Luego de unos meses de aparente calma, el Caso Negreira regresa a escena en España y vuelve a sacudir los cimientos del fútbol del país, porque las pesquisas de la Guardia Civil, orientadas por el juez que lleva el caso, han encontrado argumentos para seguir adelante con una investigación que puede no dejar títere con cabeza cuando el proceso termine definitivamente.
Luego de que la UEFA descartó sancionar al Barcelona y excluirlo de la presente edición de la UEFA Champions League, el caso que lleva el nombre del segundo jefe del Comité Técnico Arbitral (CTA), José María Enríquez Negreira, pasó a un segundo plano. Pareció incluso, por un momento, que quedarían engavetadas todas las denuncias y que no iría a más, porque, incluso, la juez que lo llevaba se había jubilado.
A todo eso hay que sumar que en las últimas semanas en España se robó el protagonismo, dentro del más universal, el escándalo generado por Luis Rubiales, ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por el beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación, en Sydney, Australia, del título conseguido por las ibéricas en la Copa Mundial para mujeres.
NUEVAS EVIDENCIAS
Sin embargo, una vez que las aguas en la Federación volvieron a la normalidad, con la ascensión temporal de Pedro Rocha a la presidencia, en espera de elecciones, los medios de prensa se han vuelto hacia el Caso Negreira, del cual salen cada día nuevos elementos, entre ellos las compras con dinero al contado de varias propiedades por un grupo de cuatro árbitros muy cercanos a Negreira.
Joaquín Aguirre, el juez instructor del referido caso, descartó, en primera instancia, que la RFEF quedara excluida de la acusación y le pidió a esta que le mostrara el cuestionario que envió a cada uno de los colegiados en febrero pasado, cuando salió a la luz lo del pago de más de siete millones de euros por parte del Fútbol Club Barcelona a Negreira para, supuestamente, garantizar que no fuera perjudicado por los árbitros.
Esa fue la primera versión que dieron desde el Barcelona, cuando Hacienda preguntó los motivos por los cuales se le pagaba a Negreira aquellas sumas desde 2001, antes de que llegara a la presidencia Joan Laporta, en su primera etapa al frente del club, justo cuando multiplicó varias veces los emolumentos que recibía el segundo del CTA y mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio, fallecido recientemente y primera figura del ente arbitral.
Aguirre también se aferró a declaraciones a medios de prensa de árbitros retirados, quienes hablaron sobre irregularidades en el sistema de designación y promoción, dejando entrever que Negreira manejaba a su antojo y con la intención de defender sus intereses a los encargados de impartir justicia en cada partido, incluso con las designaciones para actuar como internacionales o no.
En el mismo colectivo arbitral hablaban del llamado "Índice Corruptor" en referencia a lo que Negreira consideraba Índice Corrector, un sistema por el cual se premiaba a unos y se castigaba a otros, que dejaba tantas dudas entre los propios actuantes, que alteraron el nombre, algo que llama mucho la atención del magistrado a cargo de la investigación, que sigue hurgando en busca de más elementos.
EL BARCELONA EN EL OJO DEL HURACÁN
A Aguirre, que de tonto no debe tener un pelo, le parece muy raro que el Barcelona pagara esa cantidad de dinero sin pretender obtener beneficios del mismo. Pero eso no solo lo piensa el juez, también lo creen todos los que están al tanto de la situación, porque sería de incrédulos pensar que desde el Camp Nou se iban a pagar aquellas cantidades por unos supuestos informes que el propio hijo de Negreira tasó en unos 20 euros, cuando más.
El objetivo del juez es determinar la finalidad de las distintas administraciones blaugranas con el pago a Negreira y si guardan relación o no con una presunta corrupción sistémica -el término utilizado- que, de probarse, le podría costar demasiado caro al club, y no solo con la exclusión de competiciones europeas o la pérdida de algún título, sino que podía llevar millonarias multas incluidas.
El exárbitro Sergui Albert, en conversación con el youtuber Ramón Álvarez de Mon, cuenta detalles de la personalidad de Enríquez Negreira, de la relación con su hijo, Javier Enríquez Romero, otro de los implicados, y advirtió que el hijo hizo siempre y en todo momento lo que su padre le decía, porque el progenitor tenía mucha influencia sobre el vástago.
De cualquier manera, ahora mismo en las oficinas del Barcelona debe haber preocupación, porque ha vuelto a escena el Caso Negreira, en el cual está muy involucrado, porque le pagaba al vicepresidente del CTA, incluso porque el mandatario actual, Joan Laporta, fue el mismo que le cuadruplicó los pagos, nada más ascender a la presidencia en su primer periodo como mandamás del once catalán.
Sin embargo, no debe ser el único preocupado, porque hay posibilidades de que también el juez Aguirre abra otras pesquisas, con la intención de buscar blanqueo de dinero, administración desleal, en tanto se mantiene la búsqueda de corrupción deportiva por el pago del Barcelona a los Negreira. Sobre este caso quedarán muchas cosas por aparecer aún y nadie sabe cuándo estará todo listo para sentencia.