Este miércoles 12 de junio, el mundo del baloncesto se tiñe de luto con la triste noticia del fallecimiento de Jerry West a la edad de 86 años. Nacido y criado en West Virginia, West se convirtió en un nombre inmortal en el deporte que amaba, dejando una huella imborrable en la NBA y en la cultura del baloncesto en general.
West, conocido por muchos como "The Logo" por su impactante silueta que inspiró el icónico emblema de la NBA, comenzó su legado en el deporte como jugador de los entonces Minneapolis Lakers en 1960, siendo seleccionado en el 2º pick del Draft después de una destacada carrera universitaria en la NCAA.
Vistiendo la camiseta dorada y púrpura, West encarnó la esencia de los Lakers durante toda su carrera como jugador y más tarde como entrenador principal entre 1976 y 1979, acumulando un impresionante récord de 145 victorias y 101 derrotas. Su pasión por el juego y su habilidad para destacar en los momentos más cruciales le valieron el apodo de Mr. Clutch, un título que llevó con orgullo a lo largo de su carrera.
"Jerry West fue un genio del baloncesto y una gran figura de la NBA durante más de 60 años", expresó Adam Silver, comisionado de la NBA, en un comunicado. "Se destacó no solo como campeón de la NBA y All-Star durante 14 temporadas, sino también como un competidor incansable que siempre estuvo a la altura de las circunstancias".
A pesar de solo haber ganado un anillo de campeón en 1972, West dejó una marca imborrable en la historia del baloncesto. Sus 14 selecciones para el All-Star Game y su distinción como el primer MVP de las Finales en 1969, sin haber ganado el título ese año, demuestran su impacto y habilidad excepcional en la cancha.
Pero el legado de West trascendió más allá de su carrera como jugador. Como ejecutivo, desempeñó un papel fundamental en el éxito de los Lakers en las décadas siguientes. En los años 80, contribuyó al equipo durante la era de figuras legendarias como Earvin "Magic" Johnson y Kareem Abdul-Jabbar. Además, su influencia fue crucial en los anillos conseguidos por los Lakers entre 2000 y 2002, durante la era de Kobe Bryant y Shaquille O'Neal.
El impacto de Jerry West en el baloncesto es innegable, y su legado perdurará en la memoria de los fanáticos y jugadores de baloncesto de todo el mundo. Su pasión por el juego, su dedicación y su habilidad excepcional lo convierten en una leyenda eterna del deporte que tanto amaba. Que descanse en paz, Jerry West, siempre recordado como un verdadero gigante del baloncesto.
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