¿Hay una nueva generación al mando del tenis mundial?

Durante dos décadas, el mundo del tenis fue controlado con mano de hierro por una generación que comienza a marcharse. Uno de ellos, el suizo Roger Federer, dijo adiós hace unos meses con 20 títulos de Grand Slam en sus vitrinas, y un juego que encantó a medio mundo, incluyendo a los que triunfan en l actualidad, muchos de los cuales dicen que el helvético fue su ídolo.

Rafael Nada no se ha retirado oficialmente, pero su marcha definitiva puede ocurrir en cualquier momento. Ganó 22 torneos de Grand Slam y se convirtió en el rey de la tierra batida, una superficie en la que triunfó en 14 ocasiones, la misma cantidad de major que consiguió en toda su carrera el estadounidense Pete Sampras, el cuarto mejor de todos los tiempos.

Novak Djokovic, un año menor que Nadal, parece que tiene cuerda para alguna temporada más, pero lo que ocurrió en la final de Wimbledon puso a pensar a fanáticos y analistas: Alcaraz arrolló a Nole, quien lo reconoció sin pudor, porque fue así literalmente. Algunos dirán que el serbio venía de una lesión, la que sufrió en Roland Garrós y que lo obligó a pasar por el quirófano, pero y qué, el año anterior lo doblegó igual y era un año más joven y estaba sano.

GANADORES DE GRAND SLAM DESDE 2022

¿SE ACABÓ EL CONTROL ABSOLUTO DEL CIRCUITO?

Desde que Federer ganó su primer Grand Slam, en la edición de Wimbledon de 2003, hasta la fecha, se han disputado 84 títulos en torneos mayores. De esos, el llamado Big Three -como se conoce al suizo, Nadal y Djokovic- ganaron 66. Eso quiere decir que en más del 75 por ciento de los Grand Slam se imponía uno de ellos, una cantidad asombrosa y que difícilmente se pueda lograr en un período tan largo de tiempo.

En esos años, Nadal se convirtió en soberano de la arcilla, nadie fue mejor que Federer en la hierba de Wimbledon, aunque Djokovic le pisa los talones, y el serbio impuso una dinastía en Melbourne. Solo el Abierto de Estados Unidos no tuvo un dominador absoluto después de que Federer se impusiera en cinco ocasiones en línea hasta 2008, cuando los nombres de los ganadores se alternaban.

RANKING ATP

Cierto que Nadal dominó en cuatro ocasiones, las mismas que Nole, pero en la lista entraron, además, el argentino Juan Martín de Potro, el suizo Stanislav Wawrinka, el austriaco Dominic Thiem, el ruso Daniil Medvedev y el británico Andy Murray, tal vez el más exitoso de cuantos intentaron plantarle cara al Big Three, pero su carrera, marcada por las lesiones, tuvo muchos altibajos.

Pero el tiempo pasa y es implacable, sobre todo para los deportistas de alto rendimiento y muchos más en el tenis, un deporte en el cual tienes que estar en pista hasta cinco horas, con un desgaste tremendo, que muchas veces incluye lo mental. Ganar se vuelve más difícil, porque la hornada de jóvenes prometedores que vienen por detrás quieren desplazar a los regentes.

Cuando Alcaraz ganó el año anterior en Melbourne, en un gran partido a cinco sets a Djokovic, los analistas intentaron encontrar explicaciones, algunas de ellas más allá de lo que se vio en la pista. Pero lo cierto, el muchachito español fue mejor, su físico y su cabeza aguantaron más. Era su segundo título en grande y su nombre ya comenzaba a conocerse mejor en el mundo del llamado deporte blanco.

¿HAY UN CAMBIO DE GENERACIÓN?

Este año, en Wimbledon, Alcaraz aplastó a Nole. En los dos primeros sets lo arrolló. Apenas tuvo una oportunidad el serbio de quebrar el saque de un rival que consiguió cuatro quiebres, a dos por set. El veterano no encontraba la forma de detener la andanada de golpes ganadores que se le venían encima por cualquier lugar de la pista, sin poder hacer absolutamente nada.

De hecho, comenzó debajo en los dos primeros set, a pesar de servir en el primer juego de ambos. Solo en el tercer set enderezó un poco las cosas y forzó un tie break, que terminó ganando Alcaraz. ¿Significa que es el final de Nole? No. O no sé, pero sí es una señal preocupante: ha perdido dos veces seguidas ante el mismo rival en una de sus superficies favoritas, y quien le gana ha hilvanado dos Grand Slam, además de imponerse en tres de los últimos cinco.

Si esto no significa que haya un cambio generacional, se le parece mucho. Y analicemos esto: en 2022, Nadal ganó dos Major, Djokovic uno y Alcaraz el último. La vieja generación seguía al mando. En 2023, Djokovic ganó tres de cuatro y el otro Alcaraz, pero en 2024 el serbio solo se ha portado en una final y de Nadal apenas hay noticias. Los títulos han sido para Jannik Sinner y dos para el español.

Sinner, de 22 años, es el número uno del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), con 9570 puntos. Nole, que tiene 37, es segundo, con 8460, y Alcaraz, de 21 primaveras, es tercero con 8130. Luego aparecen varios jugadores de una generación intermedia, como Alexander Zverev, Medvedev o Hubert Hurkacz, pero en ascenso aparece un grupo numeroso que mete miedo.

Entre esos, aún sin ganar torneos grandes, aparecen Alex de Miñaur, Andrey Rublev, Casper Ruud, Ben Shelton, Lorenzo Musetti, Holger Rune, Felix Auger, Aliassime o Sebastián Báez. Todos están entre los 20 primeros del ranking y en cualquier momento presentan su candidatura en Grand Slam y para acabar de retirar a Djokovic y Nadal, los únicos sobrevivientes de la vieja y más grande generación que ha vivido el tenis en toda su historia.