La gran cantidad de partidos en una temporada y las consecuencias que eso puede provocar en los jugadores ha puesto sobre el tapete la posibilidad de una huelga de los futbolistas, tal como lo dijo el centrocampista español del Manchester City Rodri, este martes, y como han refrendado después otros colegas y entrenadores, por lo cual puedo adelantar que se avecinan momentos complicados.
La cantidad de partidos por temporada ha tenido un crecimiento drástico en los últimos años, porque a la habitual cifra de los torneos de clubes, se suman cada vez más llamados a la selección, más campeonatos, más meses sin parar y todo eso genera un desgaste significativo, tanto física como mentalmente, en los jugadores, sobre todo en las estrellas, que siempre entran en las convocatorias.
Para colmo, esta temporada la UEFA Champions League cambió de formado y eso representa un par de partidos más, y por si fuera poco, a finales de la campaña se jugará el Super Mundial de Clubes, organizado por la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), con la presencia de 32 equipos de todos los continentes, donde estarán presentes los grandes de Europa, por mucho los más perjudicados.
El problema no está en nuestra mano. El problema es el calendario que es muy exigente, hay muchos partidos, una nueva competición también. Los organismos que mandan si no empiezan a pensar que los jugadores se lesionan porque juegan demasiado tenemos un problema. Lo que pido es reducir el número de partidos para tener competiciones más atractivas
LA CAUSA DE LOS RECLAMOS
El primer jugador en poner el dedo en la herida fue Rodri, pero poco después lo hizo Dani Carvajal, del Real Madrid. Incluso, hasta el entrenador del equipo blanco se mojó en rueda de prensa y advirtió de que era hora de encontrarle una solución al problema, porque los perjudicados, en todos los casos, son los futbolistas, que no son más que quienes dan brillo al espectáculo.
Sin futbolistas no hay fútbol, por esa razón hay que cuidarlos y no es exactamente lo que hacen los encargados de dirigir las diferentes federaciones o de organizar torneos. Por esa razón, lo vamos a ejemplificar con dos clubes, los más exitosos de los últimos años en Europa, el Manchester City y el Real Madrid, ganadores de las tres últimas ediciones de la UEFA Champions League.
Además de la Champions, ambos ganaron otros títulos importante: el City se impuso en la Premier League, el Madrid en La Liga. El inglés ganó el último Mundial de Clubes y la Copa de Inglaterra. El español dominó la Supercopa de España, la de Europa, y jugará la final de la Copa Intercontinental. Esos son partidos adicionales, a los que se les suman los ya mencionados en la Champions, donde pueden llegar a etapas decisivas, por lo cual la cantidad de juegos crece.
Si fuera poco, en el Super Mundial de Clubes también son candidatos a llegar a las instancias decisivas, y eso puede significar otros siete desafíos adicionales, más ocho o 10 pareos de selecciones para casi todos sus jugadores, porque en las respectivas plantillas, más del 80 por ciento de ella son internacionales, algunos de países lejanos como Argentina, Brasil, Uruguay, por mencionar solo tres.
En mi primera pretemporada tuve 25 días para preparar el primer partido contra el Skonto de Riga. Ahora te dan 4 días. Y al final mira cuantos cruzados… Te hacen ir a Asia, Estados Unidos, partidos fortísimos, la gente cae. Y sigue cayendo y seguirá cayendo. Porque ‘show must go on’. Y si no está Courtois, ya habrá otro, y si no está Militao, pues otro, o Kevin, pues ya habrá otro. Porque acabas la Champions y se van dos semanas con las selecciones y luego el año próximo el Mundial de Clubes en Estados Unidos con 37 equipos. Es demasiado, adaptarse, tirar, entrenar muy poco y energía en los partidos. Esto es una batalla perdida hasta que los jugadores se planten y digan ‘no jugamos’. Y encima ahora metiendo más minutos, 110 o 112…
Al final, para los jugadores de los clubes grandes, que son los máximos animadores, los que dejan más dinero en las arcas, se trata de una cifra cercana o superior a los 70 partidos, y casi un año entero sin parar, algo que no va a resistir ningún cuerpo humano por muy bien preparado que esté, por más que se cuide, en el descanso, la alimentación y la preparación física.
¿HABRÁ HUELGA?
Puede haber huelga. La hubo en 1994, por ejemplo en las Grandes Ligas del béisbol estadounidense y allí mismo se paró la temporada, en lo que representó un golpe brutal a la organización, de la que le costó trabajo salir, por las enormes pérdidas generadas por el parón, aunque los reclamos no eran los mismos, porque el béisbol es un deporte muy diferente.
De hecho, los que llegan al partido decisivo de la Serie Mundial de las Grandes Ligas, pueden jugar más de 170 partidos oficiales en el año, que no es una cantidad insignificante ni mucho menos, en un deporte en el que también abundan las lesiones, sobre todo en los brazos de los lanzadores, pero volvamos al fútbol, que es el tema de esta vez y tratemos de encontrar una solución.
Es evidente que hay demasiado partidos, es demasiado evidente. Toda la gente del fútbol te dirá esto
¿Cual sería la solución? La opción ideal sería reducir la cantidad de partidos de todos los torneos. Las Ligas deberían imitar, por ejemplo, a la Bundesliga, y en lugar de tener 20 equipos en primera división, dejarla en 18. Con las copas nacionales habría que hacer otro tanto, y la Champions, en lugar de aumentar partidos, debería reducirlos, lo mismo que, por ejemplo, la Supercopa de España, que debería ser de nuevo de un partido, entre el campeón de Copa y de Liga, y no de dos encuentros, para llevarla a Arabia Saudita.
El Mundial de Clubes parece una idea genial, pero no se puede jugar entre junio y julio, porque habrá dos clubes, o cuatro, que no tendrían descanso alguno de cara a la siguiente temporada. Si el Manchester City y el Real Madrid alcanzan la final, sus jugadores no tendrán descanso de cara a la temporada 2025-2026. NO es un Mundial de selecciones, donde cada país tiene jugadores de varios clubes.
El fútbol, sin embargo, tiene tanto peso en la sociedad actual que soy de quienes creen que habrá un acuerdo, que las partes del conflicto -jugadores y federaciones- se sentarán a negociar y encontrarán la mejor de las variantes para quitarle al menos 10 encuentros al ya complicado calendario, sin olvidar el fútbol de selecciones, otra variante que conspira contra la salud de los verdaderos protagonistas.
