El Mundial de Clubes puede ser un torneo apasionante. La primera edición se jugará el próximo verano en Estados Unidos y lo que ocurra en él puede marcar el camino de ediciones posteriores, pero también representa un problema, tanto para la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), en calidad de rectora del más universal en el mundo, como para los equipos involucrados.
Por un lado, un torneo de esa naturaleza representa varios partidos más, al máximo nivel para los equipos participantes. Algunos de ellos pudieran cumplir en estadios estadounidenses hasta 70 choques en la temporada, si sumamos los de las respectivas ligas, las copas, los de la Champions, más alguna supercopa o la Copa Intercontinental, por ejemplo.
Los partidos de Liga son siempre los mismos, 38 o 36, en dependencia de la cantidad de clubes en primera división para cada país, sobre todo los europeos. Luego esas cifras pueden variar, porque dependen de cuánto logres avanzar en las copas o la Champions, y todo eso tiene en alerta a los jugadores, algunos de los cuales amenazaron ya con la posibilidad de ir a una huelga.
La FIFA organiza un uno por ciento de los principales partidos de clubes en todo el mundo. Con selecciones es parecido, entre el 1 y el dos por ciento. El resto pertenecen a ligas, federaciones, confederaciones
LA CANTIDAD DE PARTIDOS NO ES EL ÚNICO PROBLEMA
La cantidad de juegos no es el único problema, ni todos los jugadores llegarán al Mundial con la misma carga de minutos en sus piernas. Supongamos que quienes se vayan de la Champions sin pasar de la Liguilla se podrán ahorrar casi una decena de apariciones en la cancha, pero ahora mismo no es lo que preocupa más a la FIFA, aunque sí a los jugadores.
Para la FIFA, lo importante es el dinero, y mientras más partidos se jueguen, más grande será el monto en sus cuentas, pero hay un problema más, o más de uno. El primero es la fecha del mundial, entre los meses de junio y julio, cuando muchos jugadores ya han terminado contrato y, por tanto, nadie los puede obligar a defender los colores de un club, porque si ocurre una lesión, quién se hace responsable.
El impacto positivo que tendrá esto en los clubes será enorme, porque crecerán los recursos para que los equipos de todo el mundo se desarrollen y compitan... Hay demanda de grandes competiciones de fútbol y ésta ha recibido un gran apoyo
Por ese motivo, la FIFA decidió abrir una ventana de fichajes extras, del primero al 10 de junio próximos, para que todas las federaciones que lo deseen abran una ventana, autoricen la compra de jugadores o el alargue de los contratos, algo así como para reforzar al que quiera o para darle un argumento legal a quienes terminan sus contratos mientras se disputa la lid, primera de su tipo.
Para poner un ejemplo, Lucas Vázquez termina contrato con el Real Madrid el 30 de junio, así que no tendría problemas en defender los colores del equipo blanco desde el 15 de junio, pero si el equipo de Ancelotti pasa de la fase de grupos, habrá problemas, porque su pacto con el club habrá fenecido y entonces vendrían los riesgos. Por eso decidió la FIFA abrir la ventana de fichajes, para resolver esos entuertos.
Sin embargo, también da la opción de fichar jugadores casi un mes antes de lo que se hacía habitualmente. En lugar de abrir el mercado el 1 de julio, abre una miniventana a principios de junio, por 10 días, y si un equipo necesita un delantero, por mencionar un ejemplo, puede salir al mercado y buscarlo, lo mismo para que juegue el Mundial, que para que continúe en la plantilla.
PROLONGACIÓN DE CONTRATO Y PRETEMPORADA
La ventana de fichajes se abrirá solo para los clubes que participarán en el Mundial, pero necesitará que las federaciones a las que pertenecen se sumen a la propuesta de la FIFA. Eso hará que los participantes puedan retocar algunas posiciones para llegar a la lid con mejores opciones de ganar, y tiene como antecedente lo que ocurrió durante la pandemia del coronavirus.
Para entonces, como las competiciones se extendieron, muchos jugadores se quedaron sin contratos, y se abrió entonces la posibilidad de entender sus acuerdos para seguir participando en los campeonatos. Sin embargo, esa es la solución a un problema, pero habrá otros, como por ejemplo, el del inicio de las ligas de 2025-2026 y los que lleguen a semifinales y finales.
El Mundial de Clubes es una falta de consideración por la salud mental y física de los futbolistas participantes, así como un desprecio por su vida personal y familiar... Los futbolistas tendrán que rendir al final de una temporada de 11 meses con pocas perspectivas de descansar lo suficiente antes de que comience la siguiente temporada
La final del Mundial de Clubes se jugará el 13 de julio, y a diferencia de lo que ocurre cuando hay una Copa Mundial, todos los jugadores de dos clubes verán reducido considerablemente su tiempo de vacaciones y el de preparación para la próxima campaña. Supongamos, por ejemplo, que a la final del Mundial llegan el Atlético de Madrid y el Liverpool, sin importar el ganador.
Todos los jugadores de ambos equipos saldrán de vacaciones uno o dos días después para arrancar el próximo campeonato en un mes, más o menos. Y, en ese caso, o recortan el descanso o no hacen la pretemporada completa, y ninguna de las dos cosas son recomendables, incluso para el mismo estado físico de los futbolistas, después de un año de muchos partidos al máximo nivel.
Con la Copa Mundial de selecciones no pasa igual. Los clubes siempre tienen jugadores que no son internacionales, algunos que sus escuadras no clasifican, otros que son eliminados en las primeras rondas, y pueden ir incorporándose a cuentagotas, a medida que avanza la pretemporada. Por ahora, la FIFA dio un paso, esperemos por los próximos, porque será un año de mucho fútbol y muchos entuertos que resolver.
