En la plantilla del Real Madrid solo quedan dos delanteros, Vinicius Junior y Rodrigo Goes. A las salidas deseadas de Eden Hazard y Mariano Díaz, se unieron la posible de Marco Asensio y la inesperada del capitán Karim Benzema. Eso significa que el club blanco no tiene más opciones que ir al mercado para reforzar la delantera y los dirigentes de los equipos saben que Florentino Pérez suele ir con la billetera llena.
El Madrid sabía que Mariano se iba. En la llamada Casa Blanca estaban ansiosos porque su contrato expirara para que tuviera que marcharse. No lo presionaron, ni ningún club fue a por él en todo ese tiempo, así que el canterano, que regresó en 2018 como sustituto de Cristiano Ronaldo, agotó su contrato, cobró hasta el último centavo de su salario y ahora, con varios títulos en su currículo, buscará donde jugar.
Hazard fue un desastre. El Real Madrid lo compró del Chelsea y lo convirtió en el jugador más caro de la historia del club y en el mejor pagado. Pero la operación fue una debacle total. Nunca estuvo a la altura, no justificó su salario, ni estuvo a la altura de las circunstancias. Los problemas físicos -léase lesiones- y la falta de motivación terminaron por enterrarlo en el banquillo, hasta que ahora, con un año de contrato por delante, decide irse.
MAS DE 40 GOLES CON ASENSIO Y BENZEMA
Al final, según versiones de algunos medios, el Real Madrid le pagó una parte de lo que, supuestamente, iba a cobrar Hazard en el año de contrato que le quedaba, y lo dejó libre. Para el club fue un negocio redondo, porque se quitó una ficha, se ahorró dinero, y encima de eso sacó de la plantilla a un jugador que no aportó nada desde su llegada y que podía contaminar el ambiente interno.
Por otra parte, la directiva esperó siempre que Marco Asensio aceptara la oferta de renovación que le ofrecieron. Cierto que no fue la gran estrella que todos imaginaron alguna vez, pero aportaba en ataque, sobre todo por ese gran golpeo de larga distancia con la pierna izquierda, que ayudó al equipo a resolver muchos problemas en esas noches complicadas en las cuales el contrario se encerraba.
Pero el cambio de Agente de Asensio, de Horacio Gaglioli a Jorge Mendes, hizo que el jugador lo repensara todo, que pusiera por delante los millones, y al final no aceptó la oferta para quedarse y todo hace indicar que se irá al Paris Saint-Germain, donde ingresará una cantidad sustancialmente superior a lo que le ofrecían en Madrid, incluso que el Aston Villa inglés.
Los 10 o 12 goles de Asensio cada año, más los 30 que perdió por la salida, sorpresiva por demás, de Karim Benzema, dejan al Madrid con déficit en la zona de ataque y lo obliga a ir al mercado a intentar recomponer su delantera y, sobre todo, a traer goles, que es lo más caro del fútbol siempre, porque es ahí donde el talento tiene que ser mejor pagado.
La necesidad obliga, pero el Real Madrid hubiera preferido esperar a 2024, para salir por alguna de las grandes joyas del mercado, y no ahora, cuando la situación lo obliga a sondear en busca de atacantes de muy alto precio y sin la jerarquía que el club hubiera preferido, aunque entre los candidatos se encuentra el inglés del Tottenham Harry Kane, lo más parecido a Benzema que hay en el mundo.
¿KANE, HAVERTZ...?
Florentino Pérez sabe, porque lo ha vivido en carne propia, que el Real Madrid tiene que pagar caro por cada jugador que pretende. Incluso, muchos de sus fichajes, como el de Ronaldo Nazario desde el Inter de Milán, y el de Luka Modric desde el Tottenham, solo se lograron en los últimos estertores de un mercado de fichajes. Y sabe también que en esta ocasión tendrá que aflojar mucha plata para reforzar la línea de ataque.
Invertir mucho dinero ahora puede ser contraproducente por muchos motivos. En primer lugar, al Real Madrid no le sirve cualquier atacante: tiene que ser uno que no solo sea bueno, sino que esté a la altura del equipo al que llega y eso significa que tendrá poco tiempo de adaptación, y que tendrá que responder con goles en cada oportunidad que tenga, para contentar a la afición y a los medios.
Ese delantero no pude frenar la proyección de Vinicius ni de Rodrigo, considerados piezas super importantes por el club, ni tampoco bloquear la posible llegada, en unos meses, de Kyllian Mbappe, el jugador preferido por la directiva para convertir al Real Madrid en una apisonadora en Europa y en la Liga. Y Mbappé, si todo sale como está previsto, pudiera llegar en el verano de 2024, justo dentro de un año.
Pero hasta entonces se necesitarán atacantes, y los candidatos son el nueve del Tottenham, con todo lo que significa negociar con Daniel Levy, y el también delantero del Chelsea Kay Havertz, por quien habría que esperar la disposición de negociar de los dueños del club y las prioridades del nuevo entrenador, Mauricio Pochettino, acabado de llegar a la institución con la intención de volver a Europa.
El Madrid tiene plata, pero la directiva no es de andar por ahí derrochando el dinero. Muy reciente son los casos de Mariano y Hazard como para no haber aprendido la lección. Irán a por cuatro hombres para el ataque, aunque parece que Joselu y Brahim Díaz pueden ser los dos primeros de un mercado que puede incluir a jugadores de otras demarcaciones.
