Tristemente para el mundo, hablar del conflicto bélico entre Israel y Palestina trae muchos temas a colación, la mayoría relacionados con las malas noticias. Pero también es importante conocer el contexto que rodea a estos lugares, donde el deporte siempre ha sido una parte esencial. Hoy es el turno de hablar sobre Heba Saadieh, la joven que hizo historia dentro del fútbol al convertirse en la primera árbitra palestina en pitar dentro de una Copa del Mundo.
A sus 34 años, Saadieh es hija de palestinos, pero ella nació en el campo de refugiados de Yarmouk, ubicado en Damasco, Siria. Desde ahí tenemos la primera perspectiva de lo que los conflictos históricos entre Palestina e Israel han traído como efecto. En su momento, Yarmouk fue el centro de refugiados más grande de todo el país sirio, de los doce que había.
Heba comenzó a mostrar desde temprana edad una inclinación hacia el fútbol, y una de sus principales aspiraciones era convertirse en seleccionada nacional por Palestina, sin embargo esto no se pudo dar, pero ella continuó con sus esfuerzos para desarrollarse en este deporte, por lo que estudió educación física.
Y fue precisamente durante sus estudios universitarios que comenzó a ver que no había muchas mujeres dentro del arbitraje, lo que llamó su atención. Gracias a este hecho, decidió involucrarse en esta actividad que finalmente la haría parte del deporte que tanto quería y al que no había podido dedicarse profesionalmente en años anteriores.
Actualmente puede darse el lujo de decir que ha pitado en competencias a nivel internacional como la Copa Asiática, la AFC Femenina y en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, en aquel lejano 2021 (recordemos que la justa olímpica se celebró un año más tarde por la pandemia), Heba Saadieh no imaginaba que su más grande reto llegaría dos años después: pitar en una Copa del Mundo y ser la primera palestina en hacerlo.
Aquí hay otro elemento a destacar, pues no solo es la primera silbante representando a Palestina en una Copa del Mundo, sino que fue la primera en usar un hijab (velo) como autoridad arbitral dentro de un evento mundialista, situación que manda al mundo un mensaje de inclusión y de apertura ante las diversas culturas y religiones del planeta.
En entrevista para un famoso medio de comunicación catarí, la silbante mencionó: "Estoy tan orgullosa de ser la primera árbitra palestina, ya sea hombre o mujer, en los mundiales. Esto me hace sentir la responsabilidad de ofrecer un rendimiento excelente durante el torneo".
Sin embargo, los conflictos bélicos la han perseguido, pues sus padres tuvieron que salir de Palestina por esta situación para establecerse en Siria, pero en 2012 estalló la guerra en este país, por lo que la árbitra tuvo que mudarse a Malasia, lugar en el que recibió muchas críticas y comentarios desafortunados por el hecho de ser mujer.
"Estoy tan orgullosa de ser la primera árbitra palestina, ya sea hombre o mujer, en los mundiales. Esto me hace sentir la responsabilidad de ofrecer un rendimiento excelente durante el torneo".
Fue gracias a un programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el reasentamiento de refugiados que Heba pudo llegar a Europa, específicamente a Suecia, donde decidió prepararse físicamente para todo lo bueno que venía en su carrera. Actualmente se desempeña como árbitra dentro de la máxima categoría femenina sueca y en la División 1 masculina.
La cumbre de su carrera llegó en la pasada Copa del Mundo Femenina 2023, celebrada en Australia y Nueva Zelanda. No solo logró un éxito a nivel personal y profesional, sino que hizo historia para Palestina, ese país que pudo visitar por primera vez el año pasado, gracias a una invitación de la Federación Palestina de Fútbol, con quienes colabora.