El mercado de fichajes del fútbol europeo entra en sus horas finales, pero en lugar de aparecer apagado se comienza a calentar, un motivo par esperar unas horas finales tórridas, en las cuales muchos clubes intentarán darle los retoques finales a sus plantillas para cumplir con sus objetivos de cara a la temporada que ya se inició. Así sucede cada año y 2023 no va a ser la excepción.
Las juntas directivas y los representantes de jugadores, intentarán conseguir en unas horas todo lo que no pudieron en meses. Unos porque aguardaron hasta el final para abaratar los precios, y otros porque esperan que el efecto dominó de los estertores del mercado le habrá las puertas de un club o el camino hacia algún jugador, según corresponda.
Pasa en todas las ligas, con la mayoría de los clubes, y aunque no es la situación ideal, cualquier técnico estaría contento de tener al defensor central que le falta, al lateral derecho para reforzar la posición o al delantero que necesita para que su línea de ataque parezca sólida y le garantice goles en toda la campaña. Cierto que siempre habrá una opción, la del mercado de invierno, pero de esa hablaremos en su momento.
ESPAÑA AGUARDA GRANDES MOVIMIENTOS
En España tiene que haber movimientos, porque, por ejemplo, el Atlético de Madrid no se va a quedar a Joao Félix, quien ya dijo que quería jugar en el Barcelona, y el técnico argentino Diego Pablo Simeone no cuenta con él. El primer día lo llevó al banquillo y lo expuso a la grada en el calentamiento del entretiempo, lo cual terminó por romper los lazos entre jugador y afición, porque ya con el técnico estaban rotas.
El portugués probó suerte en la temporada pasada en el Chelsea, en un movimiento que parecía perfecto para todos, porque si le iba bien se revalorizaría, pero no fue así. Apenas tuvo opciones, las que le dieron no as aprovechó y tuvo que volver con Simeone, con quien, abiertamente, no se entiende, porque el fútbol del entrenador no tiene nada que ver con el del talentoso jugador.
Ahora le queda la opción Barcelona. El quiere irse, el club catalán lo quiere, pero no tiene dinero para comprarlo y aguarda a que el Atlético acepte una cesión, tal vez con opción de compra, que resuelva de una vez los problemas de todos. A Xavi Hernández le gusta, pero tal vez la junta directiva que encabeza Joan Laporta no esté muy convencida de dar un paso hacia adelante por él.
Para que entre Joao Félix, primero tiene que salir alguien y, al parecer, el que saldrá será Ansu Fati, quien se cansó de jurarle amor eterno al equipo culé y abrió las puertas a una salida a la Liga Premier de Inglaterra, presumiblemente al Tottenham Hostspur o al Chelsea, según las últimas informaciones. Parece que la paciencia del atacante se agotó y comenzó a ver su futuro fuera del feudo blaugrana.
En Sevilla sucede algo parecido con ambos equipos. Tanto el Real Betis como el Sevilla Fútbol Club, aguardan algún movimiento, sobre todo en el Ramón Sánchez Pizjuán esperan la salida definitiva de Lucas Ocampo al Fulham, pero con la plata que le den los ingleses por él no se quedarán de brazos cruzadas e intentarán hacerse con los servicios de Bryan Zaragoza, del Granada, algo que puede destapar el efecto dominó del que hablamos.
¿SOLO SALIDAS DEL REAL MADRID?
A pesar de que Florentino Pérez y Carlo Ancelotti han repetido una y otra vez que la plantilla está cerrada, que con lo que tienen es suficiente para afrontar la temporada, hay señales que siempre se prestan para las dudas, por lo cual no sería extraño un último movimiento en busca de un jugador para cerrar el roster de manera definitiva y no se trata de la marcha presumible de Álvaro Odriozola a la Real Sociedad.
Odriozola puede marcharse. Es más, casi seguro que lo hará, pero un Real Madrid con su portero estelar lesionado para toda la campaña, lo mismo que su mejor defensor central y con su mejor jugador, Vinicius Junior, fuera por problemas físicos por hasta seis semanas, no me parece normal. En las palabras de Florentino y Ancelotti hay gato encerrado y si es así, tendrá que salir a la luz en las próximas horas.
Desde acá no me voy a aventurar a dar un nombre, porque ha sido tan hermético el equipo blanco que ha dejado escaso margen a las conjeturas, aunque hay algunas demasiado evidentes, como el número nueve vacante, algo que no pasa en el club desde tiempos inmemoriales. Cuesta creer que nadie llevará el número de los grandes goleadores en la plantilla blanca, con el tirón comercial que tiene esa camiseta que un día vistieron, entre otros, los dos Ronaldo, el Fenómeno y Cristiano.
Para algunos, el delantero que falta está en la cantera, el juvenil Gonzalo, un jugador de 19 años que ya marcó 35 goles con el Juvenil A de Alvaro Arbeloa durante la temporada pasada, y que firmó un doblete con el Castilla el fin de semana, además de recibir elogios de Raúl, su entrenador ahora, y ser llamado por Ancelotti al entrenamiento con el primer equipo.
Puede que Gonzalo se una al primer equipo, incluso que aporte goles y que se vuelva habitual, pero, a pesar de las negativas de entrenador y presidente, de Ancelotti y Florentino Pérez, hasta el último momento del mercado pensaré que el Real Madrid irá a por un delantero contrastado, un jugador de clase mundial, que le haga olvidar la marcha de Karim Benzema y la 'frustrada' llegada de Kylian Mbappé.
