El banquillo del Real Madrid es el más codiciado del mundo del fútbol. O uno de los tres más anhelados por cualquier entrenador, para no ser absolutos, porque quien se siente en ese puesto en el Santiago Bernabeu, tendrá las herramientas para ganar algo siempre, aunque no hacerlo puede significar el fin el final del contrato, y por la Casa Blanca no se andan con rodeos y cualquier momento puede ser bueno para un despido.
Para sobrevivir en el Real Madrid tienes que ganar algo importante. NO basta con hacer una buena campaña, con darle opciones a los muchachos de la cantera, o entrar en zona Champions al final de la temporada. Eso estará bien, alguien te lo reconocerá, pero si no ganas algo grande, cuando se termine la campaña te dirán que recojas tus cosas y dejes la oficina vacía.
El club emitirá un comunicado, le agradecerá al técnico por las formas, el profesionalismo mostrado, por lo hecho por la institución, pero tres días después, en medio de un sinfín de rumores, aparecerá en escena el sucesor. Así han sido siempre las cosas en el Santiago Bernabeu, sobre todo en los tiempos de Florentino Pérez, que puede pasarle la mano a un jugador, pero no a los técnicos.
AUN NO ES TIEMPO DE XABI ALONSO
Carlo Ancelotti es rara avis en todo esto. Pasó una vez anterior por el club y dejó un título de Champions, ganado en aquella final heroica de Lisboa, en la cual Sergio Ramos se convirtió en héroe al marcar un gol histórico en la prórroga ante un Atlético de Madrid que estuvo a segundos de estrenar su primer título. Fue la décima copa de los blancos, y le dio al entrenador la posibilidad de volver al banquillo para la temporada siguiente.
Pero el segundo año no fue bueno para Carletto. No ganó nada, y en junio de 2015, Florentino Pérez y José Ángel Sánchez lo llamaron a la oficina y le dijeron que su contrato estaba finiquitado. Luego se dieron las manos, se agradecieron mutuamente, y tan buenos amigos como siempre. Unos días después, Rafael Benítez se hacía cargo del equipo, pero el hombre que había llevado al Liverpool a ganar una Champions apenas aguantó.
Unos meses después, tras un gris arranque de temporada, Florenitno le dio las riendas del equipo a la persona en la que más ha confiado como técnico y jugador: Zinedine Zidane. Zizou, en esa ocasión, solo estuvo dos años y medio en la Casa Blanca, y los saldó con tres títulos de Champions, suficientes para auparse aún más en ese olimpo en el que lo tiene la afición del 14 veces ganador de a máxima competición continental.
Cuando se fue en 2018, llegó Julien Lopetegui, luego Santiago Solari, y después, de nuevo, Zidane. El galo estuvo hasta la temporada 2020-2021, y aunque no ganó nada, Florentino no quería dejarlo ir. Un Zizou agotado, cabreado con la directiva y consciente de que debía irse, partió. El Madrid sondeó a varios entrenadores, pero ninguno se decidió, salvo Carletto, que entrenaba por entonces al Everton, de la Liga Premier.
Cuatro años después, en el último de su acuerdo con el Real Madrid, y después de ganar la decimocuarta, una Liga, Mundial de Clubes, supercopa de España, de Europa y Copa del Rey, muchos creen que es el final, que en junio no estará más, y apuestan a que su sustituto será Xabi Alonso, quien lo está haciendo muy bien al frente del Bayer Leverkusen, puntero de la Bundesliga, junto al Bayern de Múnich.
ALONSO SE DEJA QUERER
Cuando Xabi dejó el fútbol, regresó a Madrid y el Real le dio la posibilidad de entrenar en las categorías inferiores. Estuvo al frente del juvenil, pero la Real Sociedad, en cuya cantera se formó como jugador, lo llamó para entregarle las riendas del segundo equipo, y mejor no lo pudo hacer. Su trabajo llamó la atención en Alemania y el Leverkusen apostó por él. Era el salto que necesitaba antes de ir a un club más grande.
Salvo contadas excepciones, el Real Madrid no apela a la cantera a la hora de buscar entrenador. Pero esta vez tiene allí a Raúl, una de las grandes glorias del club, quien va para cinco temporadas en el Castilla. Alguno pudiera pensar que el otrora delantero será el relevo de Carletto en junio, cuando salga definitivamente, a casa o a la selección de Brasil, pero todo hace indicar que no, que los ojos están en otra parte.
Hace unas semanas, el Villarreal sondeó a Raúl, le ofreció el banquillo de su primer equipo y cuando el técnico del Castilla se lo contó a la directiva blanca, le dijeron que fuera adelante. Al final, optaron en La Cerámica optaron por José Rojo Martín, Pacheta, y Raúl quedó descolocado. Sigue en su Castilla, es feliz allí, pero quiere entrenar en primera, mejor si es al Real Madrid, pero, al parecer, no es el primer candidato para sustituir a Ancelotti.
El hombre para ese puesto, por sus formas, por la ascendencia sobre los jugadores, y por lo que hace con el Bayer esta temporada y lo que hizo la anterior, es Xabi Alonso. Y él lo sabe: está al tanto de que su nombre está sobre la mesa, pero advierte que aún no es el momento. Cuando le preguntaron hoy, solo dijo que aún estamos en septiembre, que no es el momento, pero esas palabras llevan un mensaje claro: quiere, pero esperará.
Es demasiado pronto. Estamos en septiembre, así que no es un asunto a tratar... Por supuesto que sigo concentrado. Hemos empezado bien la temporada y tengo que ser el primero en seguir concentrado
Si Ancelotti termina la temporada y gana la Champions, el técnico y el Madrid alargarán su acuerdo, pero si no es así, se irá a Brasil, a entrenar la Seleccao, y entonces Alonso tendrá las puertas abiertas. Su nombre está por delante de todos: conoce al club, las exigencias, la afición lo quiere y en su etapa de jugador jugó para la Real, el Liverpoole, Madrid y el Bayern Múnich, siempre a las órdenes de grandes entrenadores, entre ellos Ancelotti. No hace falta más.