Kylian Mbappé ya es, oficialmente, jugador del Real Madrid. Este martes, el capitán de Francia firmó su contrato con el equipo blanco y fue presentado ante casi 80 mil personas en el Santiago Bernabeu. Con estas acciones se acaba el culebrón que comenzó en 2017, cuando el equipo blanco, por primera vez, decidió que el entonces jugador del AS Mónaco iba a jugar alguna vez con el actual campeón de Europa.
La historia es larga y estuvo marcada, desde ese mismo 2017, por sinsabores, desencuentros, supuestas traiciones, momentos en que le jugador dejó plantado al club, como sucede en esas novelas brasileñas, extensas y apasionantes a las que le dan en Latinoamérica el nombre de culebrón, un término que nos hemos robado para el título de este artículo que, como las novelas, termina con un final feliz.
El final es importante. Ahora mismo no tiene ningún valor lo que pueda ocurrir mañana, o en una semana. O el día que el jugador salte al césped y marque su primer gol. Hoy fue el día de su presentación, el de las confesiones, los juramentos, el compromiso, el de abrirse a la afición y hablar de sueños, el de los sueños de un niño que siempre quiso jugar en el Real Madrid y que casi no lo consigue.
Mis objetivos no son diferentes del club. El objetivo es siempre ganar títulos. Espero que los ganen conmigo también. No me gusta poner un objetivo de goles, si tengo que dar las asistencias las daré. El Madrid siempre es favorito en Champions
EL LARGO CAMINO AL REAL MADRID
Mbappé siempre quiso jugar en el Real Madrid. De eso no tiene dudas nadie, pero si no lo hizo antes fue solo por su culpa, y toca explicarlo. Cuando jugaba para el Mónaco y explotaba como futbolista, Florentino Pérez mandó a sus hombres a por él. Y ofrecieron la misma cantidad que el Paris Saint-Germain, pero el once parisino, ansioso por llevárselo, le garantizó la titularidad que él quería.
El Real Madrid, que venía de ganar dos Champions en línea e iba a por la tercera, tenía una delantera tremenda, formada por Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale, y el chico o quiso pelear por ganarse un puesto, y desde ahí todo se complicó sobremanera, al extremo de que en algún momento, en estos siete años, las dudas fueron enormes, a pesar de los esfuerzos del Madrid.
¿Quién dice que yo quería el número 10? Es el de Modric, Balón de Oro, estoy contento de tenerlo al lado en el vestuario. No miro atrás de mi dorsal, solo hacia adelante, hacia la portería. Da igual el dorsal. Es un número importante en el Madrid, pero el número no es lo más importante para mí
Mbappé terminó de explotar como jugador en la Copa Mundial de Francia 2018. El Madrid ya no solo lo miraba de soslayo, lo quería para su proyecto, sobre todo porque Cristiano Ronaldo había hecho las maletas y se había ido a la Juventus. Mbappé era el sustituto ideal, el heredero que querían desde la planta noble y desde la grada, pero el chico estaba en una jaula de oro y le iba a costar salir.
Tres años después, en el verano de 2021, Cuando le quedaba un año de contrato, y luego de guiños constantes del jugador y declaraciones de Florentino Pérez, el Real Madrid ofreció 160 millones de euros por el atacante. No hubo respuesta y la suma subió a 180 y luego a 200. Jamás se había ofrecido tanto dinero por un jugador que iba a terminar contrato en un año. Pero el Madrid no pudo sacarlo de donde estaba. No hubo ni respuesta.
Cuando comenzó 2022, la afición creía que el Real Madrid lo tenía hecho. Y el club también, pero el PSG puso en funcionamiento una maquinaria tremenda y le arrancó una renovación por dos años más uno opcional. Las arcas cataríes lo llenaron de oro y el crack se quedó. Aquella camiseta con el letrero de 2025 en las espaldas fue un jarro de agua fría para la afición del Real Madrid en medio mundo.
EL DÍA DE MBAPPÉ
Pero la vida siguió. Florentino Pérez lo perdonó en público. Dijo que debió ser muy difícil para él soportar tantas presiones, con llamadas incluso del presidente del país. Y nunca desechó la posibilidad de ficharlo, porque el mandamás blanco sabe lo importante que es contar con un jugador de su categoría en el equipo, y esperó. Incluso, cuando el año anterior le pedían que lo fichara, solo dijo que en 2024.
Desde principios de año se daba todo por hecho. Ni Mbappé ni Florentino hablaron, pero unos meses antes, en el veranos de 2023, un año después de renovar, el crack le había comunicado al PSG que no haría valedera la opción del tercer año y que quedaría libre el 30 de junio de 2024, por lo que podría negociar con quien quisiera desde el 1 de enero de este año. Y las partes decidieron que juntarían sus caminos desde 2024.
Vengo con humildad, al mejor club del mundo, pero con ambición. Son los valores del club. La prioridad ahora es adaptarme bien al colectivo. Quiere adaptarme lo más rápido posible. Estuve cerca de fichar hace dos años. El pasado está atrás, ahora vivo el presente. Quiero disfrutar cada segundo Esto se lo voy a contar a mis hijos. Es un día histórico
Desde que todos supieron, aunque no se hiciera oficial, que Mbappé jugaría en el Real Madrid, los medios y la afición solo esperaron a su presentación. Unos y otros aguardaban por sus palabras, por el recibimiento que le iba a dar una afición que en algún momento pudo parecer hostil. Pero con lo visto hoy se puede decir que a Mbappé y a Florentino le salió todo a pedir de boca.
El jugador fue aclamado desde antes de aparecer en el estadio. Cuando en el vídeomarcador gigante aparecía el jugador, en los vestidores, o llegando al estadio, la afición estallaba. Luego, cuando habló, se sanaron las posibles heridas. El público no tuvo que perdonar a Kylian, ni este ofrecer perdones. Bastó con que dijera que se iba a dejar la vida por el Real Madrid, del que dijo que era el mejor club del mundo.
Cuando después, en rueda de prensa, le preguntaron los motivos por los que no había llegado en 2022, dijo que no importaba el pasado, que lo importante era el futuro y aseguró que pelearía por todo con la casaca del Madrid, al que llegará, insistió, con toda la humildad del mundo, porque conoce todo lo que han ganado quienes han defendido los colores todos estos años.
