El incierto futuro de Keylor Navas

Keylor Navas tomará este sábado el avión del PSG con destino a Japón. Toca pretemporada en el exterior y aunque el arquero costarricense sabe que le costará ser titular, es un profesional y su función es estar listo para lo que pueda pasar en el futuro. Incluso, para una hipotética salida del club parisino, si aparece una oferta que convenga a todas las partes y que le garantice los minutos que quiere.

Navas, de 35 años de edad y 1.85 de estatura, no se puede ir a cualquier club. Su salario es prohibitivo para la inmensa mayoría, y aquellos que pudieran necesitar un guardavallas de su jerarquía, ya tienen lo que necesitan. Así que al centroamericano le toca, una vez más, una tarea difícil, como tantas que ha enfrentado en la vida y de las cuales casi siempre salió airoso.

En esta ocasión, nada más volver de vacaciones, el nuevo director deportivo del PSG, Luis Campos, y el entrenador, Christophe Galtier, se reunieron con el tico y le dijeron que el dueño de la portería para la próxima temporada sería el italiano Gianluigi Donnarumma, que tiene uno de los salarios más altos del club y que llegó el año anterior con el cartel de super estrella desde el Milán AC.

Keylor salió de la oficina de ambos y siguió su vida normal. No es la primera vez que le pasa, y sabe muy bien que las palabras de Campos y Galtier significan algo así como que trajera una propuesta y se fuera, porque no iba a tener muchos minutos, pero él conoce muy bien cómo funciona el fútbol. Y mucho más con su experiencia al más alto nivel. El club y el técnico tienen el derecho de decirle que no jugará, pero el tiene el de cumplir su contrato y cobrar un salario que ronda los 12 millones de euros al año, nada despreciable para un arquero.

El año anterior, con el entrenador argentino Mauricio Pochettino, Keylor y Donnarumma se repartieron los minutos. Un día jugaba uno, después el otro. Cierto que en los choques más importantes el italiano tuvo más protagonismo, pero tampoco estaba mal y Navas creyó siempre que era justo y mantuvo su sana competencia con el italiano, valorado por Transfermarket en 65 millones de euros, lo mismo que otro competidos de Keylor, Thibaut Courtois.

Pero Galtier no tiene compromisos con nadie. Llega al club después de trabajar en instituciones de nivel medio y no va a perder la oportunidad de darle lustre a su carrera. Y, sobre todas las cosas, necesita trabajar en paz y no tener problemas. Y si los tiene, que sea en otras posiciones del campo, donde la competencia es mejor vista que en la defensa del arco.

Esa es la razón por la que le dijo a Keylor Navas que no será titular, ni que habrá reparto de minutos. No le dijo que se fuera, porque él sabe que el costarricense como segundo arquero es una garantía absoluta. Solo que él, como técnico, quiere dejarlo todo claro.

Keylor pasó por situaciones semejantes en el pasado

Navas debutó como profesional en el Deportivo Saprissa de su país en 2005 y después de cinco años en los que ganó muchos títulos, se fue al Albacete español, que estaba en segunda división y que perdió la categoría unos meses después del arribo del arquero centroamericano, quien, por situaciones contractuales, pasó al Levante en condición de cedido.

En el club valenciano el titular era el uruguayo Gustavo Munúa y Keylor solo jugó al principio los partidos de Copa del Rey y algún otro residual, pero mejoraba por día, no solo en el club sino con la selección y el equipo decidió comprarlo definitivamente y darla la titularidad. Ya para la temporada 2013-2014 estuvo entre los mejores porteros de la Liga Española y tenía los ojos de los grandes equipos encima.

Antes de comenzar la temporada 2014-2015, el Real Madrid pagó su cláusula de rescisión, de unos 10 millones de euros y lo llevó al Bernabéu a pelear el puesto a una leyenda como Iker Casillas. El Madrid terminaba de ganar la Champions y buscaba rejuvenecer la portería, o al menos darle competencia al entonces capitán. Pero la temporada fue un fracaso, Carlo Ancelotti perdió el puesto y en su lugar llegó Rafa Benítez. Y Casillas se fue al Porto

Keylor también estuvo a punto de irse, porque Florentno llegó a un acuerdo con el Manchester United para dar al costarricense por David de Gea. Era el último día del mercado, a última hora, y al final no se hizo porque los papeles no llegaron a tiempo. El centroamericano le puso más empeño a su trabajo porque quería demostrarle a Benítez lo que era capaz de hacer.

Los métodos de Benítez no encajaron en la plantilla y nada más llegaron los malos resultados, el club lo cesó y trajo a una de sus leyendas, Zinedine Zidane. Zizou le dio todos los poderes a Keylor. Ese año y los dos siguientes ganaron la Champions, en una de las mejores etapas del club, pero aún así Navas no era muy del agrado de la directiva, que en alguna ocasión, en el mercado de invierno de la temporada 2017-2018, intentó traer a Kepa Arrizabalaga desde el Athletic de Bilbao.

Solo la actitud firme de Zidane impidió la llegada del arquero vasco, que terminó por irse al Chelsea. Al técnico francés le encantaba el trabajo de Keylor, al menos por el momento. Pero el entrenador, nada más ganar su tercera Champions, dijo adiós. Y el Madrid contrató a Julen Lopetegui.

Para colmo, el Madrid firmó a Thibaut Courtois. La competencia era dura, pero Keylor quería pelear por el puesto, aunque poco a poco fue cediendo ante el belga, considerado uno de los mejores arqueros del mundo y muy del gusto de la directiva y de Zidane, que regreso unos meses después, tras una crisis de resultados en el club.

Zizou tampoco quería problemas en el arco. Courtois sería el titular y le habló claro a Navas. Era septiembre de 2019 y entonces apareció el PSG y Keylor hizo sus maletas y se marchó. Al principio fue dueño absoluto del arco, pero la llegada de Donnarumma lo puso de nuevo a pelear por la titularidad. Y este año tendrá aún una tarea más difícil: mantenerse en el PSG.

Nada de eso es nuevo para alguien que durante toda su carrera ha tenido que superar situaciones similares y siempre ha salido adelante. Solo que ya no es un mozalbete lleno de energías, sino un veterano que cumplirá pronto 36 años, y en esas situaciones hay cosas que cuestan un poco más. Toca esperar.