Fichajes del Barcelona: ¿realidad o ficción?

El FC Barcelona enfrentará un complicado mercado de fichajes, con la intención reforzar la plantilla y volverle a plantar cara al Real Madrid en La Liga, además de pelear en igualdad de condiciones en las competiciones europeas. La lista de jugadores que pretende comprar es larga y los fondos son escasos.

El club catalán tiene la ilusión de volver a ser competitivo, luego de una temporada en la cual se fue sin títulos, al quedar eliminado en la Supercopa de España, la Copa del Rey, la Champions y la Europa League. además de terminar segundo en la Liga, muy distante del Real Madrid.

Necesita comprar jugadores con los cuales reforzar la plantilla y volverla competitiva, pero para eso, aunque los jugadores vengan después de terminar contrato, necesita dinero, rebajar la masa salarial, recuperar los cientos de millones en pérdidas, provocados por una pésima gestión económica, y solo entonces podrá ir a por otros jugadores.

Ya en el pasado mercado invernal, tras la llegada de Xavi Hernández al banquillo, el Barcelona se reforzó con Ferrán Torres, Pierre Emerick Aubameyang y Adama Traoré, este último en calidad de cedido. Además, renovó al uruguayo Ronald Araujo para el centro de la zaga y trabaja para hacer lo mismo con el jovencito Gavi, pieza importante del centro del campo.

Sin embargo, el presidente Joan Laporta y su junta directiva quieren más. Saben que con esos jugadores no les basta para pelear en Europa, y puede que ni para disputarle la próxima Liga al Real Madrid. Y el jugador que le llena los ojos a Xavi y al cuerpo técnico es el polaco Robert Lewandowski, a quien le queda un año de contrato en el Bayern de Múnich y ya advirtió que se iba.

Pero el The Best no se irá gratis del club bávaro. El Barcelona tendrá que pagar por él una suma que pudiera estar sobre los 30 millones de euros, que ahora mismo nadie sabe de dónde saldrá, a menos que consiga vender a alguna de sus piezas con más futuro, sobre todo a Frenkie de Jong, quien tiene mercado en Inglaterra y tal vez hasta en Francia, en el ambicioso PSG.

Con Lewandowski no solo se trata de lo que tendrá que pagar al Bayern de Múnich, sino el propio salario del jugador, que querrá firmar por unas tres temporadas por unos emolumentos que no creo que sean bajos, sobre todo por lo que aporta en el apartado goleador.

Según medios, el Barcelona tiene atado al defensor danés del Chelsea Andreas Christensen, que termina contrato con el equipo londinense, además de al centrocampista marfileño Franck Kessié, del Milán AC y negocia con otros dos jugadores del Chelsea, los laterales españoles Marcos Alonso y César Azpilicueta.

Todos terminan contrato, pero habrá que desembolsar alguna cantidad en prima, y luego están los salarios, porque tampoco se cree nadie que vayan al Barcelona a jugar por amor al arte, o por un salario tan bajo como el del brasileño Dani Alves.

Incluso, hay más nombres. Y los hubo, porque Laporta dijo en algún momento que el fichaje estrella del Barcelona para la presente temporada sería el noruego Erling Haaland, sobre todo por su amistad con el representante del jugador, el ya fallecido Mino Raiola. Y aunque Haaland se fue al Manchester City, el presidente del club catalán siguió mencionando nombres de grandes jugadores, como el egipcio Mohamed Salah, el senegalés Sadio Mané o el brasileño Raphinha.

El Barça, sin embargo, tiene otros problemas que debe resolver antes, como la renovación de Gavi, una de las mejores noticias para la plantilla en el último año, que puede terminar con su salida a otro club a falta de un acuerdo entre las partes, tras más de un encontronazo en las negociaciones.

No será un problema el retorno de los cedidos, porque tanto Luuk de Jong como Adama Traoré saben que vuelven a sus respectivos clubes a partir del 30 de junio, pero sí será complicado encontrar quién se haga cargo de Samuel Umtiti, Clément Lenglet, Martin Braithwaite, Óscar Mingueza, Riqui Puig o Serginho Dest, los cuales tienen contratos vigentes y salarios que cualquier otra entidad no estaría dispuesta a pagar.

Parece poco probable que Laporta pueda ingresar una suma considerable por alguno de ellos. Incluso, a la mayoría, si los deja ir gratis ganaría dinero o se lo ahorraría en salarios, pero depende también de que ellos quieran marcharse, algo poco probable en algunos casos.

Para sus proyectos, sobre todo el de Lewandowski, el Barça necesita dinero, y no tendrá otra opción que vender activos. Laporta no se desprenderá jamás de Pedri, por mucho el jugador con más futuro de la plantilla y alrededor del cual quiere hacer crecer el nuevo proyecto, por lo que no queda otro que Frenkie de Jong.

El holandés está feliz en la Ciudad Condal, le gusta el fútbol del Barcelona, pero los matrimonios necesitan de los deseos de las dos partes y el Barça está en apuros, y De Jong tiene pretendientes, uno de ellos, y el más importante, el Manchester United.

Para la próxima temporada llegará al banquillo de los Diablos Rojos Erik ten Hag, quien ya trabajó con el internacional holandés, y quien necesitará reforzar la plantilla si quiere que su estancia en Old Trafford no sea similar a la de sus antecesores, Ole Gunnar Solskjær y Ralf Rangnick.

De igual manera, el PSG anda a la búsqueda de centrocampistas y De Jong tiene calidad y juventud suficientes para enrolarse con garantías en un nuevo proyecto.

A todas estas, el Barcelona tiene un grave problema: las restricciones impuestas por la Liga para aquellos que acumulan pérdidas, tal como lo explicó recientemente el presidente de la institución, Javier Tebas, quien dijo que todo depende de los pasos futuros, léase ventas, que haga el once catalán.

Tebas cree que la llegada de Lewandowski depende de la salida de De Jong, y dejó claro que aún no lo han vendido, así que habrá que esperar, aunque de igual manera el Barcelona sigue soñando con una plantilla de primer nivel, mucho más después de que al Real Madrid no llegara el francés Kyllan Mbappé, quien protagonizó el culebrón más largo de la historia del fútbol antes de decidirse por el PSG antes que el equipo blanco.

De cualquier manera, Laporta sabe que no habrá concesiones por parte de la presidencia de La Liga, y que tendrá que hilar fino para aligerar la plantilla, soltar lastre, rebajar las deudas y conseguir la plata suficiente para acometer los fichajes que le piden Xavi y los aficionados.