Luego de las primeras cuatro fechas, La Liga Española de Fútbol hace su primer parón, y no porque los controvertidos dirigentes decidieran darle semana y media de asueto a los jugadores, sino porque llega el momento de los partidos internacionales, y cada país llama a sus estrellas para los próximos compromisos, en algunos casos solo amistosos sin más trascendencia.
Pasa en el fútbol desde hace mucho tiempo, pero cada vez esas convocatorias de selecciones crean más problemas a los clubes, porque cuando mejor están los equipos, más en forma física los jugadores, llegan las selecciones nacionales, convocan a las estrellas, y comienza el riesgo de las lesiones y el cansancio, que termina por pasarle factura a aquellos que no disponen de un físico prodigioso.
En La Liga, los grandes equipos -léase Real Madrid o Barcelona- ceden a muchos de los miembros de su plantilla, incluso a aquellos que no juegan habitualmente, como Arda Guller o Endrick, por ejemplo, quienes no son pilares del Real Madrid, pero sí habituales con Turquía o Brasil, sus respectivas selecciones nacionales para el nuevo período de eliminatorias para la Copa Mundial de 2026.
UN BARCELONA IMPARABLE
Las primeras cuatro fechas dejaron algo claro: hay equipos que están muy por encima del resto y eso puede obligar al que pretenda ganar a ir muy cerca de los 100 puntos, y eso es lo que intenta catalán, que arrancó muy bien, sobre todo porque sumó tres puntos en cada uno de sus primeros cuatro partidos, para un pleno de 12 puntos, que le da una ventaja de cuatro unidades sobre el Real Madrid de Kylian Mbappé y Vinicius Junior.
En los primeros tres partidos jugó bien el equipo de Hansi Flick, de quien dice ahora la prensa catalana que es el gran fichaje de la temporada, más que de Dani Olmo, y sin tener en cuenta que todos los fichajes anunciados para la presente campaña no se pudieron hacer, porque las arcas y la situación económica del club blaugrana no va nada bien. En ese grupo de posibles fichajes quedaron grandes estrellas.
No llegó Joshua Kimmich, tampoco Bernardo Sil,a, y ni hablar de Rafael Leao o Federico Chiesa, pero el gran disparate fue el de Nico Williams, a quien los voceros del club, desde las redes y los medios, daban como seguro jugador del Barcelona, y que al final se malogró, aunque aún no están claros los motivos por los cuales el delantero del Athletic Club de Bilbao decidió continuar una temporada más, al menos, en su actual equipo y aplazar un posible futuro como catalán.
Sin embargo, hasta ahora no le hicieron mucha falta a Hansi Flick los fichajes. Hasta ahora, Robert Lewandowski ha vuelto a ser el goleador tremendo de sus tiempos del Bayern de Múnich, y el Raphinha que pretendieron vender desde hace muchos meses para hacer caja y poder inscribir jugadores, también ha estado muy bien, incluso con un hat trick en el partido ante el Valladolid, que terminó con marcador de 7-0.
El fútbol es de momentos y los técnicos tienen que aprovechar los mejores momentos de cada jugador, al menos mientras esos estados duren. Y ahora Flick tiene la tarea de hacer que el buen momento del polaco dure, lo mismo que la del brasileño. Incluso, que Pedri y Olmo se mantengan saludables, algo que no suele extenderse en el tiempo. Si lo consigue, el Barcelona puede ganar La Liga. No por gusto va delante.
UN MADRID TRABADO, CON UNA PLANTILLA BESTIAL
Al Real Madrid lo golpearon las lesiones en este comienzo de temporada. Primero cayó Eduardo Camavinga, después Jude Bellingham, y para colmo ahora cayó Dani Ceballos, después de su primera titularidad en la presente temporada. Todos juegan en la misma demarcación y sus ausencias pueden ser muy importantes para el entrenador, Carlo Ancelotti, quien se las tendrá que apañar con otros integrantes de la plantilla, aunque cada vez está más cercano el retorno de los dos primeros.
Hasta ahora, al Madrid no le ha ido bien fuera de su feudo del Santiago Bernabéu. Empató en el debut en Son Moix ante el Mallorca, en un partido que arrancaron muy bien, pero que, con el paso del tiempo, se les fue diluyendo y terminaron con un empate y pidiendo la hora. En Gran Canarias, ante Las Palmas, le pasó algo parecido; salieron debajo, con un primer parcial para el olvido, y otro empate.
Antes de enfrentarse al Real Betis estaban siete puntos por detrás del Barcelona, pero ya el equipo jugó de manera diferente, estuvo intenso, presionó bien y aunque el gol no llegaba hasta que un pase genial de Federico Valverde dejó solo a Kylian Mbappé ante el arquero y puso la ventaja definitiva. El francés volvió a anotar de penal unos minutos después. Esos goles liberan al crack galo y también al Real Madrid, que vuelve a tener a tiro al rival.
De cualquier manera, aún estamos en septiembre y de acá al final de Liga, en mayo, falta mucho tiempo y esa diferencia de cuatro puntos puede verse reducida, incluso desaparecer, aunque en el seno del Real Madrid preocupan los primeros partidos tras el parón de selecciones, porque en Valdebebas solo se quedarán trabajando cuatro jugadores: Courtois, Andriy Lunin, Frank García y Lucas Vázquez, porque los demás son internacionales.
La Liga acaba de comenzar, y si salir delante es bueno, no podemos olvidar que se trata de una carrera de fondo, en la cual vale mucho administrar los recursos, porque habrá muchos partidos y seguro contratiempos, que tocará solventar. Eso sí, para los amantes del fútbol de clubes, toca hacer un paréntesis y esperar a que regrese La Liga para seguir disfrutando del fútbol español, sobre todo de la rivalidad entre sus dos clubes más grandes.
