La Selección Nacional de Italia es conocida mundialmente como la 'Azzurra', en referencia al distintivo color azul que viste en sus encuentros deportivos. Aunque los colores de la bandera italiana son el verde, blanco y rojo, el azul se ha convertido en un símbolo icónico del equipo nacional. Pero, ¿cuál es la razón detrás de esta elección cromática?
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La historia nos lleva a principios del siglo XX, cuando Italia estaba formando su identidad nacional y deportiva. En aquel entonces, la Casa de Saboya, una influyente dinastía reinante en Italia desde 1861 hasta la abolición de la monarquía en 1946, desempeñó un papel crucial. El azul que hoy adorna la camiseta 'azzurra' tiene sus raíces en el "Azul Saboya", un color asociado históricamente con esta familia real.
El origen de la elección del azul se remonta a 1911, durante un amistoso entre Italia y Hungría. Debido a una confusión con los uniformes de ambos equipos, Italia optó por usar camisetas azules en lugar de las tradicionales blancas. Este cambio repentino no solo evitó la confusión en el campo, sino que también marcó el comienzo de una tradición duradera.
El azul no solo era un color práctico; estaba profundamente arraigado en el simbolismo italiano. La Casa de Saboya, que reinaba sobre Italia en aquel momento, tenía el azul como uno de sus colores emblemáticos. Se dice que este color estaba inspirado en el manto de la Virgen María, dotándolo así de un significado religioso y monárquico. La elección del azul para la camiseta nacional no solo honraba esta tradición histórica, sino que también afirmaba la identidad nacional de Italia en un contexto deportivo.
A medida que la Selección Italiana ganaba reconocimiento internacional, el azul se consolidó como parte integral de su identidad visual. Desde sus primeros días hasta la actualidad, la camiseta azul ha sido testigo de numerosas victorias históricas en torneos como la Copa del Mundo, subrayando su importancia como símbolo de unidad y orgullo nacional.
Más fondo en la Casa de Saboya
La Casa de Saboya, conocida en italiano como Casa Savoia, fue una influyente dinastía noble europea que jugó un papel crucial en la historia de Italia. Originalmente de Saboya, una región que hoy forma parte de Francia, la familia Savoia se convirtió en una de las casas nobles más prominentes de Europa.
El ascenso de la Casa de Saboya en Italia comenzó en el siglo XI, cuando adquirieron territorios en el norte de Italia, en lo que ahora es el Piamonte y partes de Liguria. A lo largo de los siglos, los Saboya expandieron su dominio sobre otros territorios italianos, incluyendo el Reino de Cerdeña, Sicilia y Nápoles. En 1720, Víctor Amadeo II de Saboya se convirtió en el rey de Cerdeña, estableciendo la dinastía Saboya-Cerdeña.
Uno de los momentos más significativos para la Casa de Saboya fue su papel en la unificación de Italia en el siglo XIX. Víctor Manuel II de Saboya, también conocido como Víctor Emmanuel II, fue proclamado Rey de Italia en 1861 después de la unificación del país. Los Saboya continuaron reinando como monarcas de Italia hasta que la monarquía fue abolida en 1946, tras la Segunda Guerra Mundial.
Además de su importancia política, la Casa de Saboya dejó un legado cultural y arquitectónico notable en Italia. Construyeron palacios y promovieron el desarrollo cultural y económico de las regiones bajo su dominio.
Hoy en día, aunque Italia es una república, la historia y el legado de la Casa de Saboya siguen siendo parte integral del patrimonio italiano, recordados especialmente en contextos históricos y culturales.
La camiseta azul de la Selección Italiana no solo es un tributo a la Casa de Saboya y su legado histórico, sino que también representa la fusión de tradición, identidad nacional y éxito deportivo. A través de los años, este color ha trascendido su origen monárquico para convertirse en un símbolo duradero de la pasión y el compromiso de Italia en el ámbito deportivo internacional.
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