El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dará su veredicto en unas horas sobre el futuro de la Superliga, como se le ha llamado a un probable torneo de fútbol entre varios de los principales clubes de Europa, que intentaron hace un par de años salir de la égida de la Unión Europea de Fútbol (UEFA) para organizar su propia competición, sin que hasta el momento parezca si saldrá adelante o no, en espera del dictamen.
A menos de un día de que el juez del TJUE ofrezca su veredicto, parecen más preocupados los detractores de la Superliga que quienes la respaldan, según los pronunciamientos de algunos personajes del fútbol en diferentes medios de comunicación, entre ellos el presidente de la Liga Española, Javier Tebas, quien enfiló, como siempre, sus cañones contra Florentino Pérez, promotor principal de la referida competición.
También alzó la voz para advertir sobre el fracaso de la competición, en caso de recibir luz verde del TJUE, Karl-Heinz Rummenigge, exdirector general del Bayern y actual miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA como representante de la ECA, la Asociación de Clubes Europeos, una asociación que preside Nasser Al-Khelaifi, el presidente del Paris Saint-Germain, uno de los clubes con patrimonio en las monarquías petroleas del golfo Pérsico.
¿QUÉ PASARÁ SI EL JUEZ DA LUZ VERDE?
Si el TJUE da luz verde al proyecto de la Superliga, los equipos involucrados, que al parecer no son solo el real Madrid y el Barcelona, como muchos quieren hacer ver, pueden iniciar a planificar la competición, aunque eso no quiere decir que el torneo vaya a arrancar de inmediato, porque como todo lo que tiene que salir bien desde el principio, necesita preparación y planificación para que no se convierta en un fiasco.
La Superliga fue anunciada a finales de 2021 por Florentino Pérez en El Chiringuito de Jugones, un show de televisión dedicado al mundo del fútbol, a donde acudió el mandatario blanco para explicar a los miles de seguidores del referido programa cuál era su proyecto y cómo pensaba implementarlo. La idea del presidente del Real Madrid le dio la vuelta al mundo en horas y enseguida comenzaron campañas para acabar con el proyecto.
En primera instancia, Florentino Pérez dio a conocer un listado de equipos, en su mayoría ingleses, pero también españoles e italianos, hasta un número de 12, con lo cual dejaba espacios para el posterior ingreso de otros, pero poco a poco se fueron cayendo Manchester United, Arsenal, Chelsea, Tottenham, Manchester City, Liverpool, Atlético de Madrid, Inter de Milán, Milan y Juventus.
Solo quedaron Real Madrid y Barcelona, aunque el CEO de la competición, Bernd Reichart, recordó en una ocasión que los fundadores iniciales, aunque hayan dado un paso al costado, no abandonaron el proyecto, según versiones de prensa, porque para hacerlo habría que abonar una cantidad sustanciosa a los que que se mantengan. También hay quien dice que por debajo de la mesa todos los clubes cruzan los dedos para que siga adelante.
Lo cierto es que en su demanda ante el TJUE, la Superliga no solo reclama la posibilidad de que el fútbol europeo no sea solo administrado por la UEFA como un monopolio, sino que tampoco se sancione a los clubes involucrados, y mucho menos se excluyan de las próximas ediciones de las lides que organiza la UEFA, en caso de no cristalizar el referido nuevo torneo, cuyo destino se conocerá en horas.
LOS DETRACTORES Y EL PODER DE LOS GRANDES CLUBES
La UEFA quiere evitar por todos los medios que le aparezca un competidor. Los torneos que organiza: UEFA Champions League, UEFA Europa League y Conference League dejan repletas las arcas de la institución, y en el caso de que una veintena de los mejores clubes la abandonen, el torneo caería en picado, porque nadie querría poner dinero, como ocurre hasta el momento. De ahí la negativa del rector del más universal en el continente.
Las directivas de las ligas nacionales respectivas, subordinadas a la UEFA, no pueden hacer menos que alinearse con esta y tratar de convencer a medios, afición y dueños de clubes de que sería una locura, aunque la Superliga no excluye la participación de los involucrados en los torneos nacionales, porque, supuestamente, sería un torneo similar a la Euroliga de baloncesto: los clubes jugarían en sus países y en Europa a la vez.
Algunos detractores de la Superliga, sobre todo Javier Tebas, el presidente de La Liga, cree que el torneo acabaría con los clubes pequeños, que jamás podrían llegar a ese nivel y se convertirían en una especie de sucursales de los todopoderosos que jueguen en esas lides, aunque esa situación es más o menos simila a la de ahora, cuando en Europa juegan siempre los mismos, y son los mismos los que ganan en cada país.
En Alemania, por ejemplo, hace más de una década que solo gana el Bayern Múnich; en Inglaterra ganó el Leicester hace unos años y pareció un milagro, porque el título está reservado para los dos clubes de Manchester, Chelsea y Liverpool; en Italia se cansó de ganar la Juventus, que en las últimas temporadas dio oportunidades a Inter de Milán, Milán AC y Nápoles, y en España, desde 2001 solo ganan Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid.
¿Será buena la Superliga para el fútbol? ¿Saldrá adelante el proyecto de Florentino Pérez a pesar de la posición de los dirigentes de la UEFA, la Asociación Europea de Clubes (ECA), incluso de la FIFA y las ligas nacionales? Ahora mismo no lo sabemos, pero puede ser que en cinco o seis años los poderosos clubes del viejo continente estén participando en un torneo fuera de la jurisdicción de la UEFA. Solo habrá que esperar para saberlo.