionó en un entrenamiento el 10 de agosto del año anterior. El parte médico fue contundente: "rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda". El daño obligaba a pasar por el quirófano sin haber jugado un partido oficial, en una situación que obligó al Real Madrid a buscar soluciones, de las cuales hablaremos más adelante, porque la solución verdadera estaba en casa con Andriy Lunin.
El guardavallas belga pasó por el quirófano e inicio de inmediato su proceso de recuperación. Nunca se habló de fechas, pero siempre se pensó que podía estar listo para la parte final de la temporada, para esos partidos decisivos en los cuales el equipo blanco podía jugarse alguno de sus objetivos, y justo cuando ya estaba fino, que iba a jugar un partido amistoso con jugadores de las categorías inferiores, volvió a caer.
UN PASO ATRÁS PARA COURTOIS
Mientras los internacionales del equipo blanco se marchaban con sus selecciones para jugar un par de partidos de preparación de cara a las principales competiciones de Europa y América, sobre todo, el cuerpo técnico diseño un partido entre los no convocados por sus países y jugadores de los filiales del Real Madrid, para ver en acción a Courtois y Eder Militao, otro que también estaba lesionado.
Se iba a jugar el próximo fin de semana, y si todo salía bien, para el siguiente fin de semana, el partido entre el Real Madrid y el Athletic Club de Bilbao, ya el arquero se podía sentar al menos en el banquillo, y tal vez, si Carlo Ancelotti lo decidía, tener al menos unos minutos de actuación, aunque con los arqueros esas acciones nunca son muy probables, porque es preferible darle un partido completo cuando ya esté al ciento por ciento.
Este martes, en un entrenamiento, el portero sintió un fortísimo dolor en la rodilla derecha, la que estuvo siempre buena, y fue sometido a pruebas. El diagnóstico no pudo ser peor: rotura del menisco interno, un nuevo parón y de cinco a siete semanas, en una situación que complica sobremanera que vuelva a jugar en la presente temporada, porque estaríamos hablando de los últimos días de abril como fecha previsible para volver a probarse.
La lesión ocurrió cuando el arquero cumplía su rutina de ejercicios, cada vez con más intensidad con el resto de grupo, intentando ganar en ritmo para ponerse de manera definitiva a las órdenes de Ancelotti. Aunque el equipo no adelantó nada, en casos como ese hay que pasar por el quirófano como única solución para resolver la rotura y hacer que el tiempo de recuperación sea el menor posible.
Aunque el tiempo fuera hipotético sea de cinco a ocho semanas, lo casi seguro es que Courtois no vea acción más esta temporada, aún cuando quede algún partido por delante de La Liga o alguna hipotética ronda de la UEFA Champions League, porque el club no correrá riesgo alguno y entonces le dará todo el tiempo del mundo para que se ponga a punto de cara a la temporada siguiente.
LUNIN TITULAR HASTA EL FINAL DE TEMPORADA
En el fútbol, nunca se puede dar nada por hecho. Y de eso sabe mucho el ucraniano Andriy Lunin, quien comenzó la pretemporada con incertidumbre sobre su futuro, pensando incluso que tal vez se tenía que ir al terminar el año, porque era hora de buscar otro equipo, uno que le diera opciones de ser titular, de jugar más, de sentirse realizado dentro del campo, y de pronto todo cambió. Así de repente.
Incluso, cuando se lesionó Thibaut y él pensó que tendría más opciones, lo cierto fue que desde la directiva le lanzaron un jarro de agua fría encima, porque el club se puso manos a la obra en la búsqueda de otro arquero. Hasta ahí todo estaba normal, pero el Real Madrid, luego de hablar con alguno como el marroquí Bono, se inclinó por el español del Chelsea inglés Kepa Arrizabalaga y lo trajo como titular.
Cuando Kepa desembarcó en el Santiago Bernabeu, Ancelotti aún le dio un par de titularidades a Lunin, pero en una conferencia de prensa dijo que sería solo hasta que el recién llegado se pusiera a tono. Dicho y hecho. El vasco se convirtió en la referencia en el arco y el ucraniano quedó en el banquillo, pero el mal de uno a veces es bueno para otros. Kepa se lesionó, sin haber convencido del todo a los que apostaron por él, y Lunin lo siguió haciendo bien.
Cuando estuvieron listos los dos, Ancelotti no se decidió a mandar al banquillo completamente al ucraniano y lo alternó con Kepa. En un partido, el ex del Chelsea tuvo una noche pésima, y al siguiente se lució Lunin. Y Ancelotti, que tuvo dudas hasta entonces, desde ese momento lo vio claro: su arquero titular sería el de la casa, el que hizo el camino del canterano y llevaba mucho tiempo intentando abrirse un espacio.
Ahora, con la segunda lesión de Courtois, tiene el camino libre para ser el titular en lo que resta de campaña. Incluso, mirará su futuro con otro cristal, porque puede tener opciones en el Madrid, y no tendrá que irse a otro sitio a buscar minutos y protagonismo. El club, incluso, tendrá que analizar mejor lo que hará y lo que no, tomando como base lo que ha sucedido en la temporada 2023-2024 con las rodillas de su portero titular. Eso sí, es poco probable que la directiva se quede con Lunin y también se quede con Kepa Arrizabalaga para la temporada próxima.
