Las mujeres que han alzado la voz en pro de su género han existido a lo largo de la historia. Los movimientos feministas que buscan equidad entre ambos sexos datan desde hace siglos, y una de las mujeres “rebeldes” fue Mary Hutson, una chica que sólo quería jugar futbol.
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Vamos a situarnos en 1894 (ya sé, ¡ya llovió!), una época en la que los hombres eran los únicos que tenían el visto bueno para las actividades “rudas” tales como el futbol, que dicho sea de paso, tenía poco tiempo de haber sido reglamentado por parte de la Football Association.
En fin, nunca falta la chica “rebelde” que quiere hacer algo distinto a lo que dicta la sociedad, y sí, esta mujer fue Mary Hutson, quien fue a un periódico de Inglaterra para poner su anuncio en el cual solicitaba mujeres que quisieran formar parte de un equipo de futbol.
La sociedad tan cerrada de esa época puso el grito en el cielo, pues no era bien visto que las mujeres utilizaran su cuerpo para alguna actividad deportiva, pues ellas estaban sólo para procrear.
Para nuestra querida Hutson, quien más adelante recibió el sobrenombre de Nettie Honeyball, la respuesta a su anuncio fue estupenda, tanto así que llegaron más de 30 jugadoras gustosas para ser parte del equipo y fue así nació el club British Ladies.
Pero cuando de emprendimientos se trata, a veces necesitamos de otra cabecita “loca” y liberal para que los proyectos se concreten más rápido. Así que Honeyball tuvo la ayuda de Lady Florence Dixie, hija del marqués de Queensberry, quien se convirtió en la presidenta del equipo y aportaba el dinero. Sí, era la inversionista, pero también la visionaria que vio en estas mujeres un gran talento.
Las chicas entrenaban en un parque londinense, ante la mirada atónita de la gente que casi se persignaba al verlas y obviamente, emitía juicios en su contra.
"Sus trajes llamaron mucho la atención. Una o dos faldas cortas puestas sobre unos pantalones. Cuando la novedad pase, no creo que el fútbol femenino atraiga a las masas". The Guardian
Las del British Ladies hicieron una gira, llenaron estadios y todo marchaba por buen camino, hasta que en 1921, The Football Association, prohibió que las mujeres jugaran pues “era peligroso para ellas” (¡qué considerados!). Así fue como los esfuerzos de nuestra rebelde del futbol se esfumaron, pero nos queda el recuerdo de que Nettie Honeyball fue una de las mujeres más adelantadas a su época.
