España está en vilo por todo lo que se ha generado alrededor del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, quien besó en los labios a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación, en Sydney, de las nuevas campeonas del mundo, instantes después de consumar una victoria por 1-0 sobre Inglaterra en el partido final del torneo.
El fuego contra el directivo, que comenzó apenas como una brizna encendida, ha cogido fuerza en las últimas horas y aunque para el viernes está prevista una reunión de la Federación con las representaciones regionales y de clubes, en las últimas horas varios han dejado clara su posición, han dicho que no acudirán o se manifestaron abiertamente en contra del actuar del máximo directivo del fútbol español.
A Rubiales, cuyo comportamiento en la final y después de la misma dejó mucho que desear, no solo le achacan el beso a Hermoso, sino agarrarse las partes durante las celebraciones en el estadio de Sydney, en presencia de la reina Leticia y la infanta, además de otras personalidades del deporte, gestos que captaron las cámaras de televisión. Incluso, luego cargó a otra futbolista, para echarle más leña al fuego.
EL GOBIERNO APRIETA A RUBIALES
El federativo, que ocupa una de las vicepresidencias de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), a pesar de ser un tipo ladino, con habilidad para quitarse los golpes de encima, no ha sido todo lo astuto que se necesita para la ocasión y ahora mismo está entre la espada y la pared. Por un lado, el gobierno lo exhorta a dimitir, porque de lo contrario tomará cartas en el asunto y lo destituirá.
Cinco días después de los hechos, el presidente de la RFEF vive sus peores momentos desde que asumió el cargo. Mucho más complejos que aquellos de cuando se filtraron los audios de las conversaciones con Gerard Piqué, en medio de negociaciones para llevar la Supercopa de España a Arabia Saudita, mediante la cual, tanto el zaguero del Barcelona como él, se iban a llevar una buena tajada.
Esta vez, hasta la FIFA decidió abrirle expediente a Rubiales, en medio de una cruzada tremenda en su contra en los medios de prensa, con declaraciones de periodistas, jugadores, entrenadores, directivos, ministros, líderes de formaciones políticas, y hasta del presidente del gobierno en ejercicio, Pedro Sánchez, quien dijo que con unas disculpas solamente no bastaba.
A favor de la renuncia de Rubiales se han pronunciado dirigentes de varios de los clubes de primera división, como el Atlhetic de Bilbao, el Atlético de Madrid o el Getafe, cuyas juntas directivas abogan por una salida rápida del presidente de la RFEF en forma de renuncia. Todo eso, mientras las federaciones regionales buscan una posición común para la reunión de mañana en la Ciudad del Fútbol de Las Rosas.
Lo cierto, el beso a Jenni Hermoso, el agarrarse los testículos o cargar a otra jugadora le costará caro a Rubiales, a quien la propia jugadora a la que besó le dio la estocada final al pedir un castigo, a través de sus representantes, para el directivo, al que le quedan pocas horas en el cargo, si no es que que cuando se hagan públicas estas líneas ya ha presentado su renuncia.
GABRY VEIGA Y ARABIA SAUDITA
Todos sabíamos, o intuíamos desde que Al Nasrr feicho a Cristiano Ronaldo, que la la Liga de Arabia Saudita se iba a convertir en un dolor de cabeza para los torneos más importantes de Europa. El dinero proveniente del petróleo dejó de ser, en el presente mercado, una amenaza y se convirtió en una realidad, porque en apenas tres meses han fichado a varios de los mejores jugadores de Europa.
Al principio, como hicieron con Cristiano Ronaldo, fueron a por veteranos con carreras glamorosas, futbolistas cuyo nivel había caído en Europa, o que estaban en la recta final de sus carreras, para darle un poco de gloria al torneo saudita, pero de pronto torcieron el rumbo, cambiaron los intereses y han llegado hasta Gabry Veiga, la última perla del fútbol español, procedente del Celta de Vigo.
Veiga, un centrocampista de 21 años recién cumplido, sonó para varios de los clubes más importantes de España y de Europa. Es muy posible que si el Real Madrid no hubiera fichado a Jude Bellingham y renovado a Dany Ceballos, hubiera ido a por él. O lo mismo el Barcelona de no haber contratado a Ilkay Gundogan, procedente del Manchester City, último campeón de Europa.
Desde la Premier también preguntaron por el volante pero, cuando parecía que todo estaba hecho con el Nápoles italianos, apareció Arabia Saudita y se lo llevó al Al Ahli, en una situación que el centrocampista del Real Madrid Tony Kroos consideró como vergonzosa, porque no puede creer que un jugador con tanto talento y tanta juventud haya preferido la liga del reino Saudita.
El entrenador del Celta de Vigo, el muy laureado Rafa Benítez, también hizo referencia al tema durante la conferencia de prensa previa al partido de mañana contra el Real Madrid y exhortó a los dirigentes del fútbol español, principalmente los de la Liga, a tomar cartas en el asunto para evitar que las grandes figuras se vayan del país, sobre todo si ocurre como con Veiga, que resuelve su futuro en Arabia, el monetario, pero tal vez sea una pérdida para el más universal.