La enconada rivalidad entre los dos mejores clubes españoles, el Real Madrid y el Barcelona, tiene un capítulo más desde este miércoles. Un escenario que enorgullecerá a los seguidores de un equipo y dolerá a los del rival. Todo eso relacionado con el fichaje de las grandes estrellas que pretendían unos y otros de cara a la próxima temporada, en la que el Barça defenderá el título y los blancos irán a recuperarlo.
En las últimas horas terminó por confirmarse el fichaje del centrocampista inglés del Borussia Dortmund Jude Blleingham por el Real Madrid, a cambio de 103 millones de dólares fijos, más algunos en variables, al tiempo que se conocía la decisión de Lionel Messi de irse al Inter de Miami, y dejar a un lado propuestas que le llegaron de Arabia Saudita y alguna de su equipo de muchos años, el Barcelona.
La confirmación de ambas informaciones le pone punto final a las especulaciones. Aunque se sabía que el volante inglés y el club blanco tenían casi todo amarrado, el fantasma del caso Mbappé siempre ronda por la mente de los fanáticos, En tanto, la fanaticada culé abandonó para siempre el sueño de ver de nuevo a su más grande jugador vestido de azul y grana.
CON BELLINGHAM, EL MEDIOCAMPO DEL FUTURO
En el Real Madrid tenían claro que el tiempo de Luka Modric y Tony Kroos en la élite se acercaba al final, y a pesar de contar con Eduardo Camavinga, Aurelién Tchouaméni y Federico Valverde, la plantilla necesitaba algo más, y ese jugador estaba en el Borussia Dortmund. Todo pasaba por convencerlo de un proyecto deportivo que siempre representa títulos y emociones a granel.
No fue el equipo blanco el único que pujó por el inglés. También lo hicieron el Liverpool y el Manchester City, donde el salario iba a ser mucho mayor, pero al final el jugador se inclinó por el Real Madrid, porque el tirón del Santiago Bernabeu sigue pesando en el mundo del fútbol, no solo por la cantidad de estrellas que aglutina año tras año, sino por la cantidad de trofeos que se muestran en sus salas.
Ahora solo resta ultimar los detalles para la presentación, saber qué dorsal llevará, y cómo logrará el técnico Carlo Ancelotti manejar las piezas que tiene a su servicio. Este año, el entrenador italiano le dio protagonismo a Eduardo Camavinga, pero más como lateral izquierdo que como pivote, en tanto Tchouaméni perdió glamour tras la Copa Mundial de Qatar, y de una lesión, y los veteranos volvieron a ser protagonistas.
Para la temporada 2023-2024, Ancelotti lo tiene claro: Modric y Kroos jugarán, pero los grandes partidos serán de la nueva hornada de centrocampistas, los cuales pintan como dominadores del más universal por los próximos siete a 10 años. El adiestrador tiene el gran reto de encajar a Bellingham, porque Florentino Pérez no le perdonaría dilapidar más de 100 millones de euros en un jugador para el banquillo.
Pero ya esas son otras acciones. Lo importante es que el centrocampista inglés ya es del Real Madrid, y se convirtió en el primer gran golpe de Florentino Pérez en un mercado que puede ser apasionante, porque el presidente del club tiene que recomponer su línea de ataque tras la salida de Marco Asensio, Mariano Díaz, Eden Hazard y, sobre todo, de karim Benzema, último ganador del Balón de Oro.
MESSI Y EL BARCELONA NO LLEGARON A UN ACUERDO
Mientras en Madrid se veía la fumata blanca por la llegada del centrocampista inglés, en Barcelona volvió la tristeza por el adiós definitivo de Lionel Messi, quien terminó por aceptar la propuesta del Inter de Miami, y rechazó volver a la que fue su casa por más de una década, y con el equipo con el que ganó cuatro veces la UEFA Champions League y la mayoría de sus balones de oro.
El pasado lunes, el padre y agente del jugador, Jorge Messi, se reunió con el presidente del equipo culé, Joan Laporta, pero, al parecer, la oferta del dirigente no convenció al jugador, de quien dijo su progenitor que quería terminar su carrera en el equipo donde se hizo grande y en una ciudad que considera suya, porque allí creció luego de salir de su Rosario natal.
Pero la incertidumbre alrededor de la operación, la posibilidad de que a última hora Laporta se echara para atrás, tal como hizo hace dos años -y que lo obligó a irse al PSG- terminaron por llevar al campeón mundial al Inter de Miami, el equipo de David Beckham, con el condicionante de una ciudad donde tiene casa, el español es un idioma muy habitual, y la liga estadounidense le facilitará llegar en forma a la próxima Copa América, uno de sus objetivos.
Messi no solo le dijo no al El Barça, sino también a Arabia Saudita, a una liga exótica a la que han ido varios de los mejores jugadores veteranos del mundo en los últimos meses. El primero fue Cristiano Ronaldo, luego de la Copa Mundial de Qatar 2022, seguido por Karim Benzema y Ngolo Kanté, quienes firmaron en las últimas horas por salarios de unos 100 millones de dólares netos al año, más de lo que recibirá el argentino en Miami.
Si el capitán de la albiceleste hubiera escogido Arabia, su salario se hubiera acercado a los 200 millones al año. pero su familia no estaría tan feliz como pudiera estarlo en la ciudad del sur de los Estados Unidos. Y tampoco como en Barcelona, donde el entrenador, Xavi Hernández, su amigo por demás, le tenía las puertas abiertas para hacerlo de nuevo líder del proyecto.
