Hay quienes piensan que el Bayer Leverkusen es un grande de Alemania. Los que llegaron al fútbol a principios de siglo y recuerdan aquella final ante el Real Madrid y la imperial volea de Zinedine Zidane, creen que detrás de aquel partido por el título de la UEFA Europa League había un palmarés impresionante. Pero nada más falso, en las vitrinas del actual líder del fútbol germano solo hay dos trofeos y nada más.
El equipo, fundado el 1 de julio de 1904, lo cual quiere decir que está a punto de cumplir los 120 años. En ese tiempo, solo ganó la Copa de la UEFA, hoy UEFA Europa League, en la campaña 1987-1988, y luego la Copa de Alemania en la temporada de 1992-1993. No hay nada más reseñable en su historia, si de trofeos se trata, aunque la presente temporada ha devuelto la ilusión al Bayer, que espera al menos un título.
A 10 fechas para el fin de la Bundesliga, solo una debacle total evitaría que el equipo que entrena el español Xabi Alonso no se proclame campeón. Incluso, pudiera hacerlo con varias fechas de antelación, porque le saca 10 puntos al segundo clasificado, el Bayern Múnich, que perdería el trono por primera vez en más de una década, en un resultado que le dará más caché a lo conseguido por los actuales punteros del torneo.
UN TÉCNICO Y UN EQUIPO AMBICIOSOS
En las últimas 11 ediciones del campeonato alemán, ganó el Bayern Múnich. La cadena de victorias se inició en la temporada 2012-2013, cuando le arrebató el trofeo al Borussia Dortmund, que se había impuesto en las dos ediciones anteriores. En la primera de ellas, en la de 2010-2011, el Bayer Leverkusen fue escolta del Dortmund, al que también secundó en la 2001-2002. Antes, en la 1999-2000, solo habían sido superados por el Bayern.
En otras ocasiones llegaron al final con aspiraciones, pero tuvieron por delante al once muniqués hasta en dos ocasiones más, al menos en los últimos 60 años. Con esos antecedentes, con la necesidad de títulos, la directiva del Bayer Leverkusen apostó por un entrenador nuevo, con sueños, aspiraciones, alguien que lo había ganado todo como jugador y que estuvo a las órdenes de los mejores técnicos del mundo en su carrera.
El elegido fue Xabi Alonso. Había jugado en la Real Sociedad, el Liverpool, el Real Madrid y el Bayern de Múnich. Había servido a las órdenes de Rafa Benítez, José Mourinho, Carlo Ancelotti y Pep Guardiola, entrenadores que ganaron no solo en las ligas correspondientes, sino que reinaron en Europa, en impusieron modelos de fútbol, de los cuales, imaginaba la directiva, Alonso pudo haber aprendido mucho.
Además, entrenó a un equipo infantil del Real Madrid, a la Real Sociedad B por tres años y quería dar el salto al fútbol de primera, pero, como era difícil que un grande le entregara un banquillo, apostó por el Leverkusen. Era octubre de 2022 y el once alemán había cesado a Gerardo Seoane por la eliminación anticipada en la Copa de Alemania. Firmaron hasta el término de la temporada, pero el Bayer no solo se metió en UEFA.
Es verdad que sufrió y dependió de otros para clasificarse sexto en la Bundesliga, pero Alonso había conseguido el objetivo: su equipo jugaría en Europa en la campaña siguiente, y él estaba seguro de que con algunos retoques le alcanzaría para pelear por el título en el campeonato alemán. La directiva le ofreció la renovación y el entrenador la aceptó y se puso nuevos retos. Apostó por un fútbol ofensivo y vistoso y es casi campeón.
UNA CAMPAÑA IMPECABLE
Ahora mismo, el Bayer Leverkusen se medirá en las semifinales de la Copa DFB al Fortuna Düsseldorf, un segunda sorprendentemente ubicado entre los cuatro primeros de la lid, y si todo sale bien, tendrá la opción de jugar la final de la lid el venidero 25 de abril. En UEFA Champions League, tendrá el partido de ida, como visitante, el próximo jueves ante el Qarabag, en Bakú, y la vuelta una semana después en el Bay Arena.
Hasta ahí hay opciones de dos títulos, pero hay uno que el equipo de Xabi Alonso tiene casi seguro, el de Campeón de la Bundesliga. El Bayer no depende de nadie, solo de su juego, y no tiene que ser tan preciso como hasta ahora para conseguir el trofeo, le basta solo con cualquier resultado que le garantice 20 unidades de las 30 que quedan en disputa. No parece fácil, pero tampoco es difícil, porque el rival más cercano, el Bayern, tendría que hacer pleno de 30.
Ahora mismo, si le preguntas a la Inteligencia Artificial, te dice que el Bayer tiene el 99 por ciento de opciones de ser el nuevo campeón, una de las razones por las que en la ciudad ya andan preparando festejos, sobre todo luego de lo ocurrido el pasado din de semana, cuando el Leverkusen venció por 0-2 al Colonia, dos días después de que el Múnich empatara 2-2 con el Friburgo y se dejara dos puntos más y se pusiera a 10 por detrás.
Los que viven del fútbol, analistas, futbolistas retirados, apostadores, tampoco tienen dudas y ya no creen ni en los milagros. Dan por hecho que el trofeo, el primero de su historia, irá al Leverkusen, pero la directiva no se conforma con el título de la Bundesliga nada más. Cree que es posible ganar algo más: La Copa de Alemania o la UEFA Europa League, aunque en esta última competición tendrá que medirse a rivales temibles y vencerlos, si quiere levantar el trofeo.
Esos resultados, el fútbol el equipo, el protagonismo que le ha dado Alonso a jugadores noveles y a otros no tan jóvenes, ha puesto los ojos del mundo en el técnico donostiarra, que ahora mismo suena para varios de los más grandes clubes de Europa, entre ellos dos donde jugó: El Bayern Múnich y el Liverpool. Por el momento tiene contrato con el Bayer, pero si yo fuera él, me iría al final de temporada. Si lo hace, será un ídolo eterno para la afición.