Florentino y el Madrid vuelven a emplazar a la UEFA y Ceferin

La Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) y el Real Madrid continúan su cruzada. La relación va cada vez peor y uno y otro se lanzan dardos envenenados con la intención de ver al rival tambalearse, pero hasta el momento tanto el club como la Federación han aguantado las embestidas.

Hace unos meses el Real Madrid quiso sacar a la UEFA del camino de las grandes competiciones con aquello de la Superliga, una lid que iba a reunir a lo que más vale y brilla del fútbol de clubes en el llamado viejo continente. Al final, el proyecto se diluyó por la cruzada urgente que lanzó el organismo que rige el más universal en Europa y las posibles sanciones a los implicados.

Uno tras otro se cayeron del proyecto los involucrados. Al final solo quedaron el Real Madrid, el Barcelona y la Juventus. Esta situación dejó mal parado al Real Madrid y a Florentino Pérez, presidente del equipo blanco y principal promotor y guía de la Superliga.

Incluso, los clubes tuvieron que acudir a los tribunales para evitar cualquier tipo de castigo por parte de la UEFA, en tanto el mandamás de la institución, Alexander Ceferin, advertía con sanciones ejemplarizantes, que podrían incluir la exclusión de las lides europeas, léase Champions League o Europa League.

Fueron meses tensos, a veces extremadamente duros, con declaraciones en uno u otro sentido. Con respaldo de la UEFA al PSG y a su presidente, Nasser Al-Khelaifi, también presidente de la Asociación Europea de Clubes (ECA), enemigo número uno del Real Madrid desde que Florentino Pérez intentó fichar, en el verano pasado, al delantero Kyllian Mbappé.

Algunos pensaron que Ceferin haría difícil el camino del Real Madrid en la Champions, pero no fue así. El equipo blanco sufrió en la lid continental, pero no quedaron evidencias de que algún mal arbitraje influyera en los apretados marcadores en cada uno de los partidos hasta la final, incluso en la misma disputa del título continental ante el Liverpool inglés.

Antes de la final se encontraron Florentino y Ceferin. No se fumaron la pipa de la paz, pero se saludaron, cruzaron algunas palabras, y el presidente del Real Madrid le regaló al titular de la UEFA una réplica del Santiago Bernabéu. O mejor, de lo que será en breve el estadio del Real Madrid. Y nada más.

Luego, minutos después de la final, Ceferin puso en manos de Marcelo, el capitán blanco, la Copa de Europa. A esas horas, casi seguro, el mandamás de la UEFA hubiera querido entregarla a otro capitán, pero el fútbol es así y no siempre satisface a todos, sino a uno solo de los equipos en lidia.

Los campeones de Europa festejaron la victoria. Los aficionados vitorearon a sus ídolos en las calles de Madrid. Las autoridades los recibieron en el Ayuntamiento y la Alcaldía. Un obispo en la Catedral de La Almudena. Luego todo se juntaron en la plaza de La Cibeles, y por último en el Bernabéu para ponerle punto final a unos festejos muy merecidos, sobre todo porque en Madrid creen que esta ha sido la mejor Champions de la historia del club.

Unos días después, en la llamada Casa Blanca recordaron lo que pasó en los alrededores del Stade de France, en Saint Denis, sede de la final e hicieron público un comunicado que exige respuestas y responsabilidades a la UEFA, incluso se cuestiona hasta las formas para determinar porqué París como sede y no otro sitio cualquiera.

Vale recordar que París fue escogida como sede luego de que la UEFA, que se sumó a las sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania, le quitó el partido final a San Petersburgo.

El comunicado del Real se cuestiona muchas cosas, además del otorgamiento de la final al Stade de France. También exige responsabilidades por todo lo que no se hizo bien, por dejar sin protección a los aficionados, y por la demora de más de 30 minutos en el inicio del partido.

El comunicado del Real Madrid recuerda que las televisoras presentes grabaron los difíciles momentos que se vivieron en las inmediaciones del Stade de France, las agresiones y atracos a los aficionados, que llegaron, incluso a los que iban en coches. Sin pasar por alto que hubo personas que tuvieron que pasar la noche en los hospitales para recuperarse de golpes, contusiones o heridas.

Ese día, los cuerpos de seguridad cargaron contra delincuentes que querían entrar a la fuerza en la instalación y, entre otras cosas, rociaron con gas pimienta a aficionados del Liverpool que esperaban fuera, entre ellos a niños que estaban acompañados por sus padres.

Al final, el Real Madrid recuerda que lo ocurrido en París transmitió al mundo una imagen muy distinta a lo que debe ser el fútbol, y pidió una respuesta a la UEFA, a la cual exige depurar responsabilidades para que situaciones como las ocurridas ese día no se vuelvan a repetir.

Con el comunicado, Florentino Pérez lanza otra vez la pelota al tejado de la UEFA y de Ceferin. El organismo continental y su jefe deberán responder por los sucesos, encontrar culpables o culparse por los acontecimientos, algo que, de cualquier manera los dejará mal parados.

Al final ha sido solo el último enfrentamiento entre la UEFA y el Real Madrid, algo así como entre Ceferin y Florentino, solo que esta vez el presidente del llamado equipo blanco le puso las cosas más difíciles a su rival. Mientras, esperemos la reacción y algún nuevo capítulo de esta zaga.