El futbol tiene la capacidad de unir familias, culturas y tradiciones. En Brasil esto ocurre en diversas comunidades de la región del Amazonas, donde cada vez más mujeres indígenas se reúnen para jugar este deporte. Cabe señalar que al ser un país meramente futbolero, y desde la internacionalización de estrellas femeninas como el caso de Marta Viera da Silva, la inspiración de las mujeres del Amazonas hoy tiene una cara y una razón.
Apuesta en fútbol con Bet365Gracias al mundial de futbol en Brasil, celebrado en 2014, aunado a que la selección de fútbol de aquella nación siempre es candidata al título los ojos de todo el planeta voltearon a la zona sur del continente americano. El Amazonas es el protagonista de una historia donde las mujeres indígenas se reúnen para jugar futbol.
Cabe resaltar que la práctica de este deporte se ha convertido en toda una tradición que desde hace ya varios años, las mujeres amazónicas suelen realizar cada semana, y lo mejor es que en plena selva, se organizan los encuentros donde tanto hombres como mujeres de todas las edad, se unen para apoyar a sus jugadoras favoritas.
Una de las etnias de la región es la sateré-mawé, donde las chicas comenzaron desde temprana edad a jugar con sus hermanos. Este es el caso de Jucenilda Pena, quien a sus 35 años es artesana y centrocampista del equipo Salvagem do Amazonas.
El equipo de Jucenilda se encuentra en la zona de Manaos, y cada vez más indígenas como ella se unen con la ilusion de tocar el balón. Incluso, Jucenilda juega con sus hijas, lo cual según las palabras de la jugadora, logra que se arraigue más la cultura en esa región.
En 2013 se llevó a cabo el Campeonato Peladao Indígena, el cual reúne a los mejores equipos amateur del estado del Amazonas, y donde el Salvagem ha disputado la copa.
Algo que hay que destacar es que jugar en la región del Amazonas no es cosa fácil, pues el clima cambiante y difícil para practicar deporte, además de los suelos poco firmes del lugar, y la humedad, pueden ser factor para que el ser jugadora de fútbol no sea la situación más agradable, pero estas mujeres han desafiado todos los obstáculos y han seguido firmes con esta tradición.
Apuesta en fútbol con Bet365Lo curioso del caso es que las chicas que integran estos equipos no conocen las reglas, mucho menos los términos del futbol, por lo que el entrenador es quien ha tomado la batuta para explicarle a las jugadoras las cuestiones de táctica y posicionamiento.
La escena es muy particular, pues se puede observar cada día de partido a las futbolistas caminando hacia el «campito» con sus bebés en brazos, con carriolas y acompañadas por sus maridos; además, llevan plumas, collares y diversos artilugios típicos del lugar.
«Ser jugadora es más que un orgullo, es una conquista, porque el fútbol no es solamente de hombres, es un desafío porque tenemos que trabajar y criar hijos también», aseguró la zaguera Inara Waty.
Todavía un bajo porcentaje de jugadoras de estos equipos ha tenido acceso a estudios superiores, pero quienes lo han logrado están comprometidos a fomentar y fortalecer su cultura por medio del futbol.
Actualmente, en la región amazónica hay una comunidad de 230 atletas de 14 equipos entre femeniles y varoniles, mismos que entrenan en el campo de la Universidad del Amazonas.
De la misma forma, figuras como Marta Viera, seleccionada brasileña y jugadora del Orlando Pride de los Estados Unidos, han sido inspiración para estas mujeres que ven en estas reconocidas mujeres a nivel internacional, un ejemplo a seguir. De hecho, la misma Marta ha mencionado que no ha dejado de pedir apoyo para las futbolistas de la región del Amazonas y deseando siempre que los partidos se llenen.
El Iranduba lo logró
Por su parte, el equipo Iranduba, de la misma región del Amazonas y creado en 2011, comenzó jugando en Manaos, a unos 40 minutos de distancia, debido a la falta de infraestructura y apoyos. De hecho, la gran mayoría de sus jugadoras viven precisamente en Manaos.
Fue gracias a Lauro Tentardini, ahora director ejecutivo del Iranduba, que las cosas cambiaron. Como él mismo lo ha mencionado, ha convertido al equipo en la referencia del estado. En 2016 emigró a la región del Amazonas, a donde se llevó a 17 jugadoras que él ya conocía desde su paso por el club Kindermann.
En 2017, un año después de su llegada, se cumplió algo que parecía imposible: romper un récord. ¿Cuál fue ese récord? Llevar a 25 mil espectadores al estadio en el juego de semifinales nada más y nada menos que frente al Santos de Brasil, y a pesar de que las del Iranduba no lograron llevarse la victoria en esa ocasión, hicieron resonar el fútbol femenino en una de las regiones más famosas, pero a la vez más difíciles del Brasil.
Y así es como cada vez más mujeres de diversas regiones de Brasil y del mundo han encontrado en el fútbol una forma de salir de la rutina, de vivir con la misma intensidad lo que este deporte conlleva al igual que lo hacen los varones, y de demostrar que el fútbol también es cosa de mujeres.